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Los doce de Arrimadas, el núcleo de fieles que pelea por reflotar el proyecto “liberal” de Ciudadanos

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, durante una reunión del Comité Permanente del partido.

Carmen Moraga

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Ciudadanos se prepara para intentar “reflotar el proyecto de centro liberal” con nuevas caras y la vista puesta en 2023, año de nuevas elecciones tanto generales como municipales y autonómicas, si los órdagos de Vox y la estrategia del PP no deparan sorpresas antes (todas las miradas están puestas ahora en Andalucía). Con este objetivo, hace ahora dos meses, Inés Arrimadas anunció su decisión de ampliar el Comité Permanente del Ciudadanos, el órgano de dirección reducido formado hasta entonces por media docena de dirigentes de su absoluta confianza, al que incorporó a la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, al ex vicepresidente del Gobierno regional, Ignacio Aguado –que ha terminado renunciando a todos sus cargos–, al eurodiputado catalán Jordi Cañas, a los diputados del Congreso Guillermo Díaz y Sara Giménez y al portavoz municipal valenciano, Fernando Giner. También entraron en este órgano el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, y el líder aragonés, Daniel Pérez, que se ha convertido en responsable de Comunicación del partido. Con estos movimientos, la líder de Ciudadanos intentaba calmar el clima de tensión que se había instalado tras la frustrada moción de censura que acababa de presentar junto al PSOE en Murcia –y que fracasó al lograr el PP que tres diputados tránsfugas de Ciudadanos pasaran en 48 horas de censurar a un gobierno a formar parte de él– y el malestar que se venía arrastrando por la debacle en Catalunya.

Los cambios los anunció Arrimadas a sus compañeros en la reunión de una Ejecutiva de urgencia que había convocado en la sede del partido precisamente para calmar las aguas, dado que varios dirigentes regionales estaban exigiendo las cabezas de Carlos Cuadrado y de su adjunto, José María Espejo-Saavedra, a los que responsabilizaban de todos los males. Antes siquiera de que comenzara la reunión, ambos dirigentes adelantaron a Arrimadas que renunciaban a sus cargos de vicesecretarios generales. No obstante, por deseo de la líder del partido, los dos han continuado formando parte del Comité Permanente.

En la propuesta que llevó a aquella reunión Arrimadas figuraba también el nombre del excoordinador de Ciudadanos en Valencia, Toni Cantó, que repentinamente abandonó la sede de Ciudadanos, muy alterado, para anunciar su dimisión. Entonces negó que se fuera a ir al PP, pero apenas unas horas después se conocía que había aceptado el ofrecimiento de la dirección del partido de Pablo Casado de integrarse en la lista electoral de Isabel Díaz Ayuso del 4 de mayo. La Justicia tumbó su candidatura pero el exdirigente de Ciudadanos ha entrado en el PP y hoy es uno de sus más furibundos defensores.

En el Comité Permanente ya figuraba el portavoz parlamentario, Edmundo Bal, al que la líder del partido, pese a su fracaso como candidato a la Comunidad de Madrid, ha encumbrado ahora a una vicesecretaria general junto al aragonés Daniel Pérez. Ambos se han convertido en sus dos 'hombres fuertes' de la dirección. Con ese equipo renovado Arrimadas quiere afrontar el futuro de Ciudadanos, cuyo proyecto ha decidido “reflotar” en una Convención Política que se celebrará entre el 17 y el 18 de julio.

Una de las decisiones que ha quedado clara es que Bal seguirá como portavoz en el Congreso, además de hacerse ahora cargo de la portavocía nacional. El abogado del Estado fue un fichaje de Albert Rivera con el que ocupó el cuarto puesto de su lista al Congreso por Madrid en 2019, año en el que se afilió al partido. Pero mientras otros fichajes riveristas han abandonando el proyecto –como el empresario Marcos de Quinto–, Bal se ha consolidado como el brazo derecho de Arrimadas, a la que ha jurado lealtad y fidelidad públicamente al asegurar que él “nunca” se irá al PP. “Si es necesario, seré el último que se quede aquí para apagar la luz”, aseguran que afirmó con vehemencia ante la líder en aquella reunión de la Ejecutiva.

