Omnipresentes y a la vez anónimos: hablan las estrellas de las fotos de recurso
Los mensajes visuales son poderosos, impactan en nuestro cerebro y nos motivan a tomar decisiones importantes. Los anunciantes saben que el acierto a la hora de seleccionar una imagen, potente y acorde a sus propósitos, determinará el éxito o fracaso de su labor. Saben también que no siempre pueden contar con modelos exclusivos para sus anuncios, y a menudo no tienen más remedio que recurrir a las manidas fotos de recurso.
Muchas son similares, repetitivas, con los mismos gestos. Marcar la diferencia a la hora de escoger estas imágenes - que suelen pasar desapercibidas - es posible y necesario. Las personas que aparecen son risueñas, de aspecto sano, casi siempre jóvenes, con sonrisas blancas y cuerpos atléticos. Exitosos hombres y mujeres de negocios que se repiten hasta la saciedad. Algunos de los modelos que aparecen en las imágenes de 'stock' incluso se han hecho famosos gracias a esos rostros capaces de adaptarse a cualquier cosa.
Jesper Bruun encandila con su sonrisa encantadora, casi cincelada. La “chica que está en todas partes”, joven, rubia y atractiva, encaja en cualquier escena. Un hombre de negocios, con traje y corbata, gafas y pelo canoso ilustra la madurez y la felicidad de haber llegado alto en la vida. A Emma Wang no le quedó más remedio que posar con una espina de pescado entre los dientes. Anne Sofie es la chica perfecta para protagonizar cualquier anuncio de atención al cliente: jamás se enfada y, al parecer, mantiene una bonita relación con Bruun (al menos eso muestran las imágenes).
Una de las más conocidas, y desconocidas al mismo tiempo, es Ariane: ha aparecido en anuncios de comida, tarjetas de crédito, deportes y un interminable etcétera de profesiones que puedes descubrir en una página de Facebook creada por su club de fans, que supera los 11.500 seguidores. Sus entusiastas le han puesto el apodo de “chica sobreexpuesta”, aunque muchos se preguntan quién está detrás de su nombre ficticio.
Hemos hablado con algunos de los modelos de fotos de recurso más famosos del planeta para descubrir qué hay detrás de esas relucientes miradas. ¿Cuál es el precio de esta singular fama? ¿Cómo se lleva estar en todas partes a la vez?
Jennifer Kind es el centro de atención de fotos académicas, religiosas y nutricionales; anuncia bombillas y algunos aparatos electrónicos, como ordenadores, pero también protagoniza las portadas de más de 70 libros diferentes. Jesper Bruun, vestido con traje de negocios, aparece sosteniendo una motosierra. También ha sido un padre de familia feliz o un turista en la playa. Emma Wang siempre tiene esa mirada inocente, feliz, con pinta de estudiante despreocupada.
Son personas que, en algún momento de sus vidas, quisieron ser modelos o actores. Dedicaron un breve tiempo a protagonizar fotos de 'stock' - algunos un par de años, otros un par de meses y otros unas cuantas sesiones de fotos -, pero incluso hoy, cuando ya no se dedican profesionalmente a ello (muchos prefieren olvidar esa etapa), siguen estando en todas partes. Puede que hasta te resulten familiares. Kind, más conocida como 'The Everywhere Girl', Bruun o Wang tienen mucho en común: convertirse en modelos de fotos de recurso nunca fue su sueño. No es ni su presente ni su futuro.
En septiembre de 1996, Kind tenía 19 años y acababa de terminar sus estudios para ser actriz. Había cerrado un contrato con su primer representante y consiguió su primer trabajo como modelo para fotos de recurso. Sólo fueron dos días de sesiones: uno bastante normal, con fotos simples delante de algunas fachadas, y otro más divertido a bordo de un Mustang. “Aparte de eso nunca he hecho otras fotos de 'stock' ni otros trabajos como modelo. Ni siquiera sabía lo que era una imagen de recurso en aquel momento”, explica a HojaDeRouter.com. Tampoco sabía que la historia tendría una segunda parte.
Fue un anuncio del fabricante de electrónica Dell lo que lanzó a Kind al estrellato. Un portal británico especializado en tecnología se topó con él, y después con otros carteles de competidores como Gateway protagonizados por la misma joven, y comenzó a recopilar de forma casi obsesiva las apariciones de “la chica que está en todas partes”. Comenzaron a hacerlo en 2003, recuerda Jennifer, “pero yo no tenía ni idea. No supe nada hasta finales de 2005 o principios de 2006”. Fue entonces cuando un amigo se encontró un artículo sobre 'The Everywhere Girl'... “¡Y era yo!”
