Bajo un paraguas multicolor LGTBI y vestida de violeta, el color del feminismo. Así aparece la vicepresidenta socialista Gloria Alarcón en la fotografía que captó el momento en el que mostró su apoyo a las personas que se manifestaron el pasado viernes 26 de julio a las puertas de la Asamblea Regional durante la investidura del popular Fernando López Miras con los votos a favor del Partido Popular, Ciudadanos y Vox.
El documento que aprobaron estos tres partidos para dicha investidura finalmente había dejado atrás las pretensiones de Vox de revisar la Ley de Igualdad LGTBI aprobada por unanimidad en el Parlamento autonómico en 2016, pero igualmente permanecieron el concepto “violencia intrafamiliar” en sustitución de la violencia machista, el control de “la eduación moral” en las aulas, “la aportación de España a la civilización” y la revisión de los centros de acogida de menores extranjeros.
Multitud de asociaciones, colectivos, sindicatos y plataformas sumaron su apoyo a dicha concentración, que no fue la primera ni la única convocada contra los postulados del partido de extrema derecha tanto a las puertas de la Asamblea como en la plaza Cardenal Belluga. Son muchas las personas que quieren luchar por los derechos y la igualdad entre hombres y mujeres, para el colectivo LGTBI, los migrantes y éstos como valores para nuestros hijos en la educación que reciban. Gloria Alarcón se encuentra entre ellas.
Muchas veces los diputados regionales han salido fuera de la Asamblea para recibir o mostrar su apoyo a quienes han ido allí a manifestarse. Por algo son nuestros representantes políticos. Pero en esta ocasión, Vox ha pedido la reprobación de Alarcón. “Procede reprobar por esta vía un comportamiento concreto que manda un mensaje equivocado y peligroso (peligroso para el funcionamiento de nuestro sistema democrático representativo) al conjunto de la ciudadanía”, dice la Proposición no de Ley presentada por la agrupación de ultraderecha el pasado martes en la Asamblea Regional.
Tanto el presidente del Parlamento autonómico, Alberto Castillo, como la Plataforma de Mujeres Periodistas Feministas de la Región de Murcia, entre otros, han mostrado su apoyo en Twitter a la vicepresidenta segunda de la Asamblea Regional.
No es la primera vez que Vox intenta impedir que Alarcón defienda sus ideas a favor de la igualdad. En julio del año pasado, la formación de ultraderecha ya emitió un comunicado criticando la celebración del VI Encuentro de pensamiento feminista de Cehegín 'Devora el/tu machismo' dirigido por la Universidad de Murcia (UMU) organizado por Gloria Alarcón García y el Servicio de Formación Permanente de la Universidad.
Desde el partido de ultraderecha exigieron entonces la “inmediata desconvocatoria de este acto y exigencia de responsabilidades a sus organizadores y ponentes”, así como una justificación del dinero público utilizado para este tipo de actos, “con un claro sesgo ideológico y denigración de organismos públicos”.
Pero la profesora de Economía Aplicada de la UMU, como tantos otros, es una mujer sin miedo. Se unió a la campaña #cuéntalo, el hashtag que se utilizó en Twitter con el que cientos de miles de mujeres relataron en primera persona las agresiones sexuales que habían sufrido. Alarcón contó que fue violada con apenas 19 años y subrayó en el tuit que “un No es No”.
La profesora de la UMU ha estado comprometida con el feminismo durante mucho tiempo y en muchos ámbitos. Ha sido presidenta del Fórum de Política Feminista de Murcia, es autora de investigaciones sobre la igualdad como eje de cambio y actualmente también es vicesecretaria general de Economía e Igualdad del PSOE de la Región.
Pero, sobre todo, Gloria Alarcón es una luchadora civil por la igualdad. Desde hace años ha estado presente en tantas y tantas manifestaciones de lucha por el feminismo, en contra de los asesinatos machistas, acompañando a las víctimas de la violencia machista, como recientemente en el funeral de Cristian, el niño de 11 años presuntamente asesinado por su padre con antecedentes por violencia machista.
Alarcón no tiene por qué renunciar a su activismo en las calles por ser una representante política. La necesitamos en ambos lados.