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Sobre este blog

'Disidencias de género' es un blog coordinado por Lucía Barbudo y Elisa Reche en el que se reivindica la diversidad de puntos de vista feministas y del colectivo LGTBQI.

Reacciones ante `Roma´: hiede a racismo

Yalitza Aparicio y Jorge Antonio Guerrero en 'Roma'

Elsa Bruja

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`Roma´, la galardonada cinta del mexicano Alfonso Cuarón, dejó una mezcla de sensaciones difícil de definir. Aunque la trama- a criterio de muchas/os-pareciera lenta, sosa, y hasta algo pobre, muestra con precisión cómo se asienta en la cotidianidad más aciaga la dominación machista, racista y clasista.

La historia que retrata la vida de una joven mujer indígena trabaja como interna en un hogar de clase media alta en la capital mexicana en la década de los sesenta, es protagonizada por Yalitza Aparicio, una joven maestra parvularia, indígena mixteca que llegó al casting de manera fortuita. Di con este detalle al buscar críticas de la película, y entonces,  aparecieron a la par una serie de comentarios, memes y expresiones despectivas hacia ella.

Las `críticas´ hacia la actriz son de lo más variopintas.  La más  `técnica´  desmerece la participación de Yalitza en la película por no ser actriz profesional (aunque jamás sostienen que su actuación haya sido deficiente y olvidan mencionar su nominación al Oscar como mejor actriz). En un afán de `protección gremial´ se dijo que incluso varias actrices mexicanas estarían organizándose para protestar formalmente por este hecho, y un reconocido actor de telenovelas sin pudor alguno  denostaba la nominación al Oscar de Yalitza, señalando que se trataba de una “pinche india”.  En posteriores declaraciones, donde se disculpaba por sus lamentables declaraciones, y en un momento de cinismo o ingenuidad extrema, afirmaba con aplomo que no se trataba de racismo.  

De pronto, también una portada en revista de moda se convertía en polémica por la sola presencia de la actriz, de marcados rasgos indígenas, usando algún traje de famosas casas de moda. Ya los memes y comentarios en redes sociales simplemente dan un asco impresionante -“aunque la mona se vista de seda”-, reportajes con  títulos como “La sirvienta que se ha convertido en estrella”, aunque esa no haya sido su ocupación.  Invito a que coloquen en el buscador el nombre de Yalitza, y podrán ver el despliegue de sandeces que a título de burla y `crítica profesional´ se han escrito sobre la actriz .

En un país y una región (América Latina) en donde la pobreza tiene un componente étnico y de género importante (las mujeres negras e indígenas engrosan el porcentaje de población  de escasos recursos económicos y trabajo precario) ser mujer y ser indígena implica estar sometidas a doble discriminación. 

Gestos cotidianamente cutres y vergonzosos como los mencionados anteriormente muestran sin disfraz alguno que si naces con determinados rasgos físicos y tu color de piel es más oscuro algunos espacios, circunstancias, puestos de trabajo y oportunidades son más difíciles de obtener. La pertenencia a ciertos espacios y el desempeño de las tareas de cuidado, en esa estructura racista y patriarcal se entienden  como `el lugar´ del que no se deberían mover mujeres con rasgos indígenas y de origen humilde. Es así que fastidia el hecho de que represente a una empleada doméstica en una película, pero  está casi naturalizado el hecho de que cuide niños/as, lave váteres y ropa en la vida real. 

Durante varias semanas me he dedicado a observar vídeos de entrevistas realizadas a la actriz, en donde se le pregunta por la polémica generada en torno a su imagen. Haciendo despliegue de su sosiego e inteligencia, respondía con aplomo que era perfectamente consciente de que ser mujer e indígena implica doble esfuerzo para caminar en la vida porque entraña doble discriminación. Recalcaba que el rostro de México es intercultural y diverso. De México y de América Latina sostengo yo.

No me detendré a analizar la película, en ninguno de sus aspectos. Mi intención es expresar mi repudio a todo este conjunto de actitudes hostiles gratuitas por el solo hecho de ser mujer e indígena, que ha obtenido más reconocimiento a su trabajo actoral y ha brillado más que las actrices o actores de telenovela que no han hecho sino reciclarse una y otra vez en los conocidos culebrones dramáticos de televisión.

Me enferma ver la reacción de la gente en las redes, y el desprecio gratuito hacia Yalitza. Me duele la falta de sororidad de sus colegas actrices, que ante su éxito, no se les ocurre otra cosa que volverse `tecnócratas actorales´. Pese a quien le pese esta joven mujer indígena, de  origen humilde, envía un mensaje a miles de niñas  que por su color de piel y su origen se saben excluidas de una serie de espacios.

Sería simplón afirmar que la  discriminación tiene componentes únicamente simbólicos, cuando bien se sabe que es un entramado tan complejamente perverso, que asienta la exclusión en lo material. Es así que se estima que el 70% de la población indígena en México vive en situación de pobreza. No obstante, la visibilización y la presencia en la palestra pública es un primer gran paso en lo simbólico, pues sacude las bases de la representación. Rompe la oscuridad y el silencio.

El cine, la alta costura, los accesorios, el mundo del espectáculo se muestra también como un universo profundamente racista y racializado, de allí el despliegue de mofas y `críticas´ a esta joven mujer por el simple hecho de visibilizarse en estos espacios, que se creían patrimonio absoluto de ciertas élites de rasgos fenotípicos europeos. Tras décadas de reflexión y reivindicación de derechos, la historia de Yalitza Aparicio destapa una cloaca que  aún hiede a racismo.

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'Disidencias de género' es un blog coordinado por Lucía Barbudo y Elisa Reche en el que se reivindica la diversidad de puntos de vista feministas y del colectivo LGTBQI.

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