Junto a él trabaja ahora codo con codo Daniel Pérez Calvo, recién nombrado secretario de Comunicación. Pérez, un dirigente poco conocido por la ciudadanía, es el coordinador autonómico de Ciudadanos en Aragón, donde concurrió como candidato en las elecciones de 2019. Desde entonces ejerce como portavoz del partido en las Cortes. Es licenciado en Periodismo y ha trabajado en el Heraldo de Aragón y El Periódico de Aragón, aunque la mayor parte de su carrera la desarrolló en Atresmedia, donde fue redactor, jefe de informativos, delegado en Aragón, director de comunicación, director general de Uniprex TV y director de Onda Cero en Aragón. Arrimadas decidió esta semana viajar a Zaragoza para asistir a la reunión de su Comité Autonómico –que acaba de ser renovado– con la idea de respaldar el papel del nuevo vicesecretario general y responsable de Comunicación de la Ejecutiva Nacional, del que destacó su capacidad para hacer “política útil”, por haber logrado llegar a acuerdos tanto a derechas como a izquierdas, ya que en la región gobiernan los socialistas a los que han apoyado los Presupuestos en aras de la “estabilidad”, mientras en el Ayuntamiento son socios del PP, que es el partido que gobierna.

A esa cita se sumó la zaragozana Marina Bravo, secretaría general de Ciudadanos y amiga de Arrimadas. Aunque orgánicamente es la número dos del partido desde la designación de Arrimadas como presidenta, los nombramientos de Bal y Pérez eclipsan su papel, que ejerce con la máxima discreción esta ingeniera de Caminos, Canales y Puertos, que ha trabajado como investigadora en la universidad, en la empresa privada, en el sector de obras públicas y edificación y en Adif, donde actualmente tiene una excedencia.

Bravo es diputada de Ciudadanos en el Parlament de Catalunya por la provincia de Barcelona desde 2015, acta que ratificó con la convocatoria electoral de 2017 y también en la últimas autonómicas, casi por los pelos, ya que iba como número cuatro y el partido solo logró seis escaños de los 36 que tenía. Es secretaria de Programas en Catalunya y portavoz adjunta en el Parlament desde 2018.

Otra de las que asistió a esa cita fue la diputada Sara Giménez, que es de Huesca. Aunque concurrió a las elecciones generales en la lista por Madrid en 2019 como fichaje también de Rivera, está muy cómoda en la nueva etapa liderada por Arrimadas, que la ha incorporado al Comité Permanente. En enero de 2018, fue nombrada representante de España ante el Comité Europeo contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI) del Consejo de Europa y forma parte de la Fundación del Secretariado Gitano –colectivo al que pertenece– donde es la responsable de Igualdad y Lucha contra la discriminación. En el Congreso es la portavoz de esa misma área y se ocupa además de los temas de violencia de género y de los derechos de la infancia y la adolescencia. La diputada ha entrado en el Comité Permanente de Arrimadas junto con Guillermo Díaz, otro de los dirigentes que se ha ganado la confianza de la líder de Ciudadanos. El parlamentario por Málaga aterrizó mucho antes que Giménez en la Cámara Baja, en 2015, y desde entonces se ha ocupado de RTVE y del área de Comunicación durante la etapa de la Gestora nombrada en el ínterin de la dimisión de Rivera y la celebración de la Asamblea General que designó presidenta a Arrimadas. La nueva líder, en esta legislatura, le encomendó la portavocía de Sanidad, antes siquiera de que estallara la pandemia, y la de Cultura y Deporte, cargos que ha asumido desde entonces.

Villacís, una figura emergente tras la dimisión de Aguado

Dentro de ese equipo, una de las figuras que destaca, y que se ha visto reforzada tras la dimisión de Ignacio Aguado como líder del partido en Madrid, es Begoña Villacís. La vicealcaldesa de la capital inició su andadura como portavoz del Grupo Municipal Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid entre 2015 y 2019, año en el que se convirtió en número dos del Consistorio tras el pacto cerrado con el dirigente del PP José Luis Martínez Almeida. Sus buenas relaciones con el alcalde han provocado todo tipo de especulaciones sobres sus posibles planes de recalar o propiciar una confluencia con los populares, algo que ella desmiente una y otra vez. Es la dirigente más conocida ahora de Ciudadanos y en la que Arrimadas confía para levantar el vuelo de nuevo en Madrid cuando se celebren elecciones autonómicas en 2023. Tras la decisión de Aguado de renunciar a todos sus cargos, ha sido designada coordinadora en Madrid y será la encargada de organizar la Convención nacional que Ciudadanos celebrará en la capital a mediados de julio.

Otro de los dirigentes que ha entrado en el círculo de poder de la líder es el andaluz Juan Marín, vicepresidente de la Junta y Consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, en uno de los pocos gobiernos de coalición con el PP que le quedan a Ciudadanos junto con el de Castilla y León, cuyo homólogo, Francisco Igea, no ha entrado en este círculo íntimo de Arrimadas, con la que sigue manteniendo sus más y sus menos desde que rivalizó con ella en las primarias para presidir el partido. Marín inició su andadura política ostentando diversos cargos en el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, como el de primer teniente de alcalde, hasta que recaló en Ciudadanos como diputado en el Parlamento de Andalucía en 2015. Es el portavoz y coordinador autonómico del partido en la región. La posibilidad de que se adelanten las elecciones en Andalucía ha puesto todo el foco en Marín, sobre el que se dice que no vería con malos ojos una convergencia con el PP con tal de no desaparecer. De ahí que la líder de Ciudadanos prefiera tenerlo cerca.

En la lista de Comité Permanente figura también el eurodiputado Jordi Cañas, una figura clave en la construcción del proyecto político de Ciudadanos en Catalunya desde que se afilió en 2006, en sus inicios junto a Albert Rivera. Antes de todo eso, Cañas militó durante varios años en el PSC y en las Juventudes Socialistas de Catalunya. Fue miembro de su comité ejecutivo, secretario de acción política y secretario de comunicación autonómico. Fue también portavoz nacional de la formación entre 2008 y 2012. En Catalunya fue diputado en el Parlament durante la IX y X legislatura y portavoz del Grupo Parlamentario entre 2010 y 2014. Un turbio asunto con Hacienda le apartó entonces de la primera línea política. Pero cuatro años después la acusación fue retirada por la Abogacía del Estado y fue rehabilitado, aunque ya por entonces era asesor de la delegación de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, donde desde 2019 ocupa un escaño. Arrimadas ha decidido contar con él para remontar el bache en Catalunya tras el fracaso de Carlos Carrizosa.

En el sanedrín también está Borja González, quien pese a ser el secretario de Organización del partido es un dirigente totalmente desconocido para la opinión publica. Es de Euskadi, donde ostenta también el mismo cargo. La discreción con la que ejerce su trabajo contrasta con el estilo de su antecesor, Fran Hervías –huido al PP con toda su agenda, con la que emprendió la opa hostil contra Ciudadanos–, al que dentro del partido apodaron señor Lobo por sus métodos un tanto expeditivos y poco ortodoxos. González se está pateando las agrupaciones estas semanas con otros dirigentes del equipo para pulsar el sentir de la militancia y recabar las sugerencias de cara a la Convención Política de julio.

En el equipo de Arrimadas ha entrado además el valenciano Fernando Giner, quien desde 2015 es portavoz del grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia tras ser el candidato de la formación en las elecciones municipales de 2015 y 2019. La abrupta marcha de Cantó del partido para integrarse en el PP le está dando la oportunidad de promocionarse internamente. En su currículo el partido destaca que “como voluntario, ha sido durante más de veinte años vicepresidente de la Casa Caridad de Valencia, cofundador de la ONG Mamás en Acción y director de academia de emprendedores”.

La lista la completan Carlos Cuadrado y José María Espejo-Saavedra, que pese a haber dimitido como vicesecretarios generales siguen formando parte del Comité Permanente de Arrimadas, que los ha defendido al considerar que los fracasos tanto en la campaña de Catalunya como por el fiasco de la moción de censura en Murcia –que ambos pilotaron desde Madrid– es responsabilidad de todos y no solo de ellos dos. Cuadrado sigue siendo oficialmente secretario de Finanzas del partido y Espejo-Saavedra es secretario general del Grupo Parlamentario del Congreso, donde ocupa un escaño por Barcelona. Fue, además, vicepresidente segundo del Parlament de Catalunya y portavoz de Justicia de Ciudadanos en esa institución entre 2017 y 2019. Espejo-Saavedra, un histórico de Ciudadanos, es abogado y ha desempeñado la secretaría de Asuntos Jurídicos y la de Acción Institucional de la Ejecutiva nacional, responsabilizándose de la acción de Ciudadanos en las distintas instituciones en las que tiene representación hasta 2021.

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