La Fiscalía pide 25 años de cárcel para una madre y su hijo acusados de matar a un hombre en Logrosán
La Fiscalía solicita 25 años de cárcel para cada uno de los dos acusados, madre e hijo, del asesinato violento de un hombre en Logrosán (Cáceres) con una navaja en noviembre de 2019, cuyo juicio acogerá la Audiencia Provincial este viernes ante el tribunal del jurado. Además, piden una indemnización de 120.000 euros a cada uno de los padres del fallecido, además de 50.000 euros para la hermana de la víctima, por los daños morales causados.
Los acusados se enfrentan a un delito de asesinato con alevosía, en régimen de coautoría y se pide que no se les aplique el tercer grado, en caso de condena, hasta cumplir la mitad de la pena a imponer.
Según el escrito preliminar, el fallecido había mantenido, hasta octubre de 2019, una relación sentimental con la suegra del acusado y desde que finalizó, la relación de ambos, encausado y víctima, “empeoró drásticamente”. Ya la madre y la hermana del ahora difunto habían denunciado ante la Guardia Civil las presuntas amenazas de matarlo por parte del acusado, quien en octubre de 2019 les entregó una bala a estas, “anuncio de lo sucedido luego”, según el Ministerio Fiscal.
La tarde y noche previa a los hechos encausados, sucedidos de madrugada en noviembre de aquel año, la víctima había estado bebiendo y consumiendo distintas sustancias estupefacientes en dicha localidad, según Fiscalía, para quien la ingesta de la cantidad consumida “anulaban prácticamente sus facultades cognitivas en el momento de su muerte”.
Tras haberse avisado a la Guardia Civil del ruido y venta de cocaína en un bar de Logrosán, en otro establecimiento, propiedad de uno de los acusados, ambos encausados “de común acuerdo” y tras enterarse de que estaba cerca el ahora fallecido, con quien “mantenían” una “enemistad manifiesta”, decidieron “salir en su busca con la única intención vindicativa de acabar con su vida”.
Tras hallarlo y sin “posibilidad de defensa activa y efectiva” por parte de la víctima, el acusado “de forma sorpresiva” le sacó una navaja, mientras su madre “vigilaba”, según el escrito, “en ejecución del plan criminal”, siendo “plenamente consciente de la ocasión y oportunidad que tenía el otro acusado de utilizarla”.
Para la fiscal, la mujer “no sólo no interfirió u obstaculizó la producción de la muerte” del hombre, sino que fue ella, precisamente, la promotora de ese encuentro “al haber incitado a su hijo a llevarlo a cabo, además de sujetar al fallecido para culminar con certeza el crimen, asegurando su muerte”.
Dos navajazos, en el tórax y en el hombro, causaron la muerte de la víctima, quien también sufrió distintas lesiones, tanto en la cara como en el cuerpo, provocadas presuntamente por ambos agresores.
Tras la agresión, relata la Fiscalía, el acusado hizo desaparecer el arma blanca utilizada y se marchó de Logrosán para esconderse en casa de su tía, quien junto a su marido le convencieron para que se entregase a la Guardia Civil un día después.
Según el escrito, el acusado admitió a su tía que se había “arruinado la vida” y que la situación se le había “ido de las manos” al haber “sacado una navaja” y “cebarse con él”, mientras que su madre entregó a un testigo 4.300 euros y un “rosario con restos de sangre” comentándole “que se lo había cargado, que allí había quedado y allí se había caído”.
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