Las residencias de mayores de la Junta dejarán de usar sujeciones físicas y químicas

Los 22 centros residenciales de titularidad pública de la Junta de Extremadura no utilizarán sujeciones físicas ni farmacológicas para evitar caídas en sus usuarios y aplicarán, como alternativa, un nuevo modelo “centrado en la persona”.

Con este fin se ha elaborado el Plan Estratégico “Deshaciendo nudos por el buen trato 2021-2023”, que este lunes ha sido presentado en Mérida por el consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, y el director gerente del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD), José Vicente Granado.

El propósito es superar unas prácticas que se vienen realizando desde hace décadas para prevenir caídas partiendo de la evidencia científica que, según Vergeles, ha demostrado que en ocasiones estas acciones “que se hacen con la mejor de las voluntades” no contribuyen al fin perseguido.

Para elaborar este plan se ha seguido el ejemplo del centro residencial “El Valle” de Montijo (Badajoz), que ya ha sido reconocido por la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) como centro libre de sujeciones “gracias a que sus profesionales se creyeron que este era el mejor modelo para hacerlo”.

Durante los próximos dos años se trasladará esta visión a los 22 centros residenciales del SEPAD de titularidad pública, en los que viven 2.755 usuarios, para garantizarles una vida “más digna” y unos cuidados “centrados en lo que quieren las personas”, ha explicado Vergeles. “Pensar que una persona que entra en un centro residencial ha perdido la capacidad de opinar es un gesto de edadismo que tenemos que combatir”, ha señalado a este respecto.

Además de erradicar el uso de sujeciones, se trabajará en un cambio de actitudes y formas de trabajo de los profesionales que atienden a las personas dependientes y con demencias, y también en modificar la percepción e implicación de sus familiares al respecto.

Todo ello conllevará un proceso de formación y de análisis de los puntos críticos de caídas en los centros, adoptando medidas como una mejor iluminación y accesibilidad o limitar el acceso a determinadas zonas “para evitar en la medida de lo posible que estén sujetas”, ha ejemplificado el consejero.

Respecto al resto de centro residenciales de la región, ya sean municipales o privados, les ha invitado a “emprender el camino porque los beneficios que puede tener para la persona son muy importantes”. De hecho, ha recordado que la Fiscalía General del Estado ha publicado este año una instrucción en la que precisamente implanta ciertas obligaciones a las administraciones públicas respecto al uso de medios de contención mecánicos o farmacológicos en unidades de salud mental y en centros residenciales y sociosanitarios.

Según ha precisado, se trata de un proceso más amplio aliado con la estrategia nacional de atención a las personas mayores que apuesta por la permanencia en sus hogares durante el mayor tiempo para acudir a un centro residencial cuando ya no es posible la primera opción.