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The Guardian en español

Reino Unido ofrecerá la tercera dosis contra la COVID-19 a los mayores de 50 años

Imagen de archivo de Boris Johnson.

Aubrey Allegretti / Peter Walker

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El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, confirmará este martes el inicio del plan para administrar una dosis de refuerzo contra la COVID-19 a los mayores de 50 años, después de que los científicos del Gobierno aprobaran finalmente las vacunas para los menores de entre 12 y 15 años.

Johnson ha decidido acelerar el programa de vacunación antes de lo que los responsables del Gobierno creen que será un segundo invierno difícil para hacer frente al virus. El primer ministro también manifestará su oposición a cualquier nuevos confinamientos este año.

En una rueda de prensa este martes por la tarde, Johnson destacará la necesidad de mantener algunas medidas en reserva, que podrían incluir la vuelta al uso obligatorio de mascarillas en algunos entornos, pedir a la gente que trabaje desde casa cuando sea posible y la reintroducción del distanciamiento social en toda Inglaterra.

Sin embargo, el programa de vacunación será el eje central de su estrategia para tratar de mantener las hospitalizaciones y muertes por COVID-19 en niveles manejables durante los meses más fríos, cuando es más probable que la gente se reúna en interiores y en el período previo a la Navidad.

No obstante, los planes para ofrecer vacunas a los niños de entre 12 y 15 años aprobados este lunes por los cuatro jefes médicos de Reino Unido provocaron de inmediato la preocupación de los sindicatos de la enseñanza, que han advertido de que se estaba poniendo a los colegios en una posición “desagradable”. Piden a los secretarios del Gobierno que confirmen que el programa será supervisado por especialistas para que los profesores no se vean envueltos en cuestiones de consentimiento o tengan que lidiar con la reacción de los grupos antivacunas.

Un organismo del Servicio Nacional de Salud en Inglaterra (NHS, por sus siglas en inglés) ha dicho a las escuelas que espera que las primeras inyecciones se administren en seis semanas.

Es esencial que el Gobierno confirme inmediatamente que el proceso que rodea a las vacunas será dirigido y supervisado en su totalidad por los equipos médicos apropiados“, dice Paul Whiteman, secretario general de la Asociación Nacional de Directores de Colegios.

El plan de Johnson

El Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI, por sus siglas en inglés) aprobó que se administren refuerzos a todas las personas mayores de 50 años y a las clínicamente vulnerables, ante el temor de que la inmunidad disminuya.

Se espera que el despliegue adopte la misma forma que la primera fase de distribución de la vacuna contra la COVID-19, iniciada en diciembre de 2020, dando prioridad a las personas de mayor edad antes de ofrecer las inyecciones a los grupos de menor edad.

Sajid Javid, ministro de Sanidad, hablará en la Cámara de los Comunes y confirmará la medida y Johnson responderá a las preguntas de los medios de comunicación en una rueda de prensa al final de la tarde.

“La pandemia está lejos de haber terminado, pero gracias a nuestro magnífico programa de vacunas, a los nuevos tratamientos y a las pruebas, somos capaces de vivir con el virus sin restricciones significativas en nuestras libertades”, dirá Johnson. “Hoy expondré un plan claro para otoño e invierno, cuando el virus tiene una ventaja natural, para proteger los avances que hemos conseguido”.

Aunque se espera que renuncie a algunos de los poderes de emergencia para la COVID-19, el Gobierno seguirá manteniendo la capacidad de imponer un confinamiento y decir a las personas que den positivo que se pongan en cuarentena.

No a los pasaportes de vacunación

Y a pesar de haber anunciado durante el verano que se exigirían pasaportes de vacunación para entrar en clubes nocturnos y otros lugares de gran afluencia de público, también se espera que Johnson confirme lo que Javid dijo este domingo: los polémicos documentos no se implantarán el 1 de octubre. Sin embargo, la política se mantendrá en reserva, para frustración de decenas de diputado tories, que se disponían a votar en contra de esa medida para acabar con ella.

Muchos pensaban en privado que las posibilidades de que se aprobara la legislación para introducir los pasaportes vacunas eran escasas, dado el alto nivel de oposición entre los propios diputados de Johnson, y han dicho a The Guardian que el Gobierno debería descartar su implantación por completo. “El propio concepto de pasaportes de vacunas debe ser descartado para siempre, ya que son fundamentalmente anticonservadores, discriminatorios y conducirían a una sociedad de dos niveles que estoy seguro de que nadie quiere ver”, dice uno de ellos.

El “plan de invierno” de Johnson preparará a la gente para lo que los laboristas han advertido que podría ser “el peor invierno que se recuerda” para el NHS, ya que se espera que la doble carga de la COVID-19 y la gripe ejerza aún más tensión en el sistema sanitario.

Una fuente del Gobierno dice que para evitar otro confinamiento el primer ministro anunciaría el posible regreso de “los tipos de intervenciones que hemos visto antes”. “Solo hay que elegir en qué combinación y a qué nivel de casos, muertes y hospitalizaciones podrían activarse”.

El debate sobre las terceras dosis

La decisión sobre las dosis de refuerzo se ha convertido en una de las cuestiones más prolongadas y complejas que el JCVI ha abordado durante la pandemia, con un importante debate sobre si cualquier inmunidad adicional concedida por terceras dosis masivas aporta un beneficio neto para la salud pública, teniendo en cuenta los recursos involucrados y el impacto potencial en áreas como otros programas de vacunación.

El jueves de la semana pasada, el comité celebró una reunión sobre el tema que duró más de cuatro horas y sus miembros recibieron advertencias muy estrictas de no hablar con los medios de comunicación.

Mientras el JCVI decidía, aumentaba la presión implícita del Gobierno para que se acordara un programa de refuerzo generalizado, ordenando al NHS que se preparara para un despliegue inmediato una vez que se alcanzara el acuerdo.

Algunos políticos y científicos, como Sir Jeremy Farrar, director del Wellcome Trust, también han subrayado que sería injusto que Reino Unido desplegara las vacunas de refuerzo mientras millones de personas en los países más pobres aún no tienen acceso ni siquiera a una primera vacuna, y advirtieron que esto podría llevar a la creación de nuevas variantes potencialmente preocupantes.

En relación a los viajes internacionales, no se espera que se anuncien este miércoles nuevas normas, pero podría ocurrir a partir de este jueves. Se espera que las listas roja, ámbar y verde sean sustituidas por una lista de países “aptos” y “no aptos”, accediendo así a la antigua petición de los laboristas de un sistema más sencillo de dos niveles.

Fuentes citadas por The Guardian han dicho que el plan incluye un incentivo intencionado para fomentar que la gente se vacune, eliminando el requisito de la cuarentena y la prueba PCR para los que regresen de lugares “aptos”, pero manteniéndolo para los que no tengan la pauta completa.

El lunes se registraron 30.825 nuevos casos de COVID-19 y 61 muertes en Reino Unido, una cifra inferior a los recientes datos diarios debido al retraso de las notificaciones durante el fin de semana.

Traducido por Lara Lema

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