Tentémonos, siquiera por precaución…

O mejor dicho porque andamos escamados de tanto cómo nos tranquilizan, los guardianes de las esencias del Sistema y los rigoristas del ordeno y mando, y a más a más en cuanto nos dicen que está todo controlado es que algo que nos afecte no va tan bien.

Los mismos filibusteros/as, cancerberos, sumos sacerdotes, del dios Dinero, único y verdadero, del dios poder y sus secuaces, al mando del gran Orden establecido, el mismo orden que cree a pie juntillas que “las pérdidas habrán de socializarse, y los beneficios privatizarse”, a partir de una realidad incontestable, y es la resistencia, puro acero galvanizado, a la presión de los elementos esquilmadores de parte de los más desfavorecidos, los más vulnerables, los más desgraciados, aguantando los embates increíbles del infortunio llegado de arriba.

Mientras se acuna el poder de los solventes y desahogados, desde que la revolución neolítica, seguramente, se topó con la propiedad privada y los esforzados “estómagos agradecidos” puestos al servicio de mantener en sus pedestales a sus amos y señores.

Desde cuando la igualdad fue ya tiempo muy del pasado, siempre a peor, a favor del cargo superior a cuenta de los magros lomos de quienes menos tienen.

En tanto, por enésima vez, y ya van tantas y tantas, en que los inefables vigilantes del Mercado “libre”, el mismo que su dios creará y guardará, y, en consecuencia, pondrá al cuidado y servicio del “único y verdadero dios ”don Dinero“, que asimismo sabrán aquilatar a paletadas en sus arcas blindadas, mientras ”nos tranquilizan“, ”que no pasa nada, que es una tormenta de nada“, y, por ello, que el canto de sirenas taimadas ya nos debería sonar, para que los áulicos encargados del mantenimiento del Sistema sólo sepan que aplicar una medida, ”encarecer el dinero“, es decir subir los tipos de interés, es decir dar otra y otra vuelta de tuerca.

Tan deslumbrantes en sus decisiones como arrogantes en sus explicaciones, al mismo tiempo que envían señales de alarma y de tranquilidad a la vez, porque ellos y ellas siempre ganarán, en la jungla del mercado que todo lo pueda y todo lo avasalle.

Cuando ya empiezan a derrumbarse bancos, en manos de auténticos filibusteros, fulleros de alta monta y mejor doma, para decirnos a los “paganos” de costumbre que ya se han dispuesto a tomar medidas, si hiciera falta, que seguro que sí, reuniendo montonadas de millones para “salvar, rescatar” a esos bancos, a esas “solventes” entidades cuyos dirigentes y gestores no han sabido, o no han querido, gestionar a modo y percatarse de que el hundimiento y la quiebra eran incontestables.

Sin que nadie vaya a perder ni un instante en quienes intentarán abrirse paso, de nuevo y qué otro remedio, en una sociedad inclemente, en un mundo que es una jungla en la que los depredadores encuentran fácilmente sus presas a merced de su insaciable codicia.

En tanto se disparan los alquileres, y ya de paso las materias primas básicas, por ejemplo los alimentos, en una huida suicida hacia adelante, de la que sólo se salvarán los más insaciables, mientras que programas de futuro como los programas de “erasmus” , la flor y nata de una juventud prometedora, han comenzado a observar que van quedando numerosas plazas sin cubrir, por parte de una juventud europea, en concreto, que ya no da más de sí, víctimas de unos alquileres que suben y suben, al tiempo que los “caporales” del gran Mercado y el dios Dinero, sin molestarse mucho ni poco, anuncian la tranquilidad para los rufianes financieros, y ya de paso para los súbditos acongojados, porque está asegurado que los propios gobiernos volverán, una vez más, ¿se acuerdan de 2.008?, a poner millones y millones para que no se desbarate el gran Sistema, implacable, fullero, capaz de, después de todo, de llenar las urnas de los votos de los paniaguados que volverán a creer en el milagro de los golpes de fortuna, en las migajas que puedan caernos encima, en la usura y la rapiña como bendecidos modos de hacerse con unos fondos que nunca serán…¡bastantes!

¡Benditos vasallos si hubiera buenos señores!