Muerte en el camino
Hace años escribí un libro sobre el Camino de Santiago, guiado por un fotógrafo, Xurxo Lobato, y descubrí lo que es entrar en un tiempo y un lugar distinto que no es fácil de decir. El Camino de Santiago no es una nación pero tiene algo de hermandad secreta, quien lo hizo sabe cosas que solo puede compartir con otras personas que lo hayan andado, de modo que la muerte de una mujer norteamericana asesinada en un punto de una ruta afecta a la opinión pública en general, pero afecta de un modo más cercano a quienes sienten el Camino como algo propio. Al cabo es un lugar por donde han pasado la mayoría.
El ministro de Interior se retrató con los investigadores y se felicitó a si mismo por lo bien que se había hecho la investigación del asesinato, pero hay cosas en esa investigación que no se comprenden. En esa zona del camino francés tan despoblada no hay vecinos desconocidos y cualquier incidente se sabe, y se habían denunciado hurtos y molestias a peregrinos. Esas cosas las sabe la policía de proximidad en el rural, que en España es la Guardia Civil. Es comprensible que si el sospechoso detenido desapareció al cabo de un mes hayan tardado cuatro meses en interrogarlo, pero es muy difícil de comprender que en el primer mes no lo hayan hecho. El resultado es que se tardó cuatro meses en detener e interrogar a una de las personas que estaban ahí delante y que, en la lógica más pedestre, había que investigar en primer lugar. ¿Cómo se explica?
Dejemos al ministro felicitándose por su éxito. Todo hace suponer que si la víctima no fuese nacional norteamericana y no hubiese intervenido su familia desde allí moviendo la influencia política nada menos que del senador y exaspirante a presidente de los EE.UU., McCain, ese crimen seguiría sin aclarar y el cuerpo sin hallar. La conducción de la investigación de ese caso no es nada tranquilizadora, si eso ocurre con una ciudadana norteamericana, con toda su capacidad de presión diplomática, cómo sería esa investigación si no lo fuese. Fuese porque la investigación se llevó a medias entre dos cuerpos de seguridad distintos o por lo que fuese, ese caso no pide una felicitación al Ministerio sino una explicación.
Llama la atención que ningún partido de la oposición haya pedido alguna aclaración; es otro caso significativo de como los partidos en España desatienden completamente la representación territorial y ciudadana, centrados únicamente en sus ansias estratégicas. Entre muchas otras cosas a cambiar, urge un cambio en la ley electoral que haga que los diputados, además de elaborar y votar leyes, representen a la ciudadanía y no únicamente a sus dirigentes.
La muerte está presente constantemente en el Camino, de un modo y de otro, pero los peregrinos merecen una protección específica precisamente por su desvalimiento manifiesto. Tristemente la muerte de esa mujer recuerda la evidencia de que la mujer siempre es vista como una presa más vulnerable y codiciada. También eso evidencia que hacen falta leyes y protección específica en muchos casos.
Ah, que si la Iglesia católica, que si el Estado laico. Es un tema tan complejo como simple y un día habrá que hablar de ello, pero no me parece evidente que hay que encontrarle un lugar a todo lo que existe entre nosotros. Si ello no hace daño a nadie, si no es inhumano, si no es crueldad gratuita.
Hasta los mismos vecinos de Tordesillas tendrán que empezar a pensar en los beneficios de que su pueblo sea conocido por lo que es hoy, efectivamente se están haciendo famosos por aparecer como un lugar cruel. La salida a esa situación será debatir el propio vecindario y luego votar un referéndum. Ah, me olvidaba de que en el Reino de España eso es ilegal.