El descanso del guerrero, el sueño del campeón
“Hoy seguro que dormiré plácidamente”, ha dicho el de Llano de Brujas en Twitter abrazado a sus zapatillas y a su medalla de oro, la que le reconoce como el campeón del mundo en la modalidad de 20 kilómetros marcha. Ha sucedido en Pekín y nada menos que derrotando al gran favorito e ídolo local, un atleta chino que se escapó del resto de participantes en el kilómetro 13 de carrera, y que ya acariciaba el triunfo cuando Miguel Ángel lo adelantó a sólo dos kilómetros de la meta. Quizá Zhen Wang tenga pesadillas, aunque su esfuerzo haya sido también digno de elogio.
Siendo joven, el murciano no es nuevo en ésto: declarado 'mejor atleta español' en 2012, 2013 y 2014, diploma en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, medalla de bronce en el Mundial de Moscú 2013 y campeón de Europa en Zúrich 2014, ha puesto de nuevo al atletismo español en los pedestales del panorama mundial. En la modalidad de marcha, han tenido que pasar nada menos que 22 años desde el triunfo del barcelonés Valentín Massana en Stturgart'93.
La constancia, el sacrificio, el esfuerzo... Todo tiene su recompensa en el momento del éxito, de los honores y los aplausos, pero más aún en el de la almohada. El descanso del guerrero, el sueño del campeón que se mete en la cama y revive las sensaciones, y mezcla el sueño anterior con la realidad, y el presente con el futuro, y que un segundo después ya se ve en la siguiente batalla: los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.