La Operación Campamento, otro plan urbanístico estancado durante 20 años que Carmena quiere recuperar

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha logrado desatascar la Operación Chamartín, ahora Madrid Nuevo Norte, tras 25 años encallada. Pese a la oposición interna de una parte de sus concejales, el Ejecutivo de Ahora Madrid aprobaba en Junta de Gobierno el plan urbanístico para el desarrollo del norte de la ciudad, que tras pasar el trámite de alegaciones será ratificado en el Pleno municipal, dado que cuenta con el apoyo de toda la oposición: PP, PSOE y Ciudadanos. Una vez encaminada esta operación, Carmena se ha dispuesto este martes a liderar otro gran desarrollo urbanístico, ahora en el sur-oeste de la ciudad, que también lleva dos décadas estancado: la llamada Operación Campamento.

Carmena anunció durante el Debate del Estado de la Ciudad que quiere reactivarla. La Operación Campamento comprende dos grandes ámbitos, que suman algo más de nueve millones de metros cuadrados de extensión. Ocupan los solares de las antiguas instalaciones militares y la superficie de suelo no urbanizado del remate Suroeste de la Madrid, por la que transcurren los arroyos de Valchico y Meaques.

Los terrenos son en su mayoría propiedad del Ministerio de Defensa y una mínima parte pertenecen ahora a empresas vinculadas con Fomento. En los últimos veinte años, la ordenación urbanística de la zona ha contemplado todo tipo de ideas. Desde la creación de un área de centralidad urbana que acogería sedes de la administración y apenas 3.500 viviendas; a plantear un desarrollo residencial de más de 22.000, pasando por la promoción de la que se denominó Castellana del Sur.

En 2005, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero quiso que los terrenos se convirtieran en una zona residencial donde se construirían unas 11.000 viviendas en cuatro años. En 2006 comenzó la demolición de los cuarteles donde acudieron Zapatero, los entonces ministros de Vivienda y Defensa, María Antonia Trujillo y José Bono, respectivamente, la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y el exalcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón. Aunque la propiedad de los terrenos es Estatal, la ordenación urbana es competencia del Ayuntamiento y las dotacionales de la Comunidad.

Pero este plan se quedó en eso, un plan, porque nunca se desarrolló más allá de aprobarse en 2010 el Plan Parcial de Reforma Interior del ámbito de las antiguas instalaciones militares. En éste, hoy vigente, se propone, entre otras determinaciones, un máximo de 11.000 viviendas, de las cuales 7 mil tendrían algún grado de protección.

Ya con Pedro Morenés (PP) de ministro de Defensa, trascendieron las negociaciones con Wanda Group que apuntaban al desarrollo de un macroproyecto de 15.000 viviendas de lujo, hoteles y grandes superficies comerciales y un gran parque acuático. Wanda prometía una inversión de 3.000 millones de euros, pero años después cualquier iniciativa sigue a la espera, con los cuarteles ya derribados. El Gobierno de Manuela Carmena quiso negociar con el ministro un desarrollo como el que la alcaldesa anunció este martes, pero Morenés solo contemplaba la venta, según el Consistorio.

“Cuando llegamos al Ayuntamiento de Madrid, analizamos todas las grandes operaciones urbanísticas que estaban en marcha. En el caso de Campamento también estudiamos la situación y dijimos: Campamento tiene unas condiciones óptimas para desarrollar una operación 100% pública porque el suelo es del Ministerio de Defensa y, por tanto, no está sometido a ningún tipo de interés particular”, asegura este miércoles el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, en una entrevista en eldiario.es. “En su día, Manuela Carmena se reunió con el exministro Pedro Morenés y planteamos que Defensa podía acordar con el Ayuntamiento un tipo de desarrollo de este tipo, pero el Ministerio en ese momento se cerró en banda porque nos dijo que ellos tenían pensada la venta del suelo”, añade.

Con un Gobierno socialista en la Moncloa, Carmena cree ahora que es el momento de reactivar la operación. Su objetivo es ampliar el parque de vivienda pública y relanzar el suroeste de Madrid con una “gran operación”, “que no solo tiene que ser de vivienda, aunque mayoritariamente lo sea porque es una zona claramente residencial”, explica el concejal. La principal diferencia con Chamartín es que los terrenos no están cedidos a un promotor privado, entonces se podría definir todo desde cero.

Viviendas protegidas para el alquiler

El proyecto que quiere impulsar Carmena “implicará la modificación del plan parcial que se hizo en 2010 impulsado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero”, explica Calvo. “Es posible que ese nuevo plan obtenga un número de viviendas, similar (11.000) porque es la capacidad que tiene el territorio, está bien dimensionado y no tenemos que decir nada respecto a eso. Pero que no será exactamente coincidente con ese número de viviendas porque se puede incorporar algo más de actividad económica y porque hay que proteger elementos que medioambientalmente tienen un valor que el plan parcial no contemplaba”, señala.

De las viviendas que se construyan, una parte irán para el Ayuntamiento, “al menos garantizaremos que sea el 36% como en Chamartín, pero intentaremos que sean más”, afirma Calvo. Luego, otro de los propósitos del Consistorio es que el 60% de los pisos tengan algún tipo de protección: en torno al 10% irían destinadas al alquiler social. Las demás que sean municipales se destinarían a otros programas, que tienen que ver con vivienda joven, primera vivienda, vivienda de acompañamiento, viviendas de mezcla jóvenes-mayores, como las que funcionan en Vallecas, o viviendas de carácter innovador con edificios de energía positiva.

“Lo que tenemos que hacer es un programa rico en modalidades de vivienda porque queremos un barrio que en ningún caso se convierta en gueto. No queremos reproducir un modelo donde la gran parte de los realojos no tenían mezcla de población, eran personas de las mismas características, del mismo nivel de renta situadas en una única zona. No queremos reproducir ese modelo porque sabemos los problemas que genera”, asegura José Manuel Calvo.

El concejal se compromete además a que, mientras gobierne Manuela Carmena, las viviendas que sean municipales no se destinarán a la venta, solo serán para alquiler. “No destinamos a venta ninguna de las viviendas que construimos con independencia de su calificación”.

Pero Operación Campamento que quiere impulsar la primera edil no se trata de un plan inmediato. Dependerá de que revalide su mandato en las elecciones de mayo 2019, a las que ya ha anunciado que se presentará a la reelección.