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The Guardian en español

“Si no despiden a esa agente, esto irá a más”: enfado en Minneapolis por la muerte de un afroamericano a manos de la policía

Manifestantes protestas cerca de la comisaría de Brooklyn Center, Minnesota, por la muerte de un joven afroamericano.

Amudalat Ajasa / Oliver Laughland

Brooklyn Center (Minnesota) —

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Entre la llovizna y el cielo gris del lunes, Bethany Hemrich acudió a presentar sus respetos cerca del lugar donde una agente de policía había matado a tiros a Daunte Wright, de 20 años, menos de 24 horas antes.

El cordón policial amarillo todavía colgaba de un árbol cercano en la intersección de la 63 y la Avenida Lee, y Hemrich, que vive a algo más de un kilómetro de distancia, llevó consigo flores y globos para recordar al joven afroamericano fallecido a manos de la policía el domingo por la tarde.

“Como madre de un niño negro, no me lo puedo ni imaginar”, dice Hemrich, que es blanca. “Mi hijo tiene 10 años, lo llevé al memorial de George Floyd y tuve que explicarle el racismo”.

“No tenían que matarlo. Siento que si fuera una persona blanca, no le habrían disparado”, añade con la voz quebrada.

Wright murió durante un control de tráfico en el centro de Brooklyn, en Minnesota, el domingo por la tarde, cuando una agente de policía, que aún no ha sido identificada, le disparó por error con la pistola de fuego en lugar de con la pistola eléctrica, según informó el departamento.

El lunes por la tarde, la policía hizo públicas las imágenes de las cámaras corporales del incidente, en las que se ve a Wright forcejeando brevemente con un agente mientras es retenido fuera de su coche. A continuación, le disparan cuando vuelve a entrar en el coche. “Mierda. Acabo de dispararle”, dice la agente mientras el coche se aleja.

Brooklyn Center, un suburbio de Minneapolis, se encuentra a menos de 24 kilómetros al norte del lugar en el que George Floyd fue asesinado por el ahora expolicía de Minneapolis Derek Chauvin en mayo del año pasado. La muerte de Floyd se ha convertido en un símbolo de los cientos de personas que se calcula que han muerto a manos de la policía en Minnesota y de la actuación policial racista en todo el mundo.

La muerte de Wright se produjo justo antes de que comenzara la tercera semana del juicio por asesinato de Chauvin, y muchos de los que acudieron a protestar frente al departamento de policía de Brooklyn Center dijeron que el incidente había aumentado aún más las tensiones.

“Esto sólo ha añadido gasolina al fuego. Estamos cansados y encendidos, y esto no hace más que añadir gasolina a las llamas que ya han estado ardiendo”, decía Quinn Redeemed, de 46 años, que condujo 35 minutos para protestar frente al departamento de policía de Brooklyn Center el lunes por la mañana.

El domingo por la noche, cientos de manifestantes se enfrentaron a la policía, que iba vestida con equipo antidisturbios y utilizó gases lacrimógenos, descargas eléctricas y otras municiones contra la multitud.

“La policía se quedó allí como si estuviera preparada para la guerra”, dice Toshira Garraway. Garraway, fundadora de Families Supporting Families Against Police Violence (Familias que apoyan a las familias contra la violencia policial), estaba organizando una manifestación en favor de su prometido, Justin Teigen, que murió a manos de la policía de Saint Paul en 2009, justo en el momento en que Wright fue asesinado.

Garraway retrasó el acto para unirse a los manifestantes en Brooklyn Center tras conocer la noticia de la muerte de Wright. “La policía estaba golpeando sus armas con los dedos y haciendo todo tipo de tácticas intimidatorias”, cuenta.

El lunes, un pequeño grupo de manifestantes se congregó bajo la llovizna mientras un grupo de agentes de policía vestidos con equipo antidisturbios y tropas armadas de la Guardia Nacional fortificaban la sede de la policía.

Al tiempo que el jefe de policía de Brooklyn Center, Tim Gannon, mostraba al público las imágenes de las cámaras corporales, un pequeño grupo de activistas estaba en la sala. Algunos de ellos lloraron al ver las imágenes. Otros gritaban de indignación.

Garraway dice que ver morir a Wright la puso nerviosa por su hijo, de 15 años. “Miras una foto de [Wright] y [luego] de mi hijo y él se parece a mi hijo”. “La policía siempre dirá: 'Tenía miedo, o fue un accidente'. Pero el hecho es: esto fue un asesinato. Si no la despiden, esto va a ir a más”, añade.

En el exterior, Redeemed reflexionaba sobre la última agitación en la ciudad. “El mundo necesita ver realmente lo que está pasando. Y ahora, el mundo está mirando a Minnesota, así que tiene que ocurrir y empieza aquí”.

Traducido por Javier Biosca

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