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Las claves de la renovación total para el Teleférico de Madrid: mayor velocidad, más pilonas y un año largo de obras

Recreación de la futura estación de salida en Pintor Rosales

Diego Casado

Madrid —

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En el año 1966, Madrid abrió un teleférico para viajar desde el barrio de Argüelles al interior de la Casa de Campo, su gran parque. Para ello, tiró un cable de 2.457 metros de longitud entre ambos puntos y puso a funcionar decenas de cabinas, con intención de que transportaran a los ciudadanos desde el balcón de Rosales hasta el pulmón verde de la ciudad, a través de una concesión privada.

Cincuenta años después, en el 2016, el Ayuntamiento de Madrid recuperó con Carmena el servicio, que por entonces lo explotaba la empresa de ocio Parques Reunidos, y lo gestionó a través de la EMT, empresa pública de movilidad que pasó a ocuparse de sus instalaciones. Lo hizo hasta el año 2022, cuando cerró sin previo aviso —ya con Almeida en la alcaldía— y de manera inicialmente temporal. Luego se supo que la espera sería más larga porque habría que cambiar todas las instalaciones, sin concretar muchas fechas: el consistorio aseguró en 2023 que era necesario cambiar el cableado para volver a operar y confiaban en que los arreglos lo harían posible después del pasado verano. Pero descartó la reapertura temprana y, en lugar de eso, trabajó por una remodelación integral, que también llegará a sus estaciones y al sistema tecnológico.

Pero la Empresa Municipal de Transportes de Madrid acaba de despejar dudas. Según los documentos de la oferta para reconstruir el teleférico a los que ha tenido acceso este periódico, las nuevas instalaciones podrán ponerse de nuevo en marcha a principios del año 2027. Será después de desmontar las actuales instalaciones y construir unas nuevas, con cabinas de mayor capacidad y que circularán a mayor velocidad, indican los detalles del concurso consultados por Somos Madrid.

La actuación contempla dos fases, una de desmantelamiento y otra de construcción y reforma posterior. Primero serán retiradas las cabinas y soportes, cinco kilómetros de cables y los elementos electromecánicos. Además, todas las pilonas existentes serán demolidas, así como las actuales estaciones de Pintor Rosales y Casa de Campo. Después, se levantará una nueva instalación electromecánica, nuevas pilonas de apoyo y las dos estaciones serán reconstruidas. El plazo para ejecutar las obras a partir de la firma del contrato es de 14 meses y la vida útil de las instalaciones alcanzará los 50 años.

Cabinas del antiguo teleférico, en la estación de Casa de Campo

Las obras se han retrasado notablemente respecto a las previsiones iniciales del Ayuntamiento. En una presentación a los medios a principios de 2024 el alcalde aseguró que los trabajos se iniciarían a principios de 2025, pero los trámites burocráticos se han ido demorando y los primeros viajes puedan llegar antes de 2027, probablemente poco antes de las elecciones locales de mayo de ese año.

Los detalles constructivos del nuevo teleférico de Madrid indican que se pasará de las anteriores cabinas de pinza que circulan sobre dos cables y capacidad para seis personas a un teleférico monocable con cabinas de pinza desembragable en las que cabrán diez viajeros. Se fabricarán 49 cabinas frente a las 78 que había hasta ahora, pero la capacidad para llevar pasajeros será mayor, porque la velocidad del transporte aumentará de 3,5 m/s a 6 m/s. Esto se traducirá en que el teleférico podrá llevar hasta 1.800 personas por hora frente a las 1.200 del anterior modelo.

Recreación de las nuevas cabinas del Teleférico, en una imagen distribuida en 2024

“Debido a la singularidad y características del teleférico, no es posible renovarlo parcialmente o mantener componentes electromecánicos del sistema actual para reutilizarlos en el futuro sistema a instalar”, explica la EMT a la hora de justificar el nuevo proyecto, que incluye un cambio total de las pilonas, los postes sobre los que se sujeta el cable del teleférico. Su número también aumenta de seis a nueve aunque según los detalles constructivos este incremento apenas se notará en el trayecto actual, ya que la nueva instalación será de la misma longitud y desnivel, con mayores estándares de seguridad.

El presupuesto inicial de la obra es de 36 millones de euros, que serán asumidos por el Ayuntamiento de Madrid a través de una explotación directa, ya que el alcalde Almeida descartó privatizar la construcción a cambio de la explotación de este servicio durante las próximas décadas.

Esta será la ubicación de las nuevas instalaciones, según los planos a los que tuvo acceso Somos Madrid:

Trazado del proyecto y ubicación de las pilonas

En cuanto a los impactos en el medio ambiente, el informe pertinente explica que las obras de renovación y la construcción de nuevas torres y estaciones del telecabina causarán la tala de seis ejemplares en la estación de Pintor Rosales y de uno en la estación de Casa de Campo. Para compensarlas, el Ayuntamiento plantará 20 ejemplares de Cedrus atlántica con hasta 2,5 metros de altura en la primera estación y otros cinco en la segunda.

La explotación comercial del teleférico: dos bares

La reforma integral de estas instalaciones fue una de las propuestas que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, incluyó en su programa electoral. Durante la campaña prometió convertirlo en “un Teleférico del futuro” con el que “la oferta de restauración y ocio se extenderá en la zona de Casa de Campo”.

Esta promesa se traducirá en la apertura de un bar-restaurante en la estación de Pintor Rosales, que contará con 380 m², a los que se suman 29 m² de cocina, 12 m² de barra y una terraza de 173 m². Se encontrará en un edificio de seis alturas y 4.695 m² construidos, donde se ubicarán los principales servicios del teleférico, incluyendo espacios comerciales, áreas de restauración “y otros servicios complementarios que permitan una mayor dinamización de las estaciones, generando un entorno más atractivo y eficiente para los usuarios”, apuntan los pliegos.

El modelo se repetirá, con menor tamaño, en la terminal de Casa de Campo, donde la superficie construida será de 3.879 m², distribuidos en cuatro alturas. Allí habrá 392 m² de zona comercial, 50 m² de cocina, 10 m² de barra y 177 m² de terraza.

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