Análisis PES 2015, Konami hace por fin los deberes
Hablar del historial reciente del que en su día fue el rey indiscutible en su género, es recapitular sobre un episodio dramático, repleto de decepciones y bandazos de un lado a otro sin apenas un paso en la dirección correcta.
La saga Pro Evolution Soccer no supo adaptarse a la anterior generación de consolas, ofreciendo títulos que no sólo perdieron la magia de sus más que aclamadas versiones para PS2, sino que fue capaz de lanzar al mercado algunas chapuzas indecentes que provocaron una fuga masiva de usuarios hacia la franquicia rival.
Aunque durante todos estos años se vieron algunas entregas que al menos podían ser tildadas de decentes, jamás llegaron a recuperar el trono perdido, la saga necesitaba una renovación de base, un cambio brusco de dirección para retomar el sentido común y volver sobre sus pasos para replantear buena parte de los conceptos, mecánicas jugables y todos esos despropósitos técnicos que le arrastraron al fondo del abismo.
La edición del año pasado desde luego prometía, pero a pesar de la renovación de su motor gráfico y del nuevo equipo al cargo, quedó en poco más que una nueva decepción para añadir a la lista. Uno de sus principales problemas tuvo que ver precisamente con la nefasta adaptación del Fox Engine de Kojima que provocaba continuas caídas de framerate capaces de consumir la paciencia de los usuarios más tolerantes.
Por suerte, con PES 2015 llega un segundo intento para la nueva generación, y por primera vez en muchos años, nos alegra admitir que nos ha provocado una gran primera impresión tras nuestras sesiones de juego iniciales.
Los frutos de optimizar Fox Engine
Los frutos de optimizar Fox EngineLo primero que llama la atención en esta nueva entrega es un renovado apartado gráfico que aparte de ofrecer todo tipo de pequeños detalles como las briznas de hierba del campo o las costuras de un balón recreado a la perfección, consigue funcionar de forma fluida y sin contratiempos, independientemente de lo que se muestre en pantalla. Ni caídas de framerate, ni movimientos a trompicones por sobrecarga de procesamiento. PES 2015 hace esta vez buen uso del Fox Engine, y lo cierto es que rinde como debería haber rendido el año pasado.
La labor de Konami para aprovechar el potencial del motor gráfico se ve también reflejada en las animaciones de los jugadores, que sin ser impecables se muestran más naturales que nunca. Puede que en determinados momentos se produzcan algunas pequeñas brusquedades, especialmente en los cambios repentinos de acción o movimiento, pero en líneas generales cumplen su función de forma notable.
La física del balón siempre se ha tratado de uno de los puntos fuertes de la saga, y en esta ocasión no ha perdido un ápice de realismo. Los nuevos efectos en el aire y su comportamiento en función de la longitud del césped cuadran perfectamente con cada uno de los movimientos que realizan los jugadores, de hecho, es el juego donde mejor se trasmite la contundencia de un buen golpeo, consiguiendo una agradable sensación de peso muy diferente al efecto “balón de playa” que se suele ver en otros juegos del género.
La buena noticia, es que tanto las animaciones como el comportamiento del balón, están al servicio de unos controles precisos y eficaces. Algunos de los aspectos más criticados en anteriores ediciones era precisamente el retardo que provocaban algunas animaciones, desde que nosotros dábamos una instrucción, hasta que el jugador la ejecutaba. Konami ha tomado buena nota de las críticas y ahora los controles son por fin, nos permiten realizar acciones de forma prácticamente instantánea, permitiendo que todo fluya y desarrolle como cabe esperar en cualquier juego que exija un mínimo de precisión.
Para concluir con el aparado visual, no podemos dejar de comentar uno de los temas más discutidos siempre en cualquier título deportivo: los parecidos con los jugadores de carne y hueso. Aunque PES 2015 cumple con creces su cometido, en ocasiones veremos unos jugadores con un modelado un poco rácano en términos técnicos. Sí, las superestrellas se parecen todas a su homónimo de la vida real, pero los jugadores de segundo plano, a veces cuentan con un aspecto bastante artificial y unas animaciones faciales que a veces provocan gestos realmente cómicos, especialmente durante algunas celebraciones.
PES como en los viejos tiempos
PES como en los viejos tiemposPero dejando de lado la faceta técnica del juego, PES 2015 cuenta con otras virtudes olvidadas durante estos últimos años, y una de ellas es el perfecto ritmo de los partidos, que cuentan con un desarrollo creíble, sin frenesís goleadores y con el punto de equilibrio justo entre regates individuales y “tiki-taka”.
Hay aspectos por pulir, como el sistema de defensa que podría dar más de sí, y una IA que todavía hace aguas en algunas jugadas críticas, pero una vez más, el juego trasmite la misma intensidad que el fútbol real, y eso siempre que hablamos de un simulador, es un punto muy a tener en cuenta.
