Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Lonely Mountains: Downhill, mirar y atreverse

Fotograma de Lonely Mountains: Downhill

Alfonso Javier Fernández de Gea

0

Si pensamos en el concepto, un juego de un hombre en bici que baja una montaña, parece algo fácil ¿verdad? Lonely Mountains demuestra que no. Este título, desarrollado por Megagon Industries y Thunderful Publishing es, a la vez, uno de los juegos más desafiantes y relajantes de ciclismo.

A Lonely Mountains entramos como un turista a un país nuevo, despacio. La primera montaña nos sirve de entrenamiento para lo que vamos a ver más tarde. El recorrido es sencillo hasta el cuarto punto de control y terminar el nivel no es difícil. Pero con diez minutos de juego ya estamos metidos en sus mecánicas.

Cada parte de cada nivel de Lonely Mountains es un punto que podemos explorar. El desafío es saber aprovechar ese contexto para ser cada vez más rápidos o más precisos en nuestro descenso por la montaña. Podemos aprovechar las diferencias del terreno para saltar y ahorrar unos segundos que nos servirán mucho si queremos pasar los retos que, después de pasarnos cada mapa, nos pondrá el juego. Si bajamos cada montaña en menos de tres minutos y la superamos con menos de 23 caídas (se puede hacer en 2 veces), desbloqueamos el siguiente nivel y si seguimos superando retos desbloqueamos otros tipos de bicicletas o trajes para nuestro personaje.

Lonely Mountains es un regalo por su ambientación. Es una oda a la naturaleza y a saber escuchar. Incluso hay espacios diseñados para descansar y mirar los árboles o las nubes antes de emprender nuestro camino.

Sus gráficos 'cell-shading' combinan colores suaves con efectos precisos que hacen que vueles con la bicicleta. Cada animación está trabajada al detalle para que responda adecuadamente a lo que quieres hacer con las mecánicas que te han ofrecido, así que la única limitación la pones tú.

En todo caso, pasar por el aro de los desafíos para desbloquear nuevos niveles puede resultar, a veces, un poco frustrante, pero se puede ver a la vez como un proceso para que disfrutes la otra cara del juego. Mientras que por una parte aprendes a observar y a escuchar (los sonidos de este juego hacen que no precise casi de banda sonora, la cual solo aparece para adornar ciertos momentos), por la otra, nos anima a desafiarnos a nosotros mismos. Cada montaña es una aventura, un reto único que desafía nuestras capacidades y nos da alas para probar esa caída que tan difícil se ve o ese otro camino por el que no habíamos pasado.

La diversidad de la que podemos disfrutar en este videojuego lo hacen un imprescindible de los amantes de la adrenalina. Disfrutar de montañas nevadas o parajes desérticos, perdernos en la selva y huir del ruido de las aves, todo está diseñado para proporcionar una experiencia única cada vez que juegas una partida, una experiencia optimizada y cuidada en todos los detalles. Por eso recomiendo este título, aunque no te guste el ciclismo este juego te puede cautivar por todo lo demás.

Etiquetas
stats