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Un derrumbamiento sacude la histórica Cartuja que alojó a Chopin y a George Sand en Mallorca

La Cartuja de Valldemossa, tras el hundimiento de parte del techo

Esther Ballesteros

Mallorca —
18 de agosto de 2025 16:19 h

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La Cartuja de Valldemosa, histórico enclave que en el siglo XIX alojó al compositor Frédéric Chopin y a su mujer, la escritora George Sand, además de numerosos pintores, políticos y filósofos, ha sufrido este lunes el desprendimiento de parte de su tejado, provocando un agujero en la cubierta del edificio.

Ha sido la Asociación por la Revitalización de Centros Antiguos (ARCA), una de las principales entidades conservacionistas de Balears, la que ha dado a conocer el suceso a través de un comunicado en el que recuerda cómo, desde hace años, la entidad reclama la preservación efectiva de este conjunto monumental “de tanta importancia histórica para nuestra isla”.

Por ello, alerta de la necesidad de ejecutar trabajos urgentes que eviden daños mayores, teniendo en cuenta, además, los nuevos episodios de lluvias que se prevén en Mallorca. “La Cartuja es un objetivo prioritario en la conservación del patrimonio”, inciden desde ARCA, lamentando que la “dejadez” y la carencia de inversiones ha sido una constante hasta ahora: “Esto tiene que cambiar”.

Parte del techo hundido

El colectivo recuerda que no es el primer derrumbe que registra el inmueble, provocado, asevera, por una “conservación insuficiente”, por lo que insiste en la importancia de ampliar su catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC). “Ahora deben acometerse los trabajos urgentes para evitar la degradación de este espacio derrumbado. Las lluvias pueden llegar en cualquier momento y no tiene que sorprender a la Cartuja sin una mínima protección”, abundan desde ARCA.

Cabe recordar que la Cartuja se fundó como una residencia real y más tarde se convirtió en un monasterio de la Orden religiosa de los Cartujos. El monasterio existía desde 1399 hasta su secularización en 1835 con las desamortizaciones esclesiásticas de Mendizábal.

En el invierno de 1838-1839, Chopin y Sand se refugiaron en este lugar en busca de un clima benigno para la salud del músico, que sufría de tuberculosis. Tal como explican desde la Cartuja, su estancia, sin embargo, no fue un idilio. “El frío, la humedad y la falta de comodidades convirtieron su estancia en una pesadilla. Chopin, lejos de su amado piano, se vio obligado a componer en un pequeño piano alquilado, luchando contra la enfermedad y la frustración”. Pese a todo, en Valldemossa nacieron algunas de sus obras más importantes, como los Preludios Op. 28. Hoy en día, la Cartuja está abierta al público para mostrar su historia.

A diferencia de otros municipios de alrededor, Valldemossa, con sus características casas de piedra y rodeado de olivos, encinas y almendros, lleva décadas viendo crecer el número de visitantes atraídos, sobre todo, por el edificio en el que un día alojó al músico polaco, a su mujer, la escritora George Sand y a numerosos pintores, políticos y filósofos. El turismo es, de hecho, la principal fuente de ingresos de la localidad –antaño lo era la agricultura– y el ámbito que más contrataciones genera a lo largo del año.

En la actualidad, Valldemossa es el segundo municipio con mayor renta per cápita de España, tan solo por detrás de Pozuelo de Alarcón (Madrid), y uno de los municipios más visitados de Mallorca. Solo en 2023, esta localidad de poco más de 2.000 habitantes recibió más de 800.000 turistas.

Un estudio de capacidad de carga turística elaborado en 2019 por las asociaciones Tramuntana XXI y Palma XXI en colaboración con Iniciatives del Mediterrani y el Ajuntament de Valldemossa revelaba que el índice de presión turística diaria de la localidad se situaba en 154 turistas por cada 100 habitantes, un dato notablemente superior al de cualquiera de los destinos turísticos de España analizados por Exceltur un año antes de publicarse este informe.

Los datos reflejaban, además, cómo en el periodo 2012–2017 se produjo un incremento del 43% en el número de establecimientos turísticos en el municipio. Algunas voces, como la de la Fundació Iniciatives del Mediterrani, temen que el centro histórico de la localidad acabe destinado exclusivamente al monocultivo turístico.

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