Aun así, cuenta con algunos inconvenientes que lastran más de la cuenta la experiencia, como una física de impacto entre jugadores que provoca situaciones muy poco realistas en determinados momentos, una extraña obsesión del balón por estrellarse contra los palos y el larguero, y el que a nuestro parecer es el peor de todos: unos árbitros capaces de sacar una tarjeta roja por parpadear mientras permiten entradas propias de un carnicero rompe piernas sin escrúpulos.
Modalidades y juego online
Modalidades y juego onlineEn cuanto a las opciones disponibles, no tendremos grandes novedades más allá de un puñado de retoques a los modos Liga Master y Ser una leyenda. Donde sí se incorporan algunas nuevas ideas es en el modo My Club, donde gestionaremos un equipo compuesto por jugadores de bajo nivel que tendremos que hacer llegar a lo más alto, y en la influencia del entrenador en nuestro equipo, que puede variar significativamente su planteamiento táctico en función de uno u otro.
PES 2015 nos trae una mejora importante respecto a otras entregas anteriores en el juego online, que por fin, parece funcionar en condiciones sin ese horrible lag que llegó al punto de resultar injugable. Los partidos fluyen sin complicaciones, ni ralentizaciones, ni caídas repentinas, es un aspecto muy básico sí, pero es algo que llevaba lastrando la franquicia desde hace años, y por fin, alguien ha sabido ponerle remedio.
Hay distintas opciones disponibles, desde partidos amistosos a divisiones y campeonatos en línea, y todos ellos cumplen con el cometido de ofrecer una buena experiencia futbolística con el atractivo de enfrentarse a jugadores reales, aunque cuenta con algún inconveniente que puede provocar algún que otro desencanto. Hablamos de la increíble facilidad con la que se cuelan los pases en profundidad entre las líneas de defensa, incluso en los saques de banda. Al jugar contra la IA, puede no resultar especialmente llamativo, pero jugar online es otra historia, porque siempre hay jugadores al acecho de características que explotar, y esta sin duda, es una de ellas.
Esas dichosas licencias…
Esas dichosas licencias…Por último, siempre que hablamos de PES, hay que reservar un hueco para las licencias, que una vez más, vuelven a ser uno de los talones de Aquiles de la franquicia. Aunque contaremos con licencias tan atractivas como la Champions League, la Europa League y la Copa Libertadores, sigue habiendo vacíos importantes en ligas tan importantes como la Premier inglesa, que seguirá contando con nombres como London FC.
Por suerte para los aficionados locales, la Liga BBVA estará al completo, así como algunos campeonatos de segunda división, pero sigue quedándose escaso en la adquisición de derechos y duele ver a equipos de la talla del Bayern de Munich englobados en un grupo tan genérico como “Otros equipos europeos”.
Conclusiones
ConclusionesEn resumidas cuentas, PES 2015 es la evolución necesaria y un gigantesco paso en la dirección correcta. Es cierto que vista la trayectoria reciente de la serie, puede que nos estemos dejando llevar por el entusiasmo alabando virtudes que deberían estar implementadas desde hace tiempo, pero lo pasado, pasado está y lo cierto es que esta nueva entrega ofrece una experiencia futbolística perfectamente comparable con la de su principal rival.
También es cierto que dista de tratarse de un juego perfecto, porque sigue arrastrando problemas de IA y de aspectos concretos del juego, pero por primera vez podemos decir que virtudes como el aspecto visual o el perfecto ritmo de los partidos compensan esas carencias.
La conclusión es que Konami ha hecho los deberes, impulsando a una franquicia y reestructurando a un equipo que padecía de incapacidad para tomar las decisiones correctas. Si no se desvían demasiado de esta nueva senda, tendremos grandes obras en el futuro, y quién sabe, lo mismo hasta recupera su trono, porque desde luego este año le ha dado toda una lección de ambición por superarse a su principal competidor, que parece empezar a caer en el mismo error que acabó destronando a Pro Evolution Soccer allá por 2007.
Lo mejor
Lo mejor
- Hay cambios, y casi todos son en la dirección correcta
- El Fox Engine optimizado da muy buenos resultados
- El ritmo de los partidos y la respuesta de los jugadores vuelve a estar a la altura
- ¡Por fin se puede jugar online sin problemas!
- No es el PES que llevábamos años esperando, pero se aproxima mucho
- Las distintas modalidades, aunque no hay grandes novedades, siguen dando mucho juego
Lo peor
Lo peor
- LA IA todavía tiene mucho margen de mejora
- Los modelados de algunos jugadores resultan muy artificiales
- Los palos y el larguero parecen tener su propio campo gravitacional
- Los árbitros son demasiado erráticos
- Lo increíblemente efectivos que resultan los pases en profundidad, se pueden explotar en el multijugador
- Las dichosas licencias…