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El Ministerio de Justicia rectifica el decreto que indulta a David Reboredo

David Reboredo, en el reencuentro con su familia este lunes por la mañana

Cristian López / @LopezdeC

La libertad tiene un precio y, en el caso de David Reboredo, el importe asciende a 1.440 euros. Esta será la cantidad que deberá abonar por el indulto a su segunda condena, de tres años y medio, concedido por el Gobierno. El Real Decreto publicado este viernes donde se oficializa la medida de gracia para Reboredo será modificado en los próximos días por un error.

El texto publicado en el BOE recoge que “la pena privativa de libertad pendiente de cumplimiento será conmutada por treinta días de trabajos en beneficio de la comunidad”. La familia Reboredo y su abogado se mostraban extrañados por esta decisión, dado que desde el primer momento se había comunicado que la condena sería sustituida por una multa.

De hecho, la Audiencia Provincial de Pontevedra les había remitido ayer mismo un requerimiento para el pago de los 1.440 euros. El Ministerio de Justicia ya se ha puesto en contacto con el tribunal sentenciador para informarles del fallo, según confirma su abogado, Guillermo Presa. Entre el sábado y el lunes será publicado un nuevo Real Decreto que rectifique el error.

Lo que no variará son las condiciones del indulto. David Reboredo no podrá “cometer ningún delito doloso en el plazo de cuatro años”, so pena de verse revocada la absolución. Su padre, Edmundo Reboredo, asegura que están buscando la forma de afrontar la multa de dos euros diarios impuesta por el Gobierno, que tendrá que efectuarse en un sólo pago o pedir que se fraccione.

La vida de David en semilibertad

Mientras tanto, la semilibertad de David, que sólo ha podido salir del CIS de Vigo para tomar su medicación, continúa en el aire. Sus peticiones de ocupar las mañanas en el programa PFIS, de la organización Érguete y las tardes en el centro Imán-Cedro, fueron aceptadas en un primer momento, pero las gestiones no están cerradas. Falta definir los horarios y las labores que realizará.

La próxima semana espera sin embargo que su rutina diaria quede definitivamente aclarada. Tiene pendiente además una visita al médico para revisar su prótesis. Lo único seguro es que este fin de semana lo pasará entre rejas, incomunicado y en un CIS prácticamente vacío por las vacaciones de semana santa, como le ha transmitido a su padre.

El Gobierno no se ha pronunciado además este viernes sobre un posible segundo indulto. David deberá esperar al menos dos semanas para conocer si su libertad es definitiva o pasará algo menos de dos años viendo su casa desde la ventana de la celda. “La libertad está tan cerca que casi puedo tocarla”, me reconocía hace unos días, “pero la lucha todavía no ha acabado”.

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