La Xunta declara bien de interés cultural los murales de Lugrís en un edificio en ruinas en A Coruña tras año y medio de tramitación

Los murales que pintó Urbano Lugrís en un edificio, ahora prácticamente en ruinas, en la Rúa Olmos de A Coruña son bien de interés cultural (BIC). El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, anunció el fin del proceso, que se ha prolongado un año y medio -el tope desde que se incoa el expediente es de dos años-. Las pinturas, sobre las que ya había protección con el inicio de la tramitación, se encuentran muy deterioradas y están a la espera de una intervención para restaurarlas.

La obra del pintor en este edificio, ideada para cubrir varias de las paredes de lo que era un restaurante, corre riesgo por el mal estado del propio inmueble y los años de desgaste sobre los propios murales, expuestos a suciedad y humos en los sucesivos negocios de hostelería que se abrieron en esta ubicación. Cuando la empresa propietaria entró en concurso de acreedores, la Xunta terminó por comprar la obra. Antes, en marzo de 2024, el Gobierno gallego había dado inicio al proceso para declarar BIC estas pinturas de Lugrís, caracterizadas por su habitual temática marina.

Los técnicos de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural analizaron el estado de los murales y las dos posibilidades que se abrían para su conservación: mantenerlos en donde fueron pintados o sacarlos del edificio para exponerlos en otro lugar tras una restauración. La conclusión es que moverlos implicaría un riesgo alto para la obra, que está adaptada las formas arquitectónicas del local. La opción preferida por las administraciones -también el Ayuntamiento de A Coruña se ha inclinado por ella- es que se reparen y se puedan ver en el mismo edificio.