Más ladrillo y cero impuestos a las viviendas vacías: PP y Vox aprueban los presupuestos de Palma para 2026

El Ayuntamiento de Palma ha aprobado de forma definitiva los presupuestos municipales para 2026 -que ascienden a 626 millones de euros- con los votos de PP y Vox. Por su parte, la oposición -PSOE, MÉS per Palma y Unidas Podemos- han votado en contra de las cuentas tras ver rechazadas todas sus propuestas, entre ellas la creación de un impuesto a las viviendas vacías, un complemento municipal al Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) o una tasa a los cruceristas, lo que, de acuerdo a los cálculos de Més, supondría un ingreso extra de 75 millones de euros.

Desde los grupos de izquierda recriminan que los presupuestos benefician a las clases más adineradas, especialmente con las rebajas fiscales contempladas en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). En este sentido, el PSIB-PSOE recrimina que el texto no presenta “ninguna medida ambiciosa ni estructural” para hacer frente a la emergencia habitacional que atraviesa la ciudad, como podrían ser la limitación de los precios de los alquileres, la compra de viviendas para alquiler asequible o la movilización de viviendas vacías.

Se da la circunstancia, además, de que la capital balear concentra la mayor parte de viviendas en manos de grandes tenedores, con 8.652 inmuebles (un 4,85%), de los cuales 2.621 pertenecen a propietarios con más de cien casas cada uno, de acuerdo a la investigación llevada a cabo por elDiario.es con datos inéditos del Catastro.

Durante el pleno extraordinario celebrado este lunes, la regidora de Hacienda, Mercedes Celeste, ha defendido las cuentas como una apuesta “realista, equilibrada y responsable” que consolida el proyecto político iniciado en 2024 y cumple con el acuerdo programático firmado con Vox al inicio de mandato. Tal como ha aseverado, los presupuestos continúan la senda de la rebaja de impuestos -una de las señas del pacto con la extrema derecha-, “aligerando la carga sobre familias, autónomos y empresas”, mientras, ha subrayado, “se apuesta por la mejora de la calidad de los servicios públicos, con el presupuesto más grande en recursos humanos de la historia del Ayuntamiento, con 215 millones de euros”.

Las cifras

El gobierno municipal ha puesto el acento en inversiones sociales y laborales, entre las que destaca el aumento de un 30% en la atención integral a mujeres víctimas de violencia de género y de más de un 60% para su acogida, así como el compromiso de realizar una valoración de los puestos de trabajo del consistorio para mejorar condiciones laborales. Entre las partidas figura también la gratuidad del transporte público por tercer año consecutivo, la incorporación de 50 policías y 12 bomberos y diversas actuaciones en infraestructuras y cultura -desde el programa 'Palma a Punt' a la aspiración de Capital Europea de la Cultura 2031-.

Por su parte, Vox no ha ocultado que su apoyo responde a que el equipo de gobierno ha incorporado propuestas del partido para reforzar la seguridad, las infraestructuras y el presupuesto de barrios. Su portavoz, Fulgencio Coll, ha enfatizado que se trata de unas cuentas “equilibradas” y “ligeramente superiores” a las del año anterior, en línea con las prioridades compartidas por ambos socios de legislatura.

La oposición, sin embargo, denuncia que los presupuestos reflejan “las prioridades” de PP y Vox, en palabras de la regidora de Unidas Podemos, Lucía Muñoz. “Palma vive la mayor crisis de vivienda de su historia reciente”, ha lamentado, a pesar de lo cual las cuentas “no dedican los recursos necesarios para afrontar esta emergencia”. Uno de los puntos centrales de su crítica es la renuncia del Ayuntamiento a aplicar medidas fiscales progresivas.

Entre las enmiendas rechazadas por populares y extrema derecha figuraba el impulso de un impuesto a las viviendas vacías, tasas específicas para cruceristas, o fórmulas para complementar el ITS. Tampoco han prosperado las propuestas dirigidas a reforzar política de vivienda pública, uno de los asuntos que la oposición considera más urgentes.

Presupuestos “para dos familias concretas: la turística y la inmobiliaria”

Desde Més per Palma, Neus Truyol ha cargado contra lo que considera un presupuesto orientado “a dos familias concretas: la turística y la inmobiliaria”. La formación ecosoberanista sostiene que las políticas fiscales del PP facilitan la construcción de viviendas más caras y legalizaciones en suelo rústico, mientras se “abaratan impuestos al negocio inmobiliario” y se promueve -aún más- la masificación turística. La portavoz ha recalcado que las rebajas fiscales no beneficiarán a las familias trabajadoras, sino a los sectores “que ya ganan con el turismo y el ladrillo”.

“A los que hacen negocio turístico, el PP les ha dado la papeleta ganadora de más promoción turística, más masificación, más cruceros, más rutas internacionales, más y más turismo que genera malestar, masificación e incremento de precios para las familias trabajadoras”, ha incidido Truyol, quien ha recalcado que, además, “hay un hotelero al que le ha tocado 'El Gordo', unas vistas al mar, con la tala de los bellasombra de Dalt Murada”. “Y a los que hacen negocio con la vivienda, el PP les deja construir viviendas más caras, legalizar chalés en suelo rústico y les hace descuentos de impuestos”, ha lamentado.

Asimismo, los grupos de izquierdas lamentan que no se destinen recursos significativos a políticas de igualdad, diversidad o memoria democrática, ni para blindar servicios sociales más allá de las partidas anunciadas. También denuncian que, pese a las casi 200 enmiendas presentadas, no se haya aceptado ni una sola. En este sentido, el portavoz socialista, Xisco Ducrós, ha acusado al equipo de gobierno de “imponer” el presupuesto “sin diálogo” y “sin consenso”.

El presupuesto de 2026 vuelve a mostrar así la sintonía entre PP y Vox en Cort, tanto en su contenido como en la forma de aprobación. Desde el equipo de gobierno se insiste en que son unas cuentas que garantizan “estabilidad económica” y “mirada de futuro” para la ciudad. La oposición replica, sin embargo, que el futuro al que miran beneficia al turismo, a la construcción y a los intereses privados, no a la ciudadanía trabajadora.