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Llega la hora de De Miguel: así fueron sus tres declaraciones anteriores

Alfredo de Miguel y Joseba Egibar, a punto de fundirse en un abrazo en el Parlamento Vasco en 2011

Iker Rioja Andueza

Llega la hora de Alfredo de Miguel. Exactamente ocho años y medio después de que fuera detenido por corrupción y trasladado por la Ertzaintza ante el juez de Vitoria Roberto Ramos, el ex 'número dos' del PNV de Álava, a quien todos conocen como Txitxo, está convocado este lunes para declarar en el juicio del caso que lleva su apellido y que se inició en la Audiencia Provincial de Álava el 8 de enero. Es más que factible, eso sí, que la Fiscalía y su letrado, Gonzalo Susaeta, planteen la suspensión de la vista para cerrar un acuerdo de conformidad por el cual el político se declararía culpable de varios delitos de corrupción, incluyendo la extorsión a la abogada y empresaria Ainhoa Alberdi para que le abonara una comisión de 100.000 euros derivada de sus “recomendaciones” para que la asesoría de la profesional, Urbanorma Consulting, se llevara 'a dedo' un contrato en el parque tecnológico de Miñano.

Hasta julio, cuando el proceso se tomó un respiro estival, la defensa de De Miguel defendió que “no hay ni habrá prueba alguna” de corrupción, como tampoco enriquecimiento ilícito. El plan entonces era no responder a las preguntas del fiscal, Josu Izaguirre, y limitarse a fijar una versión de los hechos a instancias de su abogado. Ahora el escenario es radicalmente nuevo e incierto. Sea como fuere, la de este lunes es la cuarta comparecencia de De Miguel por este asunto desde aquel 17 de marzo de 2010. ¿Cómo fueron las tres anteriores?

1 - 17/03/2010: Ante el juez tras ser detenido

Alfredo de Miguel fue detenido a las 7.00 horas cuando se disponía a ir a hacer deporte antes de acudir a su despacho en la Diputación de Álava, donde era responsable de Administración Local y Equilibrio Territorial (Urbanismo). Unas horas después, a las 11.45 horas, se iniciaba el interrogatorio en el Palacio de Justicia. En la sala estaba únicamente el juez Roberto Ramos, el fiscal Josu Izaguirre y su primer letrado, José María Acedo. Fue una declaración 'in albis' para todas las partes.

La causa, iniciada tras la denuncia de Ainhoa Alberdi ante la Fiscalía el mes de diciembre anterior, estaba bajo secreto de sumario y los acusados -ocho incluyendo a De Miguel- nada sabían de la investigación. El juez y el fiscal, por su parte, no conocían aún el resultado de los registros domiciliarios de Txitxo y el resto de imputados. Es más, el cuaderno manuscrito con anotaciones sobre comisiones y dinero negro, localizado en casa del también 'jeltzale' Koldo Ochandiano, no apareció hasta casi la noche en un camarote de su casa. La Ertzaintza entregó el informe sobre todo ese material en julio del año siguiente.

Sobre De Miguel pesaba la presunta comisión de tres delitos: cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de capitales. Todo giraba en torno a Miñano y la denuncia de Alberdi, mientras que ahora se le juzga por hasta doce operaciones. Manifestó que nunca había tenido una reunión en la Diputación con la empresaria y, desde luego, que tampoco le había reclamado 100.000 euros. También aseguró que no se reunió por este tema con el padre de Alberdi, como desveló la hija. 

Muchas preguntas guardaban relación con Kataia Consulting, empresa señalada como posible pantalla para el cobro de comisiones. De Miguel manifestó que “no era el administrador de hecho” de esta empresa y también que no había recibido contratos de la Administración. La investigación probó que ambos extremos eran inciertos. Tras la declaración, De Miguel realizó una prueba de escritura para cotejar su letra con la de los documentos que iban apareciendo en los registros. Aquella misma noche quedó en libertad con cargos. 24 horas después se vio forzado a abandonar su cargo en la Diputación.

2 - 18/04/2011: El abrazo de Egibar

Por su importancia y contenido, es la menos relevante para la investigación. Pero la presencia de Alfredo de Miguel en la comisión de investigación creada en 2011 en el Parlamento Vasco dejó una de las imágenes de estos años. El acusado por corrupción fue recibido por el portavoz del PNV entonces y hoy, Joseba Egibar, quien le saludó con un efusivo abrazo delante de los periodistas.

De Miguel, siempre rodeado de cargos de su partido, avanzó hasta la sala de comisiones de la última planta del edificio para hacer constar a sus señorías que no iba a responder a sus preguntas. Con la misma, bajó a la sala de prensa y leyó una nota. Es una absoluta excepción que se utilice una sala de prensa de la Cámara para una comparecencia sin posibilidad de preguntas, mucho menos en un asunto de este calado. Txitxo repitió que era inocente, denunció que estaban siendo utilizados para dañar la imagen del PNV y puntualizó que a Ainhoa Alberdi sólo le reclamaba una “deuda”, nunca “comisiones”. A la salida del Parlamento, decenas de compañeros del partido le esperaban para agasajarle con aplausos y más abrazos.

Su mujer, Ainhoa Bilbao, también pasó por esta comisión. Varios policías intentaron ocultarla para evitar la toma de imágenes. En el caso de Aitor Tellería, otro de los cargos del PNV imputados, echó a correr para huir de la prensa. Otros acusados boicotearon el foro parlamentario y no acudieron a sus citaciones.

3 - 18/10/2011: Ocho horas de interrogatorio

A la lista de delitos del 17 de marzo de 2010 se le sumaron, a la luz del informe de la Ertzainza, los de prevaricación, malversación, alteración de precios o falsedad documental. La declaración se inició a las 9.30 horas y duró más de ocho horas. El 18 de octubre de 2011 Alfredo de Miguel asistió ya con Gonzalo Susaeta como abogado y estuvieron presentes, además de Roberto Ramos y Josu Izaguirre, los letrados de todas las partes. El sumario ya no estaba secreto y todo el mundo conocía el alcance de la investigación.

El primer mensaje de De Miguel fue el siguiente: no se ratificaba en su primera declaración e iba a cambiar de versión. ¿Por qué? “No estaba ni en condiciones físicas ni psíquicas para prestar declaración ya que cuando fui detenido creí que querían atentar contra mi vida. Al ser detenido y ser un cargo público se terminaba mi vida profesional que tenía hasta ese momento independientemente de cómo terminara esto”, espetó para sorpresa de los presentes. No fue el único golpe de efecto de la jornada. De manera coordinada con su mujer, Ainhoa Bilbao, expuso que algunos de sus movimientos económicos opacos o con dinero en efectivo -hasta 60 billetes de 500 euros- se debían a su condición de amenazado por ETA. Un informe de la Policía Nacional lo desmintió a las pocas semanas

En efecto, en esta segunda declaración Txitxo modificó algunas de sus afirmaciones de 2010. En Kataia Consulting, por ejemplo, las decisiones ya pasaban por él. Incluso utilizó la primera persona en algún momento para referirse a la mercantil. Aunque hubiera movimientos a nombre de su mujer, que era administradora junto a las esposas de los dirigentes del PNV alavés Aitor Tellería y Koldo Ochandiano, los había hecho él en primera persona, manifestó. 

En relación al Gobierno vasco, ahora sí recordaba haber facturado a la Administración. Tan es así que aportó un informe que justificaba, supuestamente, una de las tres contrataciones bajo sospecha. Este periódico publicó que ese documento, sin fecha de realización, autoría o sellos oficiales, presentaba indicios de haber sido plagiado. Incluso presentaba contenido publicado después de su supuesta fecha de realización.

 

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