Rubalcaba se despide del PSOE reconociendo las dificultades que han rodeado su mandato
No pudo evitarlo. Alfredo Pérez Rubalcaba se emocionó en su despedida. Entre el sofocante calor que hacía en el plenarium del Hotel donde se celebra el Congreso Extraordinario del PSOE, y los cerrados aplausos que le brindaron los delegados y los dirigentes de la vieja guardia –entre los que estaban esta mañana Joaquín Almunia y Felipe González, pero no Zapatero-, Rubalcaba apenas pudo contener las lágrimas.
En su último discurso antes de dejar el testigo de la secretaría general en manos de Pedro Sánchez, el veterano dirigente socialista no pudo evitar reconocer, casi a modo de reproche, las enormes dificultades que ha tenido que atravesar su equipo desde que fue elegido dirigente del partido en el 38 Congreso de Sevilla, celebrado en febrero de 2012. Rubalcaba se marcha recriminando que su liderazgo ha carecido del apoyo que ahora le ofrece a su sucesor.
La queja del líder del PSOE no ha pasado desapercibida entre los delegados que asisten al cónclave, que han leído con claridad el mensaje cifrado por parte de quien se va: no se puede elegir una dirección y discutirla desde el primer minuto.
Y lo ha dejado caer justo en el capítulo de los agradecimientos, cuando citaba a Elena Valenciano, su fiel escudera de tantos años, cuyas responsabilidades en Europa como líder del Grupo Socialista están ahora en el áire.
“Gracias a todos compañeros. Ha sido un privilegio compartir con vosotros esta aventura. Ha sido una experiencia muy grata”, dijo, dirigiéndose a los miembros de su Ejecutiva y al resto de los presentes. Luego se ha parado para agradecer específicamente el trabajo de Valenciano. “Gracias a Elena por tu buena fe, por tu trabajo, sensibilidad y fortaleza en los dificilísimos momentos que hemos pasado”, ha añadido, emocionado, mientras la hasta hace poco vicesecretaria general del PSOE asentía con la cabeza y sonreía, agradecida.
Para el nuevo líder del partido tuvo palabras de aliento. “Pedro, enhorabuena por tu triunfo y determinación. Y porque has sido el primero en ser elegido por todos los militantes. De corazón, felicidades. Creo que lo vas a hacer muy bien”, le ha animado.
Dicho esto, Rubalcaba ha asegurado a Sánchez que puede contar con él a partir de ahora “para lo que quiera”. “Tienes siempre mi apoyo, ahora y siempre, mi apoyo incondicional”. El líder socialista ha querido también dejar claro que aunque deje la primera línea política “nunca abandonaré el partido. Nunca”. “Soy socialista y lo seguiré siendo toda mi vida”, remachó.
Rubalcaba tampoco ha querido dejar atrás el trabajo realizado durante su mandato, que fue plasmado en la Conferencia Política del PSOE, en la que participó el propio Sánchez y en donde se “sentaron las bases del proyecto” que ahora el nuevo líder debe “completar”.
La autocrítica fue escasa y Rubalcaba la personalizó en él mismo y los “posibles errores que haya podido cometer”. “Este es un partido que nunca olvida sus principios y siempre cumple sus promesas. Olvidarnos de alguno de estos principios nos traerá malas consecuencias. Los españoles no nos lo perdonarán”, advirtió. Incluso se permitió dar algunos consejos a su sucesor. Le recomendó que para tener éxito en su nueva tarea debe de trabajar con esos principios de los que hace gala el PSOE, “lealtad, honestidad, coherencia y austeridad”.
En su discurso, Rubalcaba también ha hecho breves referencias a Eduardo Madina y a José Antonio Pérez Tapias, los dos rivales de Sánchez en las primarias. Ambos habían llegado por la mañana a la sede del cónclave dejando entrever su malestar por las formas en las que Sánchez ha estado llevando a cabo las negociaciones para formar su Ejecutiva.
Madina se ha mostrado dolido porque hasta ese momento “nadie” le había llamado para hablar de la composición de la nueva dirección, mientras reconocía que le hubiera gustado “tener más capacidad para trabajar en pro de la integración”. También Pérez Tapias lanzó un reproche parecido al decir que “creía que la integración iba por otros derroteros”.
En la nueva Ejecutiva entra como responsable de Economía Manuel de la Rocha Vