Los españoles los prefieren híbridos
El conocido Observatorio Cetelem ha presentado recientemente las conclusiones de su estudio relativo al automóvil en España. La sexta edición del informe llega en un contexto de mercado que, como señala el propio Observatorio, evoluciona a dos velocidades, pues los esfuerzos de los fabricantes y vendedores por poner en circulación vehículos cada vez menos contaminantes y equipados con mejores tecnologías chocan con una situación de inflación y con las dudas de los consumidores sobre el futuro.
Como en toda época donde reina la incertidumbre -en nuestro caso actual, también la tecnológica sobre qué tipo de energía moverá a los vehículos del mañana-, da la impresión de que las personas involucradas prefieren las soluciones intermedias: no quieren vehículos convencionales de combustión, entre otras razones porque les impiden acceder a las ventajas que otorgan los distintivos ambientales más codiciados, pero tampoco se atreven a dar el salto al eléctrico por su precio y porque desconfían de su autonomía y de una red de recarga a todas luces insuficiente en la actualidad.
El Observatorio Cetelem concluye así que un 44% de los españoles que tienen intención de comprar un automóvil nuevo en los próximos meses se inclina por un modelo híbrido. Esta cifra supone un aumento de cuatro puntos porcentuales respecto al año anterior, según el estudio.
Por el momento, el porcentaje de conductores que se declara convencido de adquirir un coche eléctrico puro se mantiene en un discreto 15%. En la operación está dispuesto a invertir una media de 28.618 euros, lo que no alcanza para comprar la mayoría de los modelos de baterías a la venta actualmente, ni siquiera descontados los incentivos del Gobierno.
La autonomía del vehículo es uno de los factores determinantes para quienes se decantan por un modelo 100% eléctrico. El informe señala además que cada vez son más las personas que reclaman mayor autonomía entre recargas: un 21% demanda más de 500 kilómetros de alcance y el 26% considera suficiente que se sitúe entre 300 y 400 km.
El principal motivo por el que los usuarios españoles no comprarían un coche eléctrico es que lo encuentran demasiado caro, como lo manifiesta el 66% de los encuestados. La siguiente razón más mencionada es una autonomía que, en su opinión, no se ajusta a sus necesidades (57%), la falta de espacios o infraestructuras para realizar la recarga (40%) y el tiempo necesario para la misma (39%).
Respecto a los vehículos híbridos, un 44% de los conductores que manifiestan intención de comprar un coche en los próximos 12 meses asegura que se inclinará por este tipo de automóvil y que podría desembolsar un importe medio de 27.530 euros. La mayoría de ellos (el 38% concretamente) optaría incluso por un modelo enchufable, de acuerdo con el estudio.
El problema del precio
Al igual que ocurre con el coche eléctrico, los principales impedimentos a la hora de comprar un híbrido es que se consideran demasiado caros (55%) y la falta de espacios o infraestructuras para realizar la recarga, en el caso de los enchufables (25%). Otro 23% de los entrevistados se limita a decir que no tiene confianza en este tipo de vehículos, pero sin especificar los motivos concretos en que se basan sus puntos de vista.
En lo que respecta a los coches de combustión, se mantiene también la intención de compra de modelos de gasolina, con un 22%. Sin embargo, continúa la tendencia a la baja de los vehículos diésel. Solo un 17% de los consumidores se declaran dispuestos a adquirir un modelo de gasoil, lo que representa 5 puntos menos que en 2022.
Siete de cada 10 españoles que comprarán un vehículo en los próximos 12 meses optarán por uno nuevo, frente a un 28% que preferirá los de ocasión. El gasto medio previsto de los consumidores españoles que cambiarán de coche es de 24.000 euros. El mayor desembolso corresponde a los modelos nuevos (28.000 euros), frente a los 13.000 euros del usado.
Siete de cada 10 encuestados afirman conocer el renting a particulares, pero solo el 11% afirma haber adquirido un coche a través de esta fórmula. Sin embargo, parece que el interés aumenta de cara al futuro, ya que un 56% estaría abierto a recurrir a ella para disfrutar de su próximo automóvil. Respecto al carsharing, tras varios años de crecimiento, el porcentaje de usuarios se mantiene estable respecto al año anterior, con un 21% y un gasto medio de 34 euros mensuales.