Los sistemas ADAS aún son grandes desconocidos para los conductores
Más del 40% de la población conductora española reconoce no tener conocimientos suficientes sobre los dispositivos conocidos como ADAS (Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción). El 60% restante, aunque asegura conocerlos, ante una solicitud de definición en profundidad, muestra grandes lagunas, así como confusiones entre diferentes sistemas y sus funciones.
Esta es una de las principales conclusiones del estudio sociológico Conocimiento de los sistemas ADAS por parte de la población española, que se enmarca en el proyecto VIDAS (seguridad VIal y ADAS), impulsado por Bosch y Fesvial. El objetivo fundamental de este trabajo es determinar el grado de conocimiento, creencias e ideas preconcebidas que tienen los conductores de nuestro país acerca de los ADAS y su relación con la seguridad vial.
Actualmente, el nivel de equipamiento de estos sistemas en el parque de vehículos español es medio-bajo, especialmente si nos referimos a los que mayor capacidad tienen de evitar siniestros viales, tales como el de mantenimiento de carril, la frenada automática de emergencia (en sus diferentes versiones), la detección del ángulo muerto y los dispositivos de detección de fatiga, entre otros.
José Ignacio Lijarcio, director técnico de la Fundación Española para la Seguridad Vial, subraya que, como señala el estudio, “más del 60% de los conductores prefiere conducir un vehículo con sistemas ADAS o le parece adecuado comprarse un vehículo que equipe estos sistemas”.
A pesar de ello, una buena parte de la población que conduce muestra algún grado de desconfianza sobre ellos. El 34% no está convencido de que conducir un coche con ADAS sea más seguro; el 40% piensa que no van a responder adecuadamente ante situaciones peligrosas, y el 50% no tiene claro que actúen mejor que ellos mismos ante una circunstancia de riesgo, y eso que el 90% de los accidentes se deben al error humano, según numerosos estudios.
Por su parte, el 70% no confía en que los sistemas ADAS sean suficientemente inteligentes para garantizar la seguridad del conductor, y un 30% está convencido de que no contribuyen a reducir las colisiones o su gravedad.
De momento, el equipamiento de ayudas a la conducción es considerado un valor secundario, con poco peso, a la hora de adquirir un nuevo vehículo, hecho agravado por parte de los concesionarios y puntos de venta, donde, en el 65,5% de las operaciones, estos sistemas no fueron destacados como un argumento importante en la explicación de las ventajas del coche.
Los más frecuentes y los más valorados
La mayoría de los dispositivos son conocidos, como apuntábamos, por más del 60% de los conductores. Los sistemas que se sitúan por debajo de este nivel de conocimiento son los más innovadores o recientes: detección de señales, detección de fatiga, asistente en cruces y advertencia de conductor en sentido contrario, mientras que los más conocidos son, por lo general, los más habituales.
Entre estos figuran el encendido de luces automático, el control presión de neumáticos, la limitación inteligente de velocidad y el control de velocidad de crucero adaptativo, si bien, en este sentido, es más que probable -asevera el informe- que se produzca confusión en los conductores y que equipen limitador de velocidad no inteligente y/o control de crucero, pero no un regulador de tipo adaptativo.
Sobre la percepción de seguridad, los mayores niveles se asignan a los ADAS destinados a evitar colisiones y atropellos, aunque puede que esta atribución sea en gran medida intuitiva, ya que muchos de los encuestados muestran un nivel de conocimiento bajo cuando se entra en detalles.
Por último, cabe destacar que tres de cada cuatro conductores están a favor de que algunos ADAS sean obligatorios, aunque ello suponga un incremento del precio de los vehículos.
En el caso de tener que realizar una reparación o una operación de mantenimiento que afecte a un sistema ADAS, los usuarios consideran el taller oficial como principal opción y, en su defecto, se dirigen a su taller habitual. Sin embargo, un 35% de la población encuestada desconoce la necesidad de recalibración de sensores y cámaras después de un siniestro o una sustitución del parabrisas para garantizar que todo funcione como en origen y que los sistemas no procesen una información errónea y tomen decisiones que puedan resultar peligrosas tanto para los ocupantes del vehículo como para el resto de usuarios de la vía.
Diferentes estudios científicos avalan la efectividad de los sistemas ADAS y llegan a estimar que, si todos los vehículos tuvieran instaladas estas ayudas, se podrían prevenir o mitigar aproximadamente el 40% de los siniestros de tráfico, el 37% de las lesiones de consideración y el 29% de las muertes relacionadas con los siniestros viales.