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El Gobierno y la Generalitat chocan por El Prat en vísperas de la mesa de diálogo

Pedro Sánchez y Pere Aragonès en Moncloa.

Irene Castro / Arturo Puente / Pau Rodríguez

8 de septiembre de 2021 22:36 h

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Pedro Sánchez se ha plantado ante las discrepancias en el seno del Govern por el proyecto para la ampliación del aeropuerto de El Prat. El Gobierno ha decidido paralizar esa inversión de 1.700 millones de euros que la parte socialista defiende a capa y espada porque la considera beneficiosa para los intereses económicos de Catalunya, pero que rechaza Unidas Podemos. Ante la oposición creciente de ERC a ese plan pactado por el vicepresidente catalán, Jordi Puigneró, y la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, en una reunión secreta, Moncloa ha optado por frenar el proyecto a la espera de que los socios de la Generalitat se pongan de acuerdo. La decisión se produce una semana antes de que se reúna la mesa de diálogo cuyos detalles aún no están cerrados en buena medida por la tensión entre los partidos independentistas, según fuentes gubernamentales. Ahora la situación se tensa aún más: Junts señala al Gobierno por “deslealtad” y ha reconocido que está “enojado” por la posición de los republicanos mientras que Pere Aragonès ignora el pacto suscrito por su vicepresidente y acusa al Gobierno de una “operación de chantaje”.

“El pacto se ha quebrado por una pérdida de confianza manifiesta, es imposible llevar a buen término un proyecto de esta envergadura sin un apoyo nítido y decidido de la Generalitat”, ha declarado la ministra Sánchez, que se ha referido al cambio de posición en el seno del Govern después de que ERC haya dado por hecho que tendría representación en una manifestación en contra de la ampliación. “El Gobierno quiere que Catalunya vuelva a ser un motor económico de España, pero no va a imponer este proyecto porque la Generalitat no lo hace posible”, ha sentenciado Sánchez. En el Ejecutivo preocupa, además, la imagen que se puede dar en la UE al llevar a cabo una inversión de tal magnitud sin el consenso de todos los actores.

A pesar de que Transportes y el vicepresidente catalán pactaron en agosto el proyecto –del que el Gobierno dio cuenta posteriormente en la reunión de la comisión bilateral a la que asistía ERC–, fuentes gubernamentales apuntan a que la “evolución” de ERC hace inviable su aprobación inmediata. Aunque Moncloa enfatiza la divergencia existente en la Generalitat, tampoco en la coalición había unanimidad. Unidas Podemos ha dejado clara su oposición. De hecho, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, iba a visitar este jueves junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, un paraje natural afectado por esa ampliación aeroportuaria. 

En el Gobierno desvinculan la decisión de la mesa de diálogo que en teoría tiene que reunirse la próxima semana. Fuentes gubernamentales niegan que el golpe en la mesa tenga que ver con la cita prevista para la próxima semana ni que sea un gesto a ERC, pero reconocen que es el Govern el que tiene que “aclararse”. “Es el lío que tienen entre ellos, nosotros ahí no vamos a entrar”, afirma un ministro.

No obstante, la ampliación del aeropuerto de El Prat es uno de los 44 puntos de la Agenda del Reencuentro que el Ejecutivo lleva como hoja de ruta a ese organismo por lo que el asunto podría haberse abordado ahí. 

No lo ve así el vicepresidente Puigneró, que ha diferenciado la mesa de diálogo de la negociación de ese proyecto al asegurar que entienden la mesa como un órgano en el que “se habla de soberanía y conflicto político”. “No tiene nada que ver con lo que significa la decisión de hoy [por el miércoles] en materia de infraestructuras y que se trata en comisiones bilaterales”, ha apuntado.

El presidente catalán, Pere Aragonès, ha optado por señalar exclusivamente al Gobierno y no a su socio y ha obviado el acuerdo suscrito por Sánchez y Puigneró. “Se ha comprobado que AENA y el Gobierno solo estaban dispuestos a hacer la ampliación si era como ellos han pretendido, desde un principio, destrozando un espacio natural protegido y sin escuchar ni al territorio ni al Gobierno de la Generalitat”, ha expresado en Twitter el republicano, que ha acusado al Ejecutivo de haber hecho un “chantaje”. “El Govern de Catalunya considera que las inversiones –y más en el caso de una de tanta trascendencia– deben llevarse a cabo mediante el diálogo y consenso, nunca desde la imposición”, ha agregado.

El acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Transportes y la Vicepresidencia del Govern el pasado 2 de agosto desbloqueaba una inversión de 1.700 millones de euros hasta 2031 para llevar a cabo una gran ampliación en la base aérea catalana que incluía, entre otras mejoras, el alargamiento de la tercera pista. Esta modificación, sin embargo, puede afectar a la zona de la Ricarda, un paraje natural protegido a nivel europeo por su biodiversidad. En el acuerdo la cuestión medioambiental no se aclaraba aunque tampoco se descartaba.

Afectación al paraje natural

Pero ese compromiso saltó por los aires el pasado viernes, cuando Aena presentó ante los actores del comité de coordinación catalana el borrador del Documento de Ordenación Aeroportuaria (DORA), en el que, además de proyectar y presupuestar la ampliación de El Prat durante los próximos cinco años, sí se preveía una afectación al paraje natural. Eso hizo saltar a ERC y al president de la Generalitat, en un primer momento, y finalmente al conjunto del Govern.

“Exigimos explicaciones y la rectificación de un DORA que daña la zona protegida de La Ricarda”, reacción el president Pere Aragonès desde su cuenta de Twitter, con unos mensajes que este miércoles eran esgrimidos por el Gobierno para explicar las razones que les han llevado a suspender la inversión. Otra de las declaraciones que sentaron mal en el Ministerio de Raquel Sánchez fueron las de la portavoz de ERC, que admitió que algunos miembros del Govern podrían acudir a la manifestación del próximo día 19, convocada por organizaciones ecologistas contra la ampliación.

Pese al golpe sobre la mesa de este miércoles, fuentes socialistas recuerdan que se trata de una suspensión y no de una decisión definitiva, para la que hay tiempo hasta el 30 de septiembre, día en que debe aprobarse el DORA. “El Govern debe aclararse y decidir si quiere la ampliación de El Prat o no”, reclama la portavoz de los socialistas catalanes, Alicia Romero, en una entrevista en elDiario.es. El mensaje desde el lado del Gobierno es que la pelota está en el tejado de la Generalitat y que, si desea que la inversión multimillonaria se proyecte, debe mostrar su compromiso inequívoco con la ampliación y el proyecto de Aena. “Es imposible llevar a buen término un proyecto de esta envergadura sin un apoyo nítido y decidido de la Generalitat”, recalcó la ministra.

El Govern, por su parte, siempre ha visto en el proyecto maniobras del Gobierno para acabar poniendo a la Generalitat entre la espada de la inversión y la pared medioambiental. Fuentes del Ejecutivo catalán apuntaban esta semana, antes de conocerse la suspensión del proyecto, que en su opinión el DORA era demasiado explícito respecto a la posible afectación de las obras al espacio protegido, lo cual consideraban incoherente con el supuesto consenso que Aena afirma buscar con las instituciones locales.

Este miércoles el vicepresident Jordi Puigneró (Junts) ha reaccionado con la máxima hostilidad al anuncio de la ministra Sánchez y acusaba al Gobierno de deslealtad. “Han roto unilateralmente un acuerdo que representaba una inversión importante para Catalunya”, ha expresado. “Una vez más el Estado no cumple con Catalunya. Nos preguntamos cómo quieren que no seamos independentistas si ni invierten ni nos dejan invertir”, ha abundado Puigneró en una comparecencia de urgencia desde Bruselas. Puigneró también se ha mostrado “enojado” por la “confusión” que han generado en los últimos días declaraciones como las de Marta Vilalta, de ERC, que abría la puerta a manifestarse contra el aeropuerto.

Aunque las reacciones han sido similares en ambos partidos, dentro del Govern han convivido puntos de vista diferentes sobre el proyecto y, también, sobre el DORA en concreto. Mientras el planteamiento de Junts pasaba por dar por bueno el DORA tal y como está, y esperar a la fase de la redacción del plan director para tratar de encajar el proyecto en sus intereses, ERC sí planeaba mostrarse en contra del documento desde el inicio y mostrar sus reticencias con lo que se aprobase el próximo día 30 de septiembre.

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