Para Kind era la cosa más extraña y surrealista que le había ocurrido, y sigue siéndolo a pesar de que las fotos son ya antiguas. Han pasado alrededor de 20 años desde aquellas sesiones. Ahora tiene 39 y se dedica a la psicoterapia. Nada que ver con sus primeros pasos profesionales.
Brunn tampoco quiso dedicarse a posar para fotos de recurso. Se define como un modelo normal que comenzó su carrera a los 20 años, después de adelgazar 45 kilos en poco más de un año y medio. Cuando llevaba poco tiempo en el mundillo, conoció a un fotógrafo de imágenes de 'stock' y pensó que la experiencia sería divertida.
Pasó seis meses trabajando con él hasta que decidió parar. Se dio cuenta de que su imagen se estaba utilizando en anuncios “que no se correspondían con los términos que habíamos acordado”. Ahora, a sus 35 años, sigue siendo modelo. También es ingeniero civil, estudia periodismo y su cara sigue apareciendo al lado de aquella motosierra en muchas vallas publicitarias.
Wang pasó algo más de tiempo en el mundo de las fotos de recurso. Cuando tenía 12 años participó en una competición para modelos infantiles, ganó y obtuvo como premio un contrato en una agencia. Con 14 años superaba el límite de altura establecido para su edad, así que se quedó sin trabajo y decidió volver al instituto. Poco después vio un anuncio de alguien que buscaba modelos para fotos de recurso: “No importaba la altura, así que decidí probarlo. Me dieron el trabajo y estuve con ellos desde los 17 a los 23”. De eso hace poco más de un año. Ahora, además de ser arquitecta, tiene un contrato serio con una agencia de modelos y no quiere volver a dedicarse a las imágenes de 'stock'.
¿Una situación incómoda?
A Wang jamás se le ocurrió pensar que se convertiría en alguien popular, al menos “hasta que mis imágenes empezaron a venderse más y más y mis amigos me encontraban en ocasiones”. Después comprobó que algunas páginas de Facebook empezaban a servir de pasatiempo a algunos usuarios que intentaban averiguar quién estaba detrás de su anónima sonrisa. “Todo era un poco surrealista. Hace un par de años, los periódicos dijeron que yo era la modelo femenina más descargada”, algo que no había previsto en 2007 cuando comenzó su andadura en el sector de las fotos de recurso.
“Por alguna razón, a gente de todo el mundo le gusta ver mi sonrisa en un anuncio”, admite Bruun, que dice haber logrado asumirlo como una parte más de su vida. A estas alturas, apenas lo nota. Está acostumbrado a ver sus fotos por todas partes: en revistas, televisión, vallas publicitarias... En raras ocasiones alguien se da cuenta de quién es, “y para ser sincero estoy feliz de ello. No tengo necesidad de ser famoso”.
Los tres afirman que su experiencia en las fotos de recurso no ha afectado a su día a día, a pesar de ser reconocidos y aparecer en los medios de comunicación. Wang dice que nunca le han parado por la calle, “y estoy contenta de haber sido una famosa anónima”. Incluso le resulta divertido cuando ella, sus amigos o sus familiares la reconocen en algún lugar mientras pasean o leen una revista.
Kind tiene una anécdota curiosa. En cierta ocasión, entró a una tienda a comprar un equipo de música para su coche y vio una gran imagen de sí misma detrás del mostrador. “Se lo comenté al chico en tono de broma, así que acabó regalándome el equipo”. Poco más le ha reportado esta notoriedad. Cuando estaba en Los Ángeles persiguiendo su carrera como actriz, sus agentes no supieron sacar provecho de su omnipresencia publicitaria, “así que nunca me llevó a la fama”.
Bruun tampoco es popular en Dinamarca. Al fin y al cabo, “la gente no suele prestar mucha atención a las imágenes comunes, así que nunca notan que estás en ellas”. Se define como un personaje poco conocido, a pesar de que en 2012 una agencia brasileña de 'marketing' grabó un pequeño vídeo sobre él, “el hombre más descargado del mundo”. Se convirtió en viral y le abrió circunstancialmente algunas puertas. Incluso un productor de Hollywood llegó a interesarse por él.
Las imágenes de recurso no dan para ganarse la vida; más bien son un trabajo esporádico que escoge poca gente. “No se gana mucho”, confirma Kind. El modelo solo cobra una vez por las fotografías, aunque luego se utilicen casi de manera indiscriminada. Según Wang, tiene otras ventajas: su experiencia le permitió viajar a muchos sitios y conocer todo tipo de gente, pero coincide en que resulta mucho más rentable para el fotografo que para los fotografiados.
A veces le gustaría volver atrás, cambiar los términos del contrato que firmó sabiendo lo que sabe ahora. “Probablemente hubiera parado antes”. Solo tenía 17 años cuando sus imágenes comenzaron a circular, y ya nunca dejarán de hacerlo mientras haya gente que las siga descargando.
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