El plan de obras de la A-5 vacía Príncipe Pío y el PSOE alerta de que costará 25 millones compensar al intercambiador

Durante los próximos dos años, el subterráneo de Príncipe Pío tiene el riesgo de convertirse en un intercambiador fantasma debido a la decisión del Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM) de retirar de allí hasta 18 líneas de bus interurbano que utilizaban la estación como cabecera. El cambio tuvo lugar el pasado 15 de enero, coincidiendo con los primeros cortes al tráfico en la A-5, que durante dos años estará de obras para ejecutar su soterramiento.

La decisión del CRTM, que depende de la Comunidad de Madrid, fue polémica: todas las líneas desembarcan ahora en Cuatro Vientos, debido a que el Ayuntamiento de Madrid decidió no mantener el carril bus existente en el paseo de Extremadura, para recudir en menor medida el espacio para el coche privado. Mientras, el Ministerio de Transportes pedía que los viajeros de los autobuses llegaran hasta Príncipe Pío, para no colapsar el entorno de Cuatro Vientos.

Pero la Comunidad de Madrid decidió liberar de transporte público el paseo de Extremadura y una de las consecuencias ha sido que ahora no haya autobuses verdes en las dársenas de Príncipe Pío, un intercambiador que opera a través de una concesionaria desde el año 2005. El PSOE alerta de que con esta decisión el lugar perderá durante cada mes de obras 1,5 millones de viajeros al mes, por lo que si los cortes al tráfico acaban en noviembre del año 2026 desaparecerán del lugar unos 33 millones de viajeros.

Las cuentas de los socialistas indican que debido a esta merma, que ha dejado vacías la mayoría de sus actuales 30 dársenas, la concesionaria deberá recibir 10.362.000 euros como aportación directa del Consorcio Regional de Transportes o mediante un reequilibro de la concesión, incrementando la remuneración hasta el fin de la gestión.

A esta cifra, según el PSOE, se le debería sumar la que proviene de la demanda garantizada del intercambiador, independientemente del uso que se le dé, que para este año podría haberse estimado en 43,8 millones de viajeros. Al resultar mucho más baja esta demanda por el desvío de las líneas, tanto Comunidad como Ayuntamiento de Madrid deberán compensar con una remuneración adicional desde lo público a la concesionaria: los socialistas calculan unos 13,1 millones de euros y para el año siguiente en 12,4, siempre que las obras acaben en noviembre. La suma supera los 25,5 millones.

“El empecinamiento de Almeida no solo va contra el sentido común al dejar que los coches entren al mismísimo centro de la ciudad mientras deja tirados a los usuarios de los autobuses interurbanos en las afueras” -indica el responsable municipal del PSOE en movilidad- “también va contra su bolsillo porque ahora vamos a tener que pagar al menos 25 millones de euros de dinero público por mantener vacío el intercambiador de Príncipe Pío”, asegura.

Según Benito, a estas cantidades habría que añadir el lucro cesante de los comercios del intercambiador por la menor afluencia de viajeros. Y también hay que tener en cuenta otros ingresos que según el PSOE se dejan de cubrir, como los de las líneas de autobús que no forman parte del Consorcio de Transportes, es decir, la concesión de La Veloz y la de Cevesa, que no pagan por viajero transportado sino por pasos por intercambiador (a 15 €, según los pliegos originales). “Con el partido popular al frente siempre ganan las empresas privadas y pierden los madrileños”, añade el edil del PSOE en declaraciones a este periódico.