“Si viviese hoy, Jesús de Nazaret militaría en Stop Desahucios”
Redes Cristianas es una plataforma que agrupa a más de 200 colectivos católicos de todo el Estado. Con la “inspiración” del Concilio Vaticano II, esta red está presente en Galicia a través de grupos como la Coordinadora de Crentes Galegos, Comunidades Cristianas Populares o la corriente Somos Igrexa. El pasado fin de semana, Redes Cristianas celebró en Compostela su sexta asamblea bajo el lema Cambiando realidades, provocando rebeldías con Jesús de Nazaret. La plataforma enmarcó su reflexión en unos “tiempos de rebeldía indignada” e incluyó entre sus actos una manifestación contra los desahucios y los recortes. Jose María Barca, miembro de la coordinadora estatal de Redes Cristianas y uno de los representantes de este movimiento en territorio gallego, ve con cierta “esperanza” el período que abre el papado de Francisco, insiste en la necesidad de que la Iglesia católica se desprenda de sus “privilegios” y aboga por que se centre en la atención en las personas más necesitadas.
Una asamblea cristiana que comienza su reflexión con una crítica a las “políticas neoliberales”. Para personas no iniciadas es, cuando menos, llamativo...
Algo debemos de estar haciendo muy mal para que llame tanto la atención [se ríe]. A mucha gente le llama la atención el lema de la asamblea, que hablemos de rebeldía, que critiquemos... Para nosotros cae de cajón, ya no solo desde la reflexión teórica, sino también desde la práctica diaria, es nuestra vivencia diaria. La mayor parte de las personas de Redes Cristianas militamos en plataformas, en colectivos, en causas como las que aparecen ahí reflejadas. Nosotros entendemos que el Evangelio es la rebeldía y Jesús también fue un rebelde. No se murió de viejo, lo mataron por enfrentarse a los poderes políticos y religiosos de su tiempo.
No es menos llamativa la línea gráfica de la asamblea: San José y María portando el lema Stop Desahucios.
La idea era actualizar un poco el mensaje de Jesús a los días de hoy. Ese es un ejemplo, pero podrían ser otros. Si hoy viviera, Jesús estaría militando en esta causa.
¿Cómo es posible conciliar “rebeldía” con catolicismo o cristianismo?
Es verdad que muchas veces asociamos la imagen del cristianismo y de la Iglesia con la imagen de la jerarquía, con posturas inmobilistas. En los manifiestos de la asamblea y en nuestro trabajo diario, le decimos a la jerarquía que hay temas muchos más importantes que los que a veces se abordan. Echamos en falta una mayor denuncia pero, más allá de la iglesia institucional y de la jerarquía, en la base hay muchos colectivos que formamos parte de la Iglesia, muchos en Redes Cristianas y otros no, que trabajan en estas causas de manera natural y con un gran impulso.
La Conferencia Episcopal parece más rebelde con la ampliación de derechos, caso por ejemplo del matrimonio entre personas del mismo sexo o la interrupción voluntaria del embarazo...
Sin entrar a fondo en temas que dan mucho que hablar, vemos que hay una obsesión con temas que son importantes pero no los únicos. Al margen del matrimonio homosexual, para nosotros los problemas de la familia son la vivienda, el desempleo, los recortes...
¿Qué cambios cabe esperar del actual papa Francisco? Parece que lo miran con una cierta esperanza o, al menos, con algunas expectativas...
Venimos de dos papados muy duros para los creyentes de base y es verdad que hay otro ambiente, por lo menos el talante y los temas nuevos que salen son otros, como las preocupaciones sociales. En ese sentido Redes Cristianas y los colectivos que las forman nos sentimos más cómodos con este nuevo enfoque. Los cambios están por verse. Estamos ilusionados y expectantes, son necesarios cambios tanto en la labor de la Iglesia hacia fuera, hacia donde oriente su acción, como de la Iglesia hacia dentro con una mayor democratización, con más igualdad en la presencia de la mujer... Estamos más cómodos y esperanzados, pero habrá que darle tiempo para ver lo que es capaz de hacer, lo que le dejan hacer y lo que quiere hacer.
¿Habría que comenzar por volver al Concilio Vaticano II?
Esa reflexión también estuvo presente en nuestra asamblea. Estamos casi en el 50º aniversario del Concilio y la realidad de la Iglesia y de la sociedad no es la misma. La mayor parte de los colectivos que nos juntamos en Redes Cristianas son hijos del Concilio Vaticano II, nacieron de ese ambiente y de esa esperanza. En los últimos años ha habido un gran involucionismo y un primer paso sería conseguir que aquello que ya estaba acordado, sea vivido así y actualizado. Ya nos gustaría que en la Iglesia, tanto a nivel de implicación social como de vivencia interna, llegáramos a los niveles del Concilio.
¿Y habría que seguir por revisar los acuerdos entre la Iglesia y el Estado, que últimamente retornan a la actualidad?
Desde nuestro punto de vista, por supuesto. Redes Cristianas lleva años denunciando que esos acuerdos no tienen mucho sentido. Más que revisarlos, queremos anularlos. Una de las líneas de trabajo de Redes desde su aparición es que entendemos que vivimos en un Estado laico, cuando menos en teoría, pero que la Iglesia conserva muchos privilegios que no queremos, como creyentes y miembros de ella.
La Conferencia Episcopal no contempla la anulación y, de cara a una eventual revisión, muestra líneas rojas muy claras, como las referidas a la presencia de la religión en la escuela pública. ¿Cómo lo ven desde Redes Cristianas?
Es un tema conflictivo y hay distintas sensibilidades, también dentro de Redes Cristianas. Pero en todas nuestras posiciones públicas estamos a favor de que la enseñanza de la religión católica no esté presente en la enseñanza pública. Ni la enseñanza de la religión, ni el recuadro de la declaración de la Renta ni ninguno de esos privilegios, ni para la Iglesia católica ni para ninguna otra.
Cartel de la asamblea de Redes Cristianas