La operadora del gasoducto ruso Nord Stream 2 afirma que la fuga se ha detenido
La empresa Nord Stream 2 ha afirmado este sábado que las fugas de gas detectadas en la tubería submarina rusa se han detenido. Un portavoz de la compañía ha informado, según la agencia AFP, de que la presión del gas y del agua han alcanzado un puto de equilibrio que impide que el material siga fluyendo desde el conducto hasta el mar como hasta ahora.
Esta suspensión de la filtración solo afecta al segundo de los dos conductos rusos Nord Stream. Los gobiernos danés y sueco detectaron esta semana varias fugas en las dos tuberías, que conectan energéticamente Rusia y Alemania, un suceso muy poco probable que ha llevado a las potencias implicadas, así como a Estados Unidos y Rusia, a hablar de “sabotaje”.
Desde que se detectaron las fugas, el gas ha estado emanando hacia la superficie del agua de forma ininterrumpida y ha formado sobre el mar, al entrar en contacto con la atmósfera, una piscina de burbujas de más de un kilómetro de diámetro. El gas natural está compuesto esencialmente de metano, lo que ha levantado la preocupación de los organismos internacionales por el posible impacto climático que pueden tener las fugas.
Antes de la comunicación del portavoz de Nord Stream 2, Dinamarca ha lanzado un comunicado en que el decía que el conducto ruso ya había expulsado todo el gas que albergaba en su interior. Las autoridades danesas han informado de que, aparentemente, el gas ha dejado de emanar del segundo tubo tras haberse agotado el material que albergaba. “El consorcio Nord Stream ha informado a la Dirección General de Energía de Dinamarca de que parece que se ha alcanzado una presión estable en las tuberías del Nord Stream 2. Esto apunta a que la fuga de gas ha llegado a su fin”, ha comunicado en su cuenta en la red social Twitter este organismo danés.
Las interpretaciones difieren por tanto sobre si el gas que albergaba el conducto ha salido completamente hacia el exterior de la tubería o en cambio la presión del agua ha superado a la del gas remanente.
Las autoridades danesas informaron hace cuatro días de que ya había salido más de la mitad del gas de los dos tubos y que el flujo podría detenerse este domingo, lo que permitiría iniciar una exploración submarina. En su anterior previsión de ayer apuntaban a que el Nord Stream 2 podría estar vacío de gas ya hoy y que el otro conducto lo haría mañana.
Nord Stream es un conjunto de dos gasoductos que conectan directamente las ciudades rusas de Vyborg y Ust-Luga con Alemania. Con una longitud de 1.224 kilómetros, juntos tienen una capacidad de transportar 110.000 millones de metros cúbicos de gas al año (toda la UE consume alrededor de 397.000 millones de metros cúbicos de gas).
Los sectores eléctricos y gasísticos de Dinamarca y Suecia han elevado el nivel de alarma sobre sus instalaciones con motivo de las fugas y lo mismo ha hecho la vecina Noruega, a pesar de que no tiene costa en el Báltico, incluyendo presencia militar. Ninguno de los dos gasoductos estaba en servicio cuando se produjeron los accidentes.
El primero interrumpió los suministros hace semanas, al alegar Moscú problemas técnicos, mientras que el segundo nunca entró en funcionamiento, puesto que el canciller Olaf Scholz lo bloqueó a raíz del reconocimiento por Moscú de las autoproclamadas repúblicas separatistas del Donbás, en febrero, poco antes del inicio de la guerra.
Tanto los países afectados como el resto de la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Rusia hablan de sabotaje, aunque difieren en cuanto a la posible autoría. Moscú ha acusado a los anglosajones de estar detrás, incidiendo en las presiones desde hace años de Washington para paralizar el proyecto, mientras algunos países occidentales han apuntado en la dirección contraria.
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