INBISA comienza la rehabilitación de “Barquillo Doze”
La empresa INBISA Construcción ha comenzado las obras de rehabilitación integral del edificio de la calle Barquillo número 12, que está previsto terminar en el mes de mayo de 2016. Un inmueble propiedad de Gran Roque Capital, S.L. y que, tras las obras, albergará 16 viviendas de lujo, locales comerciales y hasta un aparcamiento robotizado de dos plantas en el subsuelo con tres niveles de aparcamiento.
Firmado por el arquitecto Iván Blanco, del estudio Aurianova Arquitectos, se trata de un complejo proyecto de rehabilitación sobre la antigua sede del Colegio Oficial de Arquitectos que tendrá un plazo de ejecución estimado de 18 meses. La dificultad principal radica en mantener la estructura y fachada originales del edificio intactas y, al mismo tiempo, construir un aparcamiento de dos plantas bajo rasante.
Según precisan desde la constructora, «se deberá ‘apear’ la cimentación actual del edificio con una estructura a conservar de más de cien años de antigüedad, para descargar el piso del inmueble sobre el nuevo pilotaje y así poder hacer el sótano accesible. Una vez estabilizado el edificio y cimentaciones colindantes, mediante ‘micropilotes’, el vaciado del sótano se realizará con un puente grúa para evacuar los contenedores de gran tonelaje en los que unas máquinas mini excavadoras depositarán la arena extraída del subsuelo».
Todo un complejo y preciso trabajo de ingeniería en el que INBISA tiene gran experiencia y que persigue conseguir un aparcamiento robotizado que facilite el acceso de los vehículos al edificio y, al mismo tiempo, ayude a optimizar el espacio de estacionamiento. Trabajos suyos son la reforma del Centro Comercial ABC Serrano; la rehabilitación de un edificio en la barcelonense Avenida Diagonal para Deka o la rehabilitación de un edificio antiguo en el Barrio Góticia para transformarlo en un hotel de la cadena Camper; o la rehabilitación de un edificio en plena Gran Vía de Bilbao para Mango.
¿Cómo será Barquillo Doze?
Como cualquier edificación residencial de alto nivel, Barquillo Doze ofrece a sus futuros inquilinos una serie de factores diferenciadores con respecto a otros edificios del barrio. Según explican en la web de la promoción de viviendas, los clientes tendrán la posibilidad de vivir en un edificio de finales del siglo XIX y, al mismo tiempo, personalizar totalmente el interior de su vivienda, eligiendo los materiales y acabados que más les gusten.
Además de una vivienda única, también destacan como elementos estrella del proyecto un aparcamiento robotizado (con capacidad para cuarenta vehículos en el sótano del edificio), amplias zonas comunes, gimnasio y cavas de vino individuales y privadas para cada piso. Todo ello desde un presupuesto inicial de 846.500 euros y a partir de los 131 m² de superficie.
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