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Alt-J viste de largo el WARM UP 2018 en su segunda jornada

Alt-J/ ANTONIO FLORENCIANO

Antonio Florenciano / Elisa Reche

Murcia —

La Segunda jornada del WARM UP insiste en los mismos errores y aciertos de la primera jornada del viernes. Todo es más grande en este segundo día, con más conciertos, más público cruzándose en todos los sentidos y direcciones, y más colas, interminables, tanto para ir a los aseos como para pedir algo de comer en la parrilla argentina que tan agradable y pegajoso olor desprende. Es en este microuniverso en clave de sol en el que se convierte el espacio de La Fica donde parece ajena y lejana la huelga de hostelería convocada por Hostemur para ese día.

Y si eres fotógrafo olvida comer porque el mantra del primer día continúa: “Sólo fotos en tres primeras canciones”. Y el sábado son más conciertos, son más artistas, y hay que correr para estar y cumplir con el real decreto ley de su alteza el WARM. No está mi fotográfico cuerpo para alimentar esas colas, ni por unos tuents.

Un temprano Cooper, aparecía a poco de las 18h de la tarde sobre el escenario secundario. Nuestro mod patrio representó un nostálgico concierto en el que hizo un recorrido desde Los Flechazos. Mientras tanto, Jaime Buenaventura en el escenario D.Franklin, con sus temas ochenteros empezaba a calentar el ambiente, dando paso a continuación a The Yellow Melodies quienes desgranaron su último disco hasta la fecha, ‘Life’, con temas como ‘For astar’ o ‘Come and see’ y hasta un maravilloso homenaje a la canción italiana de los sesenta, con la presencia y colaboración de Juan Antonio Ros junto a Rafa Skam en un escenario que a partir de ese momento iría a más hasta el final de la jornada.

Mientras tanto, Shinova rompió el silencio en el escenario principal también a temprana hora, pero con ya gran afluencia de público. Aprovechando el insuperable sonido conseguido por la organización y con temas como ‘Qué casualidad’ o ‘Para cambiar el mundo’, el público llegó a botar con una de las promesas del pop nacional. Al grupo de Berriz le siguió, en el escenario Thunderbitch, Neuman, con su apariencia de chico tímido como él solo aparenta ser y acompañado de su banda para presentar su último trabajo, ‘Crashpad’, su disco más libre, pero sin olvidar los temas de su carrera para deleite de los aficionados que se agolpaban a losnpies de su escenario.

Sin respiro marché hacia mi amado tercer escenario, tan lejano y transitado como viajar a Mordor cargando el anillo de poder, la cámara de fotos. Allí me esperaban Murciano Total, Elena y José. Ella, con una camiseta con el mensaje Welcome Refugees en apoyo a la asociación Amigos de Ritsona, una ONG murciana de apoyo a los refugiados sirios que en el campo de Ritsona, en Grecia, donde malviven abandonados por las políticas y los políticos europeos. La amenaza de la lluvia no pudo con la energía indie pop de Murciano Total, y con su habitual buen humor solventaron el trámite ante un público fiel que disfrutó su último trabajo ‘Cencia’ y su particular versión del folclore murciano.

Y el reloj marcó las 21:30 y aparecieron los deseadísimos Izal. Se presentaron ante un recinto ante la bandera y traían un nuevo disco, ‘Autoterapia’. En ese momento La Fica estaba a reventar y rendida completamente ante el grupo pretendidamente indie más de moda en la actualidad. Inició su actuación con ‘Materia inerte’, de su último trabajo con lo que inauguran oficialmente su nueva gira. Y acabó Izal y gran parte del público, tal y como entró, salió.

Dorian y Viva Suecia se encargarían desde el segundo escenario de realizar dos de los conciertos más esperados por los fans del indie nacional. Los primeros desplegaron su habitual parafernalia brillando con temas como ‘Hasta que caiga el sol’ o ‘Noches blancas’, pero dejaron a sus fans sin adelanto de su nuevo trabajo, ‘Justicia Universal’. Por su parte, los murcianos aparecieron exultantes de alegría, y tras una introducción a lo Spielberg -o mejor, a lo John Williams-, agradecieron el calor que siempre les ha dado el público murciano rematando su concierto con La Parranda para asombro del público.

La noche brilló con alt-J. El cabeza de cartel del sábado del WARM UP trascendió los repetidos ritmos del indie pop español y la originalidad del grupo británico definitivamente vistió al festival de largo con su extraña mezcla de rock alternativo, folk y electrónica.

La música hipnótica y envolvente del trío de Leeds no acusó el estatismo de su frontman Joe Newman -y su anacrónica camiseta de Reebok- y consiguió emocionar al público con temas de sus tres discos de estudio: desde los coros imposibles de `Taro´ de su primer álbum `An Awesome Wave´ de 2012, pasando por el ritmo de `Left Hand Free´ de `This is All Yours´ (2014) hasta los temas de su último disco `Relaxer´ (2017), de una producción muy cuidada.

La creatividad de alt-J ha conseguido la aclamación de crítica y público desde que publicaran su primer disco. La singular voz de Newman, ribeteada por los coros del teclista Gus Unger- Hamilton, más la sutil electrónica que serpentea en sus creaciones dieron lugar a un directo compacto, emotivo y con una gran calidad sonora.

Las pantallas que reproducían su imagen, además, contaban con un trabajo de producción audiovisual espectacular en blanco y negro de forma que transformaba el concierto en una especie de película antigua con efectos artísticos. Cerraron el concierto con el público coreando el estribillo de `Breezeblocks´, una canción que habla de amor tóxico y violencia. “Ella contiene la urgencia de escaparse, pero la mantiene la ropa empapada y bloques de hormigón”.

Mientras todo esto sucedía en el gigantesco escenario principal, reconozco que me autosecuestré el resto de la noche encadenándome al tercer escenario. Mas que destacables grupos se sucedieron, empezando por la espectacular psicodelia de los madrileños Melange, que acaricia estilos experimantales, folk, andalusíes e incluso latinos en temas como ‘Splendor Solis’, incluido en su último trabajo ‘Viento bravo’; Dûrga, grupo valenciano con un contundente sonido metal melódico que también vaga entre el rock progresivo y la psicodelia, presentó su próximo trabajo ‘Mudyô’ de influencias japonesas; y Biznaga con su punk-roc alegre, de lo mejor junto a La Plata en esa reconstrucción y homenaje que hacen a los ochenta con un estilo similar a Parálisis Permanente, y con un estupendo disco: ‘Sentido del espectáculo’.

Mientras Vitalic desplegaba todo su artefacto visual y sonoro en el escenario principal, una vez más mi sentido arácnido me dejó anclado en el tercer escenario. Y es que ahí se iba a saldar la segunda cuenta pendiente desde el año pasado, la primera había sido Sidonie en la jornada inaugural, y no era otra que la actuación de Joe Crepúsculo, ese trovador del tecno que ya empezó amenazando con su ‘Te voy a pinchar’, de su estupendo ‘Música para adultos’, para demostrar su singular mezcla de estilos desde cumbia a bacalao, pasando por el tecno, el flamenco y lo que se tercie para un artista que se ha propuesto sacar disco por año y que acompañado de Aaron Rux, otro artista a considerar por su disco ‘Pacific Princess’, hizo bailar al concurrido público del tercer escenario a tan altas horas de la madrugada.

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