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Sobre este blog

Interferencia (Wikipedia): “fenómeno en el que dos o más ondas se superponen para formar una onda resultante de mayor o menor amplitud”.

Interferencias es un blog de Amador Fernández-Savater y Stéphane M. Grueso (@fanetin), donde también participan Felipe G. Gil, Silvia Nanclares, Guillermo Zapata y Mayo Fuster. Palabras e imágenes para contarnos de otra manera, porque somos lo que nos contamos que somos.

El Estado chantajista

RAE, chantaje

Stéphane M. Grueso

La multa.

Hace unos días ya que me he dado cuenta, y ha sido de la forma más banal que pueda imaginar. He recibido una multa de tráfico de aparcamiento. La multa es de 90€ con la posibilidad de una reducción del 50% a “sólo” 45€ “si se abona en 20 días naturales”.

Ah, muy bien. Has hecho mal (se supone). Te sancionan. El Estado recauda rápido y tu ahorras parte, perfecto. Pero entonces leo: “El pago con reducción comporta la renuncia a formular alegaciones, la terminación del proceso sin necesidad de dictar resolución, la firmeza de la sanción desde el momento del pago y la imposibilidad de interponer recurso administrativo.”

O sea, que para poder tú alegar algo, para poder defenderte, ya no puedes contar con el descuento… OK a ver… Entiendo que el descuento es algo opcional que el Estado te ofrece, una ventaja, una mejora. Me cuesta verlo, pero bueno, venga. Lo compro.

Esa vocecilla en mi cabeza.

La cosa es que del fondo de mi cabeza no se me quita un soniquete, imagino oír una y otra vez voz que me está diciendo: “A ver majete: tú paga los 45€ y no te metas en un lío…, que al final, si ganas, estarás muy satisfecho y eso, JAJAJA, pero como poco te habrá costado un puñado de horas de trabajo, molestar a alguien que sepa de derecho y un mínimo 200€ si llegas a lo Contencioso Administrativo… Tu veras, chavalote… Que por 45€ lo ”solucionas“ al instante, JAJAJA”

Vamos, que siento que de alguna forma el Estado, en vez de ofrecerme una ventaja, de ayudarme, con esta “oferta” me está “chantajeando”.

Estados que te cuidan, Estados que quieres que te dejen en paz y Estados que te chantajean.

La verdad, encontrarte con que tu Estado te chantajea de esta forma, pues no es agradable. No. Te enfada. Una vez más. Y entonces te pones a pensar… a pensar en los miles de ejemplos que existen de ese chantaje más allá de tu ridícula multa, a pensar en Europa, en la Europa que conocemos, la que sí queremos, esa Europa que (en parte) todavía existe, aquella en la que el Estado te protege.

Sí, te cuida, te da recursos si te van las cosas mal, sanidad, educación… Te protege de injusticias (en parte, insisto). Eso, todavía existe. Lo conocí de primera mano viviendo en Alemania. Y además de en Europa, esos mismos cuidados nos los podemos encontrar en más sitios del mundo.

Después tenemos otro tipo de estados donde lo mejor que te puede pasar es: no tener nada que ver con él. Bangladesh, por ejemplo, que conozco un poco de haber rodado unos documentales allí, y donde, por regla general nadie quiere tener NADA que ver con el estado. “Que me dejen en paz”, básicamente. “Ya me busco yo la vida”. En Marruecos me parece que también hay parte de eso. Y ese “dejarme tranquilo”, es una petición en las dos direcciones. Algo como: “no intentes que pague impuestos o tasas, que ya sé yo que soy el que tengo que organizarme (y pagar) para asfaltar o traer luz a mi barrio, y lo mejor que me puede pasar, es que me dejes en paz.”

Hasta ahora tenemos el tipo de Estado que te cuida y el que quieres que te deje en paz. Y aquí llega nuestra querida España, este estado del chantaje. Desde la tontería esta de la multa, hasta, como nos muestra casi cualquier noticia de actualidad, cuestiones bastante más importantes como la reacción de Ignacio González (PP), presidente del Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid, que, ante lo sucedido en la Comunidad Valenciana con su televisión (sí, otro presidente pasándose por el forro una decisión judicial…) no se le ocurre otra cosa que decir que: cerrará Telemadrid “si los sindicatos lo hacen inviable…(en realidad está diciendo: si el Tribunal Supremo declara nulo el ERE, al igual que ha pasado en Valencia)

O sea, nuestro presidente, NOS CHANTAJEA igualmente. No es que sorprenda a estas alturas, la verdad. Otra muestra de este ‘chantaje’ sería el deterioro de los sistemas públicos de salud con idea de que te saques un seguro privado, sí, de cualquiera de esas empresas de sus amigos. Y ejemplos de esto hay, mil.

Así estamos amigos. Viviendo en una sociedad del chantaje. Bárcenas chantajea a Mariano Rajoy, Comunidades Autónomas chantajean al Gobierno central, (y vice versa, claro), miembros de partidos políticos se chantajean entre sí, tu Gobierno te chantajea a ti…

Pues amigos, yo no quiero vivir en una sociedad así. Si me multan, que me multen. Si hay que cerrar una televisión o un hospital, que lo hagan. Pero que lo hagan bien. Que cumplan la ley, que no corten esquinas, que mantengan un mínimo de ética en el proceso, que lo expliquen y asuman las consecuencias.

Porque yo, desde luego, no estoy dispuesto a vivir en un estado chantajista. Ni siquiera me conformo con el modelo de Estado “déjame en paz”. [Y espero que mucha otra gente tampoco.]

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Interferencia (Wikipedia): “fenómeno en el que dos o más ondas se superponen para formar una onda resultante de mayor o menor amplitud”.

Interferencias es un blog de Amador Fernández-Savater y Stéphane M. Grueso (@fanetin), donde también participan Felipe G. Gil, Silvia Nanclares, Guillermo Zapata y Mayo Fuster. Palabras e imágenes para contarnos de otra manera, porque somos lo que nos contamos que somos.

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