Una manifestación contra la brutalidad policial en París se salda con altercados y una veintena de detenidos
Una manifestación multitudinaria organizada este martes en París para denunciar la muerte de un joven negro al ser detenido en 2016, tras conocerse un informe forense que atribuye su fallecimiento a la policía, ha derivado en altercados y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que han provocado 18 detenidos y un herido.
Unas 20.000 personas, según la Prefectura de la Policía, se concentraron desde media tarde junto al nuevo Palacio de Justicia, en la localidad de Clichy al norte de París, convocados por el colectivo “La Verdad para Adama”, en referencia al joven fallecido, Adama Traoré).
Durante horas la protesta se desarrolló sin incidentes, pero degeneró hacia las 21:00 locales con altercados protagonizados por algunos de los participantes, que quemaron mobiliario urbano y de una comisaría, ocuparon algunas vías de comunicación, y la policía intervino con el lanzamiento de gases lacrimógenos.
Los manifestantes blandieron pancartas en las que reclamaban “justicia” para Traoré y otras que recogían los lemas que se repiten en Estados Unidos por la muerte de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis.
La manifestación, convocada a través de las redes sociales a las puertas del Palacio de Justicia de París, reunió a miles de personas, pese a la prohibición expresa de las autoridades ante el estado de emergencia sanitaria que vive el país por la COVID-19.
Entre los lemas de los manifestantes, algunos mostraban su apoyo a George Floyd, pero la mayoría pedían “justicia” para Adama Traoré, fallecido en 2016 en la Gendarmería de Persan, también al norte de la capital.
Tras una persecución con la policía, Traoré de 24 años fue detenido en Beaumont sur Oise y reducido en el suelo con una técnica policial que, según la familia, le causó la muerte horas después, una hipótesis que no confirman los peritajes realizados por la justicia.
Los abogados de la familia han presentado este martes las conclusiones de un nuevo informe médico efectuado al margen del procedimiento judicial y que sostiene que la dureza de la detención provocó su muerte. Los abogados de la familia creen que la justicia francesa está haciendo todo lo posible por proteger a los gendarmes.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, ha condenado los altercados al tiempo que ha insistido en que este tipo de manifestaciones están prohibidas para evitar la circulación del coronavirus. “Felicito a las fuerzas de seguridad y de primeros auxilios por su control y su sangre fría”, ha escrito en un mensaje difundido en Twitter.
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