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El enfermero de la Carlos III escondía la cámara en una estantería para grabar a las víctimas semidesnudas

La fachada del campus de Getafe de la Universidad Carlos III de Madrid.

Pedro Águeda

30 de septiembre de 2021 22:24 h

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El enfermero S. B. se fue de vacaciones en julio y ya nunca se reincorporó a su trabajo en la Universidad Carlos III. Al regresar, la Policía aguardaba para detenerlo y ponerlo a disposición judicial. Los agentes ya habían visionado el voluminoso archivo de fotos y vídeos donde aparecían profesoras y otras trabajadoras de la Universidad que almacenaba el sanitario. De su observación se deduce que S. B. escondía una pequeña cámara en una de las estanterías donde practicaba electrocardiogramas y otras pruebas médicas. 

Una de las mujeres afectadas ha recordado en las últimas horas a la Policía cómo en uno los exámenes médicos anuales, S. B. le hizo repetir en tres ocasiones el electro, desnuda de cintura para arriba, y que para ello le retiró y volvió a poner los electrodos otras tantas veces.

Entre los vídeos aparecen escenas completas de las pruebas, desde que la mujer entra en la sala hasta que termina la prueba, con una gran calidad de imagen, coinciden varias mujeres que ya han prestado declaración ante las dos agentes de Policía que se han desplazado esta semana al campus de Getafe. 

En uno de los vídeos se ve a S. B. acercarse a la cámara y apagarla. Las carpetas están señaladas con el nombre completo de la mujer grabada. En otros casos, los vídeos son piezas editadas por S. B. con posterioridad a su grabación. El imputado utiliza distintos efectos para trucar las imágenes, según fuentes del caso. Varias víctimas que han declarado ya ante la Policía se han reconocido grabadas por el sanitario en distintos años. S. B. comenzó a trabajar como externo en la Universidad Carlos III en el año 2009.

El sanitario y su mujer se encontraban en pleno proceso de separación cuando él se fue de vacaciones y ella aprovechó para llevar varios CD a la comisaría de Aranjuez. Los agentes abrieron el atestado 4907/21 y dieron traslado del material a sus compañeros de Investigación Tecnológica. Estos constataron que los archivos no habían sido difundidos en Internet, lo que hubiera agravado los presuntos delitos cometidos por S. B. al grabar subrepticiamente a sus compañeras. Quedaba esperar a que regresara a su domicilio.

Tras su arresto, todavía en julio, el grupo de Policía Judicial de la comisaría de Aranjuez puso al detenido a disposición del juzgado de instrucción y primera instancia número 2 de Aranjuez, de guardia aquel día. Tras la declaración, la Fiscalía decidió no solicitar medidas cautelares y el el enfermero quedó en libertad, imputado por un delito contra la intimidad. 

Las diligencias previas acabaron por reparto en el juzgado de instrucción número 3 de la misma localidad madrileña, cuya titular es Cristina García, la magistrada que instruyó el caso Interligare. La jueza decretó el secreto de sumario que con el paso de las semanas levantó, según fuentes jurídicas. S. B. está en la actualidad desvinculado laboralmente de Quirón, la empresa proveedora del servicio sanitario a la Universidad Carlos III, a raíz de la investigación judicial. elDiario.es ha intentado recabar la versión de Quirón sin éxito.

Descontento con el rector

Por otra parte, víctimas de los campus de Getafe y Leganés trasladan su malestar por tener que haberse enterado por este medio de la detención de S. B. y por que más de 24 horas después el único pronunciamiento de la universidad se haya producido a través de los medios y por una misiva de la gerente de la Universidad que recibieron la mañana del jueves en su correo corporativo.

En la carta se repiten los extremos trasladados a los medios por un portavoz el miércoles, como que “por la información de que se dispone, dichas grabaciones no han sido compartidas ni difundidas”. La gerente de la Universidad asegura que el centro se ha personado en las actuaciones “en defensa de los intereses de la comunidad universitaria y en apoyo de las trabajadoras afectadas”. 

La Carlos III ha puesto sus servicios jurídicos al servicio del personal afectado y asegura en la carta que si solo se ha puesto en contacto con las víctimas tras prestar declaración ante las agentes es para “no interferir en la investigación”. Las empleadas consultadas por elDiario.es lamentan que la universidad y Quirón conocieran el caso mucho antes que las víctimas y el resto del personal y que el rector de la Universidad, Juan Romo, no se haya dirigido todavía a ellas. 

Una de esas mujeres, que asegura hablar por boca de un grupo de empleadas de la universidad, traslada “el agradecimiento de todas” a la denunciante, la exmujer del enfermero. “Si no llega a ser por ella, no lo hubiéramos sabido nunca”, añade.

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