Cuando te diagnostican un cáncer, en un primer momento entras en 'shock'. Ya sólo el hecho de escuchar la palabra da, cuanto menos, muchísimo respeto. “Cuando me lo comunicaron, me quedé sin habla. Es una experiencia que no se la deseo a nadie. Al principio lo vi todo negro, no me salían las palabras y no sabía qué hacer ni adónde ir”, cuenta Huertas Díaz García. A ella se lo diagnosticaron en diciembre de 2014, a los 53 años. Acudió al médico para hacerse su revisión anual y la mamografía salió perfecta. Sin embargo, a los dos meses se notó un bulto grande y enseguida le confirmaron las malas noticias, tras una biopsia. Tardó en pasar por el quirófano porque primero había que reducir el tumor para que la operación fuese lo menos invasiva posible. Así que su tratamiento empezó por quimioterapia y después siguió con una mastectomía completa. Tras la operación, quedaba lo más complicado, la rehabilitación. En la Asamblea Local de la Asociación Española Contra el Cáncer de Lorca se proporciona ayuda a todas las pacientes, a través de trabajadoras sociales y de psicólogas especializadas en oncología. Pasar por un cáncer de mama es una etapa muy dura anímicamente, pero el deporte les ayuda muchísimo en la gestión de las emociones y en la recuperación física. Especialmente, el tiro con arco. Con la premisa de ayudar a conseguir una mejoría mental y física de las pacientes nacieron las Flechas Rosas.
Esta iniciativa surgió en 2017 de la forma más inesperada. Francisco Parra, presidente en ese momento del Club Tiro con Arco de Lorca, estaba un día viendo el informativo en televisión y escuchó que el Hospital Infanta Leonor de Madrid había realizado un estudio sobre los beneficios del tiro con arco en mujeres recientemente operadas de cáncer de mama. En la intervención se puede extirpar la mama y retirar los ganglios linfáticos de la axila, por lo que la capacidad de drenaje a veces es insuficiente. Por ello, el brazo de la paciente comienza a hincharse debido a la acumulación de grasa bajo la piel. Y es aquí donde entran en juego este deporte, ya que las vibraciones que se producen al tensar el arco ayudan a evitar que se produzca esta dolencia, favoreciendo el drenaje natural de toda la zona. “En cuanto vi la noticia, sentí que no podía quedarme parado. He visto esta enfermedad de cerca porque la padeció mi hermana, así que quería ayudar a estas mujeres. Me puse rápidamente manos a la obra para buscar logísticamente el lugar donde realizarlo y patrocinadores que me ayudasen con los gastos de materiales y de pagar a los monitores. En primer lugar, hablé con la Asociación y les pareció una idea maravillosa. Después acudí a la Fundación Alimer, al Hospital Virgen del Alcázar y al Ayuntamiento y todos se mostraron dispuestos a poner su granito de arena. Me propuse que todo sería gratuito para estas mujeres y así ha sido”, explica Parra.
Desde su creación, alrededor de 70 mujeres se han convertido en Flechas Rosas. El precioso nombre del grupo salió de ellas mismas y ha sido todo un éxito. Tanto, que varios clubes de España (dentro de la Región también están en Molina y Murcia ciudad) y del extranjero les han pedido permiso para utilizarlo. El rosa es el color con el que se representa el cáncer de mama y las flechas, el motor con el que practican este deporte tan terapéutico.
Más que un entrenamiento
Cuando a una mujer le diagnostican cáncer de mama y tiene que someterse a una mastectomía, necesita aproximadamente un periodo de seis años para la rehabilitación (con sus pertinentes revisiones periódicas). Durante ese proceso, además del apoyo y del amor de familiares y amigos, es muy beneficioso contar cerca con otras personas que estén viviendo la misma situación. Ésa era la otra gran ilusión que perseguía Paco Parra cuando creó esta sección: “Es una satisfacción personal ver cómo se ha creado, por encima de todo, un grupo de amigas y ser consciente de cuánto les ayuda practicar tiro con arco”.
Todos los viernes por la tarde acuden al club lorquino entre 10-12 mujeres para entrenar bajo las órdenes de Ana Cano, la actual presidenta de la entidad que, a su vez, es también la vigente campeona de España en la modalidad de arco desnudo. Ella vive en Totana, pero el recorrido lo hace ilusionada cada semana porque sabe que se va a encontrar con sus chicas. “Tenemos claro que vamos a pasarlo bien. Muchos viernes, incluso, llevamos bizcochos y organizamos divertidas meriendas. Esta práctica nos sirve también de terapia colectiva y nos da un chute de energía anímica muy fuerte. Durante mucho tiempo yo me escondía en la ducha de casa para que mi familia no me viese llorar. Poder compartir estos sentimientos con ellas, que también están pasando por lo mismo, es muy liberador”, dice Huertas.
Las Flechas Rosas siempre han contado con el respaldo del Ayuntamiento, sobre todo a la hora de llevar a cabo iniciativas para la concienciación de la importancia de realizarse revisiones y para hablar sobre los beneficios de este deporte. El viernes pasado tuvo lugar un evento para darse a conocer, dentro del programa Encuentros Deportivos de Mujeres de Lorca. Allí estuvieron ellas provistas con todo el material que utilizan siempre: Su arco, sus flechas, la protección especial que les cubre pecho, brazo y dedos y, sobre todo, con su mejor sonrisa porque habían quedado con sus amigas del tiro con arco. Son un gran equipo en el que todas forman parte de la terapia del resto.
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