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Alejandro Fernández (PP) rechaza los acercamientos a Junts: “Es de Barrio Sésamo”

El candidato del PP a la presidencia de la Generalitat de Catalunya, Alejandro Fernández, observado por Miguel Tellado, en primer término, durante un acto del Club Siglo XXI.

Aitor Riveiro

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El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, tuvo que aceptar a regañadientes a su propio candidato para las elecciones catalanas del 12 de mayo. La dirección nacional del partido no quería a Alejandro Fernández, pero su cerrazón a dar un paso al lado y el miedo de Feijóo a abrir una guerra en plena precampaña, propiciaron su elección como cabeza de cartel a la Generalitat. Más allá de la afinidad personal, Fernández ha sido uno de los pocos barones autonómicos que ha criticado en el pasado los acercamientos de su jefe de filas a Junts para intentar su investidura, el pasado verano. Y lha vuelto a rechazar “hablar” con un “prófugo golpista” este martes, en Madrid y acompañado de uno de los principales colaboradores de Feijóo.

Alejandro Fernández ha protagonizado un acto informativo organizado por el Club Siglo XXI. A su izquierda, el portavoz parlamentario y dirigente fundamental para Feijóo, Miguel Tellado, quien ha presentado al candidato. Preguntado sobre un posible acercamiento a ERC o Junts tras los comicios, su respuesta ha sido clara: “Ni agua”. Pero no se ha quedado ahí.

“Voy a contestar con total claridad, porque cuando te metes en vericuetos con estas cuestiones, al final la gente malinterpreta. Tengo muy claro que yo no tengo nada que hablar con prófugos golpistas. No sé, es que creo que es de Barrio Sésamo”, ha dicho Fernández. Una serie que, como él mismo ha recordado en Twitter por la mañana, está de aniversario.

El candidato del PP ha recordado que él mismo pactó con la antigua CiU la Diputación de Tarragona cuando era líder del PP provincial con “un político convergente, un buen amigo y una persona respetable y a la que admiro”. Algo que, en su opinión, hoy no podría volver a ocurrir. “Eso fueron otros años”, ha sostenido. “Hoy lo que tenemos delante es nacionalpopulismo. Un discurso supremacista, lo que quieren es desestabilizar al Gobierno de España y a la nación española. Es metafísicamente imposible que ahora mismo cambien, porque lo está demostrando Puigdemont”, ha zanjado.

Las palabras de Fernández chocan con lo que hizo el propio Feijóo el pasado verano, cuando sondeó un apoyo de Junts a su investidura. En aquel trance, como se desveló el pasado mes de febrero, el PP se planteó brevemente la amnistía, la descartó y se planteó como alternativa los indultos para lograr la “reconciliación” en Catalunya.

En aquellos meses en los que el PP intentó, sin éxito, fraguar una mayoría parlamentaria que diera cabida a Vox y a Junts, ya que otra aritmética era imposible, la dirección nacional del partido se bregó en intentar rebajar el tono de los ataques contra el independentismo catalán de derechas. El vicesecretario de Institucional, Esteban González Pons, dijo: “Junts es un grupo parlamentario que, al igual que Esquerra, más allá de las acciones que cuatro personas, cinco, diez, las que fueran, llevaran a cabo, representan a un partido cuya tradición y legalidad no está en duda”.

También la hoy vicesecretaria de Organización, Carmen Fúnez, apoyó esta idea. “Vamos a lanzar un guante a todos los grupos, es nuestro deber y compromiso”, dijo.

Feijóo mandató a su secretaria general, Cuca Gamarra, a negociar con todos los grupos parlamentarios, salvo EH Bildu. Alejandro Fernández, quien por entonces notaba el aliento de la dirección nacional del PP para que diera un paso al lado y dejara paso a un nuevo liderazgo, dejó escrito en Twitter: “JUNTS sí es mi RIVAL, un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un Rey fascista, con el que se niegan a 'hablar'. Que alguien me diga de qué hay que 'hablar' con ellos...”. También arremetió directamente contra la ronda de negociaciones de Gamarra: “Se avecinan movimientos (y fotos) que van a destruir la reputación de quien los impulse”.

Meses después, Pons reconoció que mantuvo interlocución directa con Puigdemont, ese “prófugo golpista” del que Alejandro Fernández reniega.

Ni Junts... ni Pujol

Al acto de Fernández han acudido algunos representantes del PP. Además del citado Tellado, los vicesecretarios Juan Bravo y Ana Alós. Y en la mesa justo enfrente del invitado, sus hoy por hoy principales valedores en la derecha y la extrema derecha: Cayetana Álvarez de Toledo y Alejo Vidal Quadras. Dos de los referentes del nacionalismo español que niega cualquier interlocución con los independentistas e incluso los nacionalistas.

Pese a ello, Álvarez de Toledo ha sido repescada por Feijóo como portavoz adjunta del PP en el Congreso. Y eso que el líder del PP inició ya en 2022 un proceso de acercamiento al catalanismo con el objetivo de reestablecer la interlocución con quien una vez fue socio habitual del PP (la antigua CiU hoy Junts) y, llegado el caso, para intentar arrebatarle votos ante la actual deriva soberanista.

Pero Fernández ha criticado también eso este martes. El candidato del PP ha planteado que los comicios de mayo son una oportunidad para acabar con “el proceso” independentista, lo que supondría una “nueva etapa política en España, con Sánchez en su casa y con Feijóo en la Moncloa”. Pero, para ello, hay que “aprender de errores del pasado”, ha sostenido. “Hay cosas que se hacen bien y hay cosas que nos hacen daño”, ha sostenido.

Y entre los asuntos pendientes, Fernández ha pedido “apoyar a los constitucionalistas catalanes en lugar de buscar desesperadamente a un nuevo Jordi Pujol” entre el nacionalismo. “Como si no hubiéramos tenido suficiente con uno”, ha espetado, entre aplausos de los presentes.

Otro golpe a la declarada estrategia de Feijóo de acercarse al nacionalismo catalán sin el que no parece posible que el PP, hoy por hoy, pueda gobernar en España.

Cerrar heridas

Eso sí, Fernández ha intentado mostrar que en el PP las heridas están cerradas. Preguntado expresamente por los acercamientos de Feijóo a Junts, por los indultos y por su apelación, el candidato no ha querido confrontar con el líder de su partido tras ser ratificado al frente de la candidatura.

“Una de las obligaciones de cualquier ser humano es no hacerse pesado”, ha arrancado. “Si ahora mismo lo que hay es sintonía absoluta con la dirección nacional del partido, ¿para qué voy a recrearme en cosas que pasaron hace meses? Yo creo que ahora estamos perfectamente y en sintonía sobre lo que hay que hacer en Catalunya y eso es lo que para mí ahora mismo es válido”, ha zanjado.

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