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Casado fuerza a Ayuso a rectificar sus palabras sobre el rey para intentar salvar la campaña del PP contra los indultos

Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, el domingo, en la protesta de Colón.

Iñigo Aduriz / Fátima Caballero

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La presión de la dirección del Partido Popular de Pablo Casado acabó este lunes forzando a la presidenta electa de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a rectificar sus palabras sobre el supuesto papel del rey en la inminente concesión de los indultos a los presos del procés por parte del Gobierno. Todo con el objetivo de salvar la campaña contra esos perdones lanzada por el PP hace ya dos semanas, y que se ha convertido en el eje del discurso del principal partido de la oposición con el único objetivo de hacer caer al Gobierno progresista.

El domingo, justo antes de participar en la protesta de la Plaza de Colón de Madrid, la dirigente madrileña aseguró que el Ejecutivo haría “cómplice” al monarca en el caso de aprobar esos perdones. La declaración sorprendió y enfadó entonces al equipo de Casado, ya que ensombreció por un lado el protagonismo del líder del PP en la concentración, puso en cuestión el respeto del partido al jefe del Estado y levantó críticas por parte del resto de formaciones políticas. Por eso, 24 horas después de la polémica declaración de Ayuso, a última hora de la tarde del lunes y tras haber sido corregida y desacreditada públicamente por el propio Casado y distintos miembros de la dirección nacional del PP, Ayuso tuvo que dar explicaciones y rectificar sus afirmaciones sobre el rey.

La rectificación de Ayuso tardó en llegar. La presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid comparecía a última hora de la tarde desde la Asamblea de Madrid tras una conversación con Casado. Ayuso acudía a la Cámara madrileña para despachar en persona con la presidenta de la institución, María Eugenia Carballedo, acerca de la ronda de consultas para su investidura, pese a que el encuentro no estaba previsto en la agenda de la presidenta ni fue convocada hasta el mediodía.

La dirigente madrileña comparecía para rectificar las declaraciones que había pronunciado el día anterior en la sede de Génova, y defendía que el rey “no es cómplice de nada”, para responsabilizar de todo a Sánchez. Desde el entorno de Ayuso habían asegurado un par de horas antes que la presidenta no quiso interpelar al rey y que se trataba de “una pregunta retórica” que fue mal interpretada.

“Mi preocupación es que esta decisión [la de los indultos a los presos del procés] va a llegar a la mesa del jefe del Estado”, argumentaba en una declaración ante la prensa, en la Asamblea de Madrid. “El rey fue la voz y la esperanza de todos los españoles el 3 de octubre, y me duele profundamente, es una opinión personal, el compromiso al que le van a someter. Por supuesto que él no es cómplice de nada. Toda la culpa, que conste, recae en el presidente del Gobierno, quien está deteriorando todas las instituciones”, añadía.

Con sus palabras, Ayuso había ensombrecido el domingo la estrategia de su propio partido que, en una plan calcado al que siguió el PP en 2006 contra el Estatut, se había volcado con recogidas de firmas, movilizaciones en las calles y la amenaza de acudir a los tribunales a recurrir esa medida de gracia. Al cuestionar el papel del rey, que está obligado constitucionalmente a firmar todas las decisiones del Gobierno, incluidos los indultos, la presidenta copó la atención mediática en una jornada muy delicada para la dirección nacional del PP.

En un clima de división interna sobre la convivencia con la extrema derecha, Casado y su equipo se habían visto obligados a asistir a la concentración de Colón convocada precisamente para rechazar esos perdones a los presos del procés, a pesar de que la protesta, convocada por la plataforma Unión 78 –impulsada por, entre otros, la exlíder de UPyD Rosa Díez–, estuvo protagonizada por Vox y sus seguidores llegaron a abuchear a Casado mientras, al mismo tiempo, ovacionaban a Ayuso y a Santiago Abascal. La protesta no logró un éxito de asistencia similar al de otras citas –acudieron 25.000 personas, según la Delegación del Gobierno, y 126.000, para la Policía Local–, y ni siquiera el de la emblemática foto de Colón de 2019.

Por eso las declaraciones de la presidenta, realizadas en la puerta de la sede central del PP junto al propio Casado y el portavoz nacional de los populares y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, incomodaron especialmente a la dirección nacional del partido que, en menos de 24 horas, se lanzó a desmentir a Ayuso recalcando el papel constitucional del monarca y negando que Felipe VI sea cómplice de nada de lo que hace el Gobierno. Las afirmaciones de la dirigente madrileña podían volverse en contra de los intereses del PP, sobre todo después de que varios partidos, incluidos los socios de los populares en autonomías y ayuntamientos, exigieran a Ayuso que rectificara.

Qué dicen las leyes sobre el papel del rey

La ley del indulto ahora en vigor, un texto normativo que se remonta al año 1870, establece que “la concesión de los indultos, cualquiera que sea su clase, se hará en decreto motivado y acordado en Consejo de Ministros”. Y el artículo 62 de la Constitución Española establece que “corresponde al rey expedir los decretos acordados en el Consejo de Ministros”. Es decir, que el monarca debe expedir los indultos, le guste o no esa decisión del Gobierno, porque está obligado a hacerlo, sin que ello signifique complicidad alguna, como insinuó Ayuso.

En realidad, la dirección de Casado lleva semanas tratando de involucrar al monarca en su campaña contra los indultos a través de distintas conversaciones informales con periodistas en las que dirigentes de la más alta responsabilidad en el PP han asegurado que sería una “deslealtad” y un “despropósito” por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que este le hiciera firmar al rey unas medidas de gracia para los condenados por el procés independentista. “No puede ser que el Gobierno le haga firmar esto al rey de España”, han sostenido una y otra vez desde la dirección del PP en las últimas semanas.

Nadie del equipo de Casado, en cambio, tildó a Felipe VI de posible “cómplice” del Ejecutivo en ninguna de esas conversaciones, tal y como hizo Ayuso el domingo. Pero el líder del PP, con el fin de salvar su campaña contra los indultos, se vio este lunes obligado a desmarcarse de Ayuso, que se quedó sola dentro del partido defendiendo esa polémica tesis sobre el rey. “Nada permite conectar esos indultos con el menor rastro de servicio al interés general, y su responsabilidad corresponde en exclusiva a Pedro Sánchez y a su Gobierno, como establece nuestro sistema político, una monarquía parlamentaria ejercida de forma impecable por su majestad el rey Felipe VI como jefe del Estado”, aclaraba Casado en un acto en Madrid.

Desde primera hora de la mañana, los distintos miembros de la dirección nacional del PP con intervenciones en medios de comunicación tuvieron que recalcar esa misma idea. “Todo el mundo sabe que estamos en una monarquía parlamentaria y que el papel del rey está tasado”, aseguraba la portavoz 'popular' en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, en una entrevista en TVE, con una frase idéntica a la que repitió también el vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Montesinos que dijo en la Cadena SER que “el rey tiene tasado su papel en la Constitución española, que está ejerciendo de forma ejemplar”. “El problema”, en su opinión, “es que Pedro Sánchez ha decidido llevar al límite las instituciones por mantenerse dos años más en La Moncloa”.

En otra entrevista, el portavoz nacional del PP y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, consideraba que “el debate no es el papel del rey, sino si proceden los indultos”. “El rey cumplirá con su papel constitucional, hará lo que siempre ha hecho de manera impecable”, afirmaba, en Antena 3. A su juicio, “Ayuso lo que quiso reflejar es esa indignación” del “uso que se está haciendo de las instituciones”. “Estamos ante un Gobierno que se ha acostumbrado a un uso partidista de las instituciones. ¿Que si Ayuso debe rectificar o matizar? Creo que quien debe rectificar es el presidente del Gobierno”, zanjaba él.

En los argumentarios, el PP asegura que hay un “clamor” contra los indultos

Fuentes de la dirección nacional del PP aseguran que la polémica está “zanjada” y que todo se debió a un “mal entendido” ya que, a su juicio, lo que quiso decir el domingo la presidenta madrileña es “lo mismo” que viene sosteniendo el equipo de Casado en las últimas semanas: que consideran “indigno” que el Gobierno haga firmar al rey esos indultos.

En sus textos internos, los argumentarios que envía cada día Génova 13 a todos los dirigentes del PP para que los repitan en sus intervenciones públicas, el equipo de Casado sostiene que “Sánchez debe rectificar y no llevar a las instituciones al límite con tal de estar en el poder tras el clamor de los españoles que no quieren que se venda la soberanía nacional y la unidad de España por un puñado de votos”.

La dirección 'popular' asegura que “Sánchez tiene ya cerrado el acuerdo con los secesionistas para sacarles de la cárcel sin arrepentimiento solo por seguir en Moncloa”. Además, Casado y los suyos están convencidos de que el presidente del Gobierno “presentará un paripé de documento en el Consejo de Ministros para justificar lo que es injustificable hasta para el Sánchez de hace unos años, cuando denostaba los indultos políticos”. “La mesa de negociación es su siguiente estación, que culminará con el referéndum unilateral. No permitiremos que la Constitución sea el rescate para seguir en la Moncloa. Si Sánchez viera en lo que ha acabado se haría una moción de censura a sí mismo”, zanja el PP. El partido tiene previsto seguir ejerciendo su labor parlamentaria contra los indultos con preguntas y mociones al Gobierno.

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