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El Festival de Cans estrena 'Anatomía dunha serea', el corto que aborda la violencia obstétrica en primera persona

Iria Pinheiro representando la obra teatral de la que habla el corto documental Anatomía dunha serea.

Beatriz Muñoz

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El Festival de Cans estrena este sábado el cortometraje Anatomía dunha serea, una pieza documental que lleva a la pantalla la violencia obstétrica en primera persona, a través de la experiencia de la actriz gallega Iria Pinheiro. Detrás de la cámara está la realizadora audiovisual Adriana Páramo (Vigo, 1985), que explica que su intención es “acercar una realidad” que considera que sigue teniendo poca presencia en el debate público y que resulta desconocida incluso para buena parte de quienes la sufren o pueden llegar a sufrir. La directora cuenta que ella misma no había oído hablar de la violencia obstétrica hasta que se encontró con la obra de teatro que Pinheiro coescribió y protagonizó en 2018. Mientras avanzaba en el trabajo, dice, fue apareciendo la “rabia por que ocurriesen esas situaciones abusivas”, pero también “por no saber que eso pasaba”.

Páramo estaba preparando su doctorado sobre documental y género en una universidad de Londres, donde residió durante años. Se encontraba en un “punto muerto” cuando conoció el trabajo de Pinheiro y le propuso grabar el proceso de creación de su obra de teatro. En un principio no rodaba con la idea de hacer un corto documental, pero luego pensó que el material tenía “potencial” para ir más allá del circuito académico. Al ir conociendo lo que le había ocurrido a la actriz, la directora comenzó a notar que la historia le estaba afectando “como mujer”: “Me hizo ver la maternidad de otra manera”.

Pinheiro cuenta ante la cámara cómo, durante su parto en un hospital del Servizo Galego de Saúde (Sergas), le hicieron una episiotomía -un corte en la vulva- sin informarla y las secuelas que le provocó: dolores constantes que se encontraron con la incomprensión en la sanidad pública gallega. El corto muestra cómo, ante una situación que no mejora y en vista del elevado coste de emprender un proceso judicial, la actriz decide utilizar el escenario para denunciar la violencia obstétrica. Se adentra en el proceso de escribir el guion y de montar la obra, que se llamó también Anatomía dunha serea. Páramo destaca el enfoque “muy educativo” con el que Pinheiro habla de lo que le ocurrió en el paritorio. Sola sobre el escenario, la actriz emplea un tono humorístico para presentar las prácticas y los instrumentos que se utilizan con las mujeres en el momento del parto: espátulas, fórceps, tijeras de episiotomía.

El corto se detiene no solo en los procedimientos a los que se somete a las mujeres, en algunos casos, como el de Pinheiro, sin ni siquiera comunicárselo o pedir consentimiento, sino también en el trato del que son objeto las mujeres desde que ingresan en un hospital. Ella recuerda que los sanitarios que la atendieron le metían prisa porque iba a haber un cambio de turno. “Es importante hablar de esto. Cada vez se habla más, pero hay mucha gente que sigue sin saber qué es”, reflexiona Páramo. La realizadora destaca la estupefacción de la actriz y la suya propia al conocer esta realidad.

Páramo recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconocen la violencia obstétrica, pero en España el concepto causa “polémica”. El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos difundió a mediados de 2021 un comunicado en el que lo rechaza y considera que “criminaliza” a los profesionales. Un estudio publicado pocos meses después en la revista científica Women and Birth calculaba que hasta dos de cada tres mujeres que han sido madres en España han podido sufrir algún tipo de violencia obstétrica. Entre lo que más citaban las participantes en el análisis eran las exploraciones repetitivas y por parte de personas diferentes, sentimiento de inseguridad y culpa y la aceleración del parto. Aunque las recomendaciones médicas son no llegar al 15% de los partos vaginales con episiotomía, en España, de acuerdo con los datos de 2016, la tasa fue del 26% y hace décadas esta práctica se aplicaba en casi todos los alumbramientos.

La realizadora recalca que no busca aconsejar una manera de parir y que tampoco es ese el enfoque de Iria Pinheiro: “Este corto es contra la violencia obstétrica, no contra entrar a parir en un hospital”.

El corto se va a proyectar en el festival, en la parroquia de O Porriño que le da nombre, en el día de cierre de esta XIX edición, que se ha vuelto a celebrar en primavera y con sus tradicionales chimpíns. Anatomía dunha serea forma parte de la sección Furacáns, para la que se han elegido 12 cortos de no ficción. Para la directora, que visita por tercera vez el festival presentando una obra, esta cita resulta especialmente “ilusionante” porque está embarazada y considera el documental “algo personal”.

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