“Hace falta una alianza entre ciudadanos y profesionales para frenar la contrarreforma sanitaria”
La contrarreforma sanitaria, publicado por Los Libros de la Catarata y coordinado por Marciano Sánchez Bayle, es una obra colectiva en la que una docena de autores analizan los procesos de privatización sanitaria, definidos por Sánchez Bayle como “un sistemático desmantelamiento de los sistemas de protección social, entre ellos, la sanidad pública”. El libro profundiza en el origen de estos movimientos, y también en algunos de los primeros intentos de trasvase de los servicios a la iniciativa privada: Alzira, Verín..., hasta llegar a la ofensiva actual.
El libro fue promovido por las plataformas en defensa de la sanidad pública y en él participan médicos, psicólogos y personal de enfermería, que consideraban que “ante la situación en la que nos encontramos de privatización acelerada del sistema público” hacía falta “analizar de manera detallada estos ataques, lo que está pasando con estas medidas que tanto están deteriorando la sanidad pública en este país”. La contrarreforma sanitaria se presenta este jueves a las 17.30 horas en la librería Couceiro de Santiago de Compostela con la presencia de María Luísa Lores Aguín y Manuel Martín, coautores del libro, además de Xaquín Álvarez Corbacho, Pablo Vaamonde y Francisco Reyes Santiás. Hablamos con Manuel Martín, portavoz de SOS Sanidad Pública y autor de uno de los capítulos del libro.
¿Cuál es el objetivo del libro?
El objetivo es denunciar e informar a la ciudadanía y a los profesionales de la salud de la estrategia que se está llevando a cabo para privatizar el sistema sanitario público. La crisis está siendo utilizada como excusa en este proceso. Esto de “nos obligan a reducir gasto público” es empleado no para racionalizar sino para recortar. Y están atacando en frentes diversos: en la financiación, con medidas como el copago y otras que se pondrán en marcha cuando se rompa la cartera única de servicios. También en la provisión, dando entrada a empresas privadas en la provisión de servicios. Lo que está pasando en Madrid con la entrada de fondos de capital riesgo en todos los hospitales nuevos, o aquí en el caso del Hospital de Vigo. Y también en la gestión: se están convirtiendo los hospitales en empresas, y como empresas que buscan beneficios lo que hacen es reducir el gasto en personal y también recortar los servicios que prestan. El libro quiere ahondar en los procesos particulares que se dan en algunas comunidades en las que la contrarreforma está más avanzada, como Madrid, Valencia, Galicia o Aragón.
¿Dónde nace esta estrategia?
Los grandes capitales, amparados por el Banco Mundial, el FMI o la OMC, vieron en los servicios públicos sanitarios una fuente importante de beneficio económico. En Galicia el 35-40% del gasto público va para sanidad. Estos grandes lobbys privados fueron capaces de imponer esta estrategia, basada en el recorte del sector público, en hacer que los ciudadanos paguen los servicios en el momento de su uso, y también en expulsar a los 'malos clientes': los pacientes con enfermedades graves, crónicas, costosas... Por eso les van a hacer pagar las prótesis o el servicio de ambulancia.
En España vemos los primeros intentos en los años 90, con el famoso modelo Alzira...
En Galicia tuvimos el triste honor de ser los primeros, con el Hospital de Verín y la utilización de Medtec como proveedor de servicios de alta tecnología. Pero efectivamente el más conocido es el caso de Alzira, que ya en 1999 le cedió a una aseguradora, Adeslas, la gestión del hospital y la provisión de servicios. Lo que pasó después es que no resultó tanto negocio como pensaban, y el Estado tuvo que rescatarlo y sanearlo. Después hay otras modalidades, como la financiación pública-privada en seis hospitales de Madrid.
...O de Vigo, donde se están demostrando los problemas que genera...
Lo que pasa con este modelo es que es más caro y necesita una inyección de capital muy potente por parte del sector privada, y en estos momentos el sector privado no invierte. Y eso es lo que lleva a que el nuevo hospital de Vigo esté parado y a que se recortara su estructura para abaratar costes. Y lo mismo en Madrid: como ya no es negocio, la Comunidad les regaló la parte asistencial y la no asistencial. Pero el dueño de estos hospitales ya no es la Consejería de Sanidad, sino empresas de capital riesgo con sede en paraísos fiscales.
¿El proceso es doble: por un lado la privatización de servicios y en paralelo la degradación del sistema público?
Sí, va todo unido. Aquí en Galicia se ha paralizado la actividad de los hospitales por la tarde, se ha paralizado el Plan de Mejora de la Atención Primaria, prometieron 66 nuevos centros de salud y no hay ninguno, se va a despedir al 15% de los profesionales aprovechando las jubilaciones que no se van a cubrir, los laboratorios van a ser entregados a empresas privadas, el plan de mejora de los hospitales también está parado: en Lugo, en Ourense... En total un recorte de 1.000 millones de euros en tres años en Galicia. Y esto se nota: las listas de espera han aumentado más de un 30%, y eso la parte que reconocen, porque si tenemos en cuenta las listas ocultas, el incremento es del doble.
¿Cómo se para esta contrarreforma?
Los trabajadores somos afectados, y los ciudadanos también son afectados, y tienen que ser conscientes de que en breve van a tener que pagar por muchos servicios. Por ese motivo es necesario que haya una alianza estratégica entre los ciudadanos y los profesionales de la salud para frenar esta contrarreforma sanitaria. De momento somos un país democrático, y eso significa que si este gobierno sigue realizando estas políticas va a ser expulsado del poder. Ahora se trata de resistir y de poner sobre la mesa alternativas, basadas en la evidencia y en evitar el gasto superfluo y el uso no adecuado de la tecnología. Hay alternativas. Somos uno de los países de Europa que menos gasta en sanidad, y somos uno de los que mejor servicio ofrece, una referencia para casi todo el mundo, y una potencia en trasplantes y en otras áreas. ¿Por qué vamos a destruir algo que funciona bien?