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Vitoria sellará el vertedero de Gardelegi y construirá una depuradora contra los vertidos de lindano

Vertedero de Gardelegi en Vitoria

Iker Rioja Andueza

El Ayuntamiento de Vitoria ha diseñado un plan para controlar los vertidos de lindano en Gardelegi, cuya afección se había extendido al río Zadorra a través de filtraciones. Según ha explicado este lunes a la Cadena Ser el coordinador de Medio Ambiente de la ciudad, Alvaro Iturritxa, el proyecto pasaría por impermeabilizar y sellar el vertedero en primer lugar y por construir una depuradora “en la base” de esta instalación para “limpiar” el agua antes de que llegue al punto desde donde se canaliza el suministro para la población.

Fueron informes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) quienes empezaron a detectar hace un lustro los primeros indicadores de contaminación por hexaclorociclohexano en las aguas del Zadorra, principal río de Vitoria y afluente del Ebro. En principio, esos residuos de lindano se estarían filtrando desde el vertedero de Gardelegi, adonde habrían llegado tres décadas antes procedentes de las fábricas de Bizkaia (en Barakaldo y Erandio) que producían insecticidas y otros productos con derivados de esta sustancia altamente contaminante y perjudicial para la salud.

El hexaclorociclohexano provoca dolores de cabeza, cansancio, debilidad o malestar en sus estadios más leves o dolencias crónicas e incluso la muerte en caso de intoxicaciones severas. Se asimila no sólo con el tacto o ingiriéndolo, sino también respirándolo. La OMS consideró que era potencialmente cancerígeno en 2015.

Fuentes municipales explican que la contaminación en Vitoria es “pequeña” -nada que ver con las grandes bolsas de lindano existentes en Bizkaia o en Sabiñánigo (Huesca)- pero colectivos como Ekologistak Martxan insisten en sus informes en que se trata de un producto muy resistente al paso del tiempo y a las inclemencias meteorológicas y muy móvil, por lo que su efecto expansivo es muy importante. Vitoria, con apoyo del Gobierno vasco y de la agencia vasca Aguas (URA), asume los riesgos por mínimos que sean y entiende oportuno plantear medidas preventivas si bien se tratará de actuaciones “complejas” y “caras”.

La idea es que en 2017 se cierre la “planificación” de las actuaciones, aunque la ausencia de presupuesto específico este año impediría iniciar las obras este mismo ejercicio. La intención es acometer lo antes posible las fases “más urgentes”, quizás la impermeabilización y sellado del vertedero, y dejar para más adelante la nueva depuradora. Los trabajos podrían extenderse más allá de esta legislatura (2015-2019).

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