Putin ordenó sacar su superyate de Alemania poco antes de invadir Ucrania y recibir sanciones, según una investigación
El presidente ruso, Vladímir Putin, trasladó su superyate valorado en 100 millones de dólares (92 millones de euros) desde un astillero alemán a Rusia pocas semanas antes de ordenar la invasión de Ucrania, según documentos secretos publicados en una nueva investigación.
Una organización anticorrupción rusa creada por el líder opositor encarcelado Alexéi Navalni afirma que varios correos electrónicos muestran que el presidente ruso ordenó el traslado urgente del superyate de 82 metros, llamado Graceful, desde un astillero de Hamburgo, donde estaba siendo sometido a una reforma valorada en 32 millones de dólares, antes del 1 de febrero de 2022.
Unas fotos muestran cómo el 7 de febrero el barco es remolcado fuera de Hamburgo rumbo al enclave ruso de Kaliningrado, después de que el astillero incumpliera el plazo del 1 de febrero.
Solo 17 días después, el 24 de febrero, Putin ordenó la invasión total de Ucrania. Tras la invasión, Estados Unidos, Reino Unido y la UE impusieron sanciones a los activos rusos en el extranjero, y decenas de superyates propiedad de oligarcas fueron incautados en todo el mundo.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Gobierno estadounidense incluye al Graceful en la lista de “bienes bloqueados en los que tiene intereses el presidente Vladímir Putin”.
El Graceful, cuyo nombre en clave es también Kosatka, o ballena asesina, y que cuenta con una piscina cubierta de 15 metros convertible en pista de baile, es solo uno de los varios superyates vinculados a Putin.
Los correos electrónicos
Un correo electrónico enviado al astillero Blohm+Voss de Hamburgo el 19 de enero de 2022 decía: “El armador desea que el Graceful sea llevado a la Federación Rusa el 1 de febrero... Por favor, movilicen una tripulación sin interrupciones, dos turnos”. Continuaba: “Por favor, aceleren todos los trabajos que puedan interferir con la salida del Graceful el 1 de febrero”.
Los correos electrónicos decían que el propietario quería trasladar el barco a Rusia para completar las obras. “El propietario no está contento con el reacondicionamiento. No está satisfecho con los retrasos en el proceso de construcción”, reza el correo electrónico de SCF Group, la mayor naviera rusa. Se esperaba que las obras duraran más de un año.
Los correos electrónicos han sido revelados en un informe de la periodista de investigación rusa Maria Pevchikh, que dirige una fundación anticorrupción creada por Navalni.
“La mitad del país se ve obligada a recaudar dinero para comprar ropa interior y calcetines para los soldados movilizados, y para fabricar velas de trinchera, mientras que la persona que desencadenó esta guerra gasta 3.000 millones de rublos solo en reparaciones y compras para su yate”, dice su informe.
El mayor superyate de Putin, el Scheherazade, valorado en 700 millones de dólares, ha sido incautado en el puerto italiano de Marina di Carrara, donde estaba siendo reparado. Estados Unidos también le señala como propietario de un superyate más pequeño llamado Olympia, valorado en 22 millones de dólares.
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