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Dora Cabaleiro, cooperativista de Negueira de Muñíz: “La conciliación es muy compleja y las políticas públicas no acompañan”

Dora Cabaleiro, cooperativista de Negueira de Muñíz.

María Pampín

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Dora Cabaleiro llegó para quedarse a Negueira de Muñín, un ayuntamiento de apenas 200 habitantes en la montaña lucense, a finales de los años 90. El río divide el municipio y separa los habitantes originarios de aquellos que fueron llegando atraídos por la manera de vivir que asentó la comuna libertaria que se creó allí en los años 70. Una división que se deja notar aún en temas como la celebración del 8M. Son pocas las mujeres que se reunen para celebrarlo en la montaña, en el municipio más oriental de Galicia, pero eso no las hace renunciar a su manifestación.

Con su socia, Loes Rossel, y otros vecinos puso en pie la cooperativa de alimentación ecológica Ribeira do Navia, que aprovecha los recursos de la zona. Pero vivir en esta zona rural de Galicia supone hacerlo sin apenas acceso a servicios públicos básicos, apunta. “La conciliación es muy compleja y las políticas públicas no acompañan. En esta comarca la sensación es de que la política dice que 'aquí no hay futuro', y si piensas eso no promueves nada para que lo haya. El acceso a la vivienda es complejo, los servicios están centralizados en la ciudad y trasladarnos de un lugar a otro para cualquier cosa básica, como ir al médico, supone un gran desgaste y un alto coste”, cuenta.

Ante la falta de servicios, las mujeres de la comarca apuestan por la unión y la creación de una red de apoyo comunitario. “La vida y el sistema capitalista no son compatibles”, considera Cabaleiro. Por eso, decidieron montar una escuela libre por su cuenta, una experiencia que duró dos años pero que permitió rehabilitar un edificio con fondos conseguidos por crowfunding y formar allí a niños de entre tres y siete años. “La madres se formaron para atenderlos”, explica. La falta de recursos y la reapertura de la escuela unitaria del ayuntamiento terminaron con la experiencia.

En su ámbito, aún sorprende que una mujer se presente en las reuniones de los montes en man común (comunitarios) de la zona. Una situación que Rossel ejemplifica con el día que los hombres que conforman el suyo le pidieron una autorización del hombre con el que comparte su casa para poder participar en la reunión.

Cabaleiro espera pocos cambios después de 5A porque no cree en la política de partidos. Prefiere construir los cambios desde su día a día.

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