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Dragon Age Inquisition, el regreso a los orígenes

Dragon Age III Inquisition Gamescom 2014

Jaime Pérez

La saga Dragon Age es uno de esos casos donde tras una primera entrega memorable, se cometió el error de innovar en la dirección equivocada provocando que se dejaran de lado algunos de los elementos clave de su éxito en favor de otros aspectos que sólo supusieron un paso atrás en su original planteamiento.

Dragon Age II fue un gran juego, pero pecó de un estilo mucho más enfocado a la acción y al hash’n slash, lo cual restó protagonismo a la faceta táctica, que fue ni más ni menos, lo que consiguió encandilar a miles de fans que encontraron en él, la mezcla perfecta de estrategia y RPG.

Pero de los errores se aprende, y en esta ocasión tras absorber toneladas de críticas en sus foros, Bioware presenta un nuevo título que pretende recuperar la esencia del original, añadiendo el evidente salto técnico que ofrece tanto la nueva generación de consolas como los PCs de hoy en día, y un mundo abierto como principal novedad en la franquicia.

La historia, o lo que se sabe de ella

La historia, o lo que se sabe de ellaDragon Age Inquisition nos pone en la piel del Inquisidor, el encargado de parar los pies al villano de esta historia, un ser conocido como El Antiguo que regresa para convertirse en un nuevo y malvado dios trayendo consigo toda una legión de criaturas demoníacas con muy malas pulgas. En nuestra cruzada por detener su avance, nos iremos aliando con determinados individuos que no sólo podremos incluir en nuestro grupo de personajes controlables, sino que cada uno de ellos, contará con su propia historia y trasfondo que aparte de enriquecer la trama principal, nos obligará a tomar decisiones difíciles que pueden llegar a alterar el rumbo de los acontecimientos.

La narrativa siempre ha sido uno de los puntos fuertes en los juegos de Bioware, y esta nueva entrega de la saga Dragon Age no será una excepción. Con más de un millón de palabras en sus líneas de diálogo promete convertirse en una de las historias más extensas contadas en un videojuego, a lo que se suma la interacción emocional entre los personajes principales que nos llevará a vivir situaciones de tensión, enfrentamientos, afecto, e incluso historias de amor.

Un RPG táctico, como en los viejos tiempos

Un RPG táctico, como en los viejos tiemposDejando de lado la trama, Dragon Age Inquisition contará con algunas de las facetas clave que definen tanto el género de la estrategia como el de los RPG. Para empezar, tendremos a nuestra disposición la pausa táctica que nos permitirá detener la acción en cualquier momento para poder asignar órdenes a cada miembro del equipo, ya sea lanzar un hechizo, utilizar una habilidad concreta, moverse a una determinada posición o atacar a uno o más enemigos concretos. De esta forma, mantenemos un control casi absoluto de lo que ocurre en el campo de batalla, a pesar de que será la IA la que se encargue de controlar los personajes que no manejemos directamente cuando regresamos a la acción.

La pena es que de momento, el material al que hemos tenido acceso resultaba casi opcional recurrir a esa pausa táctica, porque la efectividad de nuestros compañeros, permitía avanzar sin demasiados problemas desde la cámara en tercera persona, teniendo que utilizarla únicamente al enfrentarse a un jefe final o a los semi-jefes que nos vamos encontrando por las distintas secciones, algo que esperamos que se solucione al elevar el nivel de dificultad.

Sobre su faceta de RPG, uno de los aspectos más destacados serán las enormes posibilidades de personalización que tendremos sobre nuestros personajes. A la hora de crear a nuestro protagonista, contaremos con un potente editor para diseñar su apariencia a nuestro gusto, algo bastante habitual en cualquier juego del género, pero lo más interesante llega con el sistema de progresión a medida que avanzamos y aumentamos nuestro nivel.

Variedad, personalización y progresión de personajes

Variedad, personalización y progresión de personajesPodremos elegir entre 9 clases diferentes, cada una con sus propias fortalezas y debilidades, y 21 árboles de progresión que nos otorgan más de 200 habilidades y hechizos, a lo que hay que sumar otras 350 opciones en forma de mejoras para las armas y tipos de armadura e incluso 80 materiales, cada uno con sus propiedades a tener en cuenta a la hora de elaborar nuestro equipo. Todas estas cifras al menos aseguran un amplio abanico de posibilidades para hacer que cada héroe sea único en su especie, pudiendo incluso ponerles nombre a nuestras creaciones al terminar nuestras sesiones de alquimia y herrería.

El nivel de complejidad y de profundidad al hacer progresar a nuestros personajes promete ser mayor que en cualquiera de las dos entregas anteriores, y teniendo en cuenta que el grupo de personajes controlables puede ascender a nueve, tendremos entretenimiento para rato a la hora de prepararlos a todos ellos para la batalla.

Una de las novedades que tendremos en Dragon Age Inquisition será la fortaleza Skyhold, nuestra base de operaciones donde mejorar personajes y equipo, elegir misiones o planificar las zonas del mundo que queremos visitar a continuación, con el añadido extra de poder personalizar la propia fortaleza para adaptarla a nuestros gustos y preferencias.

Explorar el mundo que nos rodea será una tarea que puede llevar muchas horas dadas las dimensiones del escenario del juego. Tendremos todo tipo de ambientaciones, desde costas, a ciudades, pasando por montañas nevadas, bosques y zonas pantanosas, todas ellas accesibles desde el primer momento para explorar y descubrir sus secretos y misiones secundarias. Todavía se desconoce cuánto puede durar aproximadamente completar la trama principal, pero al ser un mundo abierto, las posibilidades suelen ir más allá de los objetivos que marca el juego. Según los responsables de Bioware, completar el juego al 100% podría llevar más de 150 horas.

Así luce un Dragon Age estos días

Así luce un Dragon Age estos díasPor último no podemos dejar de mencionar el apartado técnico del juego, que a pesar de ser un título multiplataforma, luce realmente bien en las versiones para PC, PS4 y Xbox One. Aparte del diseño de los escenarios, que en algunos momentos resultan sobrecogedores, destacan los distintos efectos que producen nuestras habilidades y hechizos, convirtiéndose en un festival audiovisual, que aunque puede resultar confuso y caótico en un primer momento, merece la pena pararse a observar sus numerosos detalles de calidad como los reflejos en los escudos tras parar proyectiles de energía, o las sombras que proyectan algunos de los hechizos más luminosos.

Lo cierto es que resulta difícil afirmar en estos momentos si Dragon Age Inquisition llegará a superar el listón establecido por la primera entrega, pero parece ir por buen camino. Habrá que esperar hasta el próximo 21 de Noviembre para saber a ciencia cierta si se cumplen todas las expectativas generadas en torno al retorno de esta saga, porque todavía ronda sobre nuestras cabezas la decepción de una también prometedora segunda parte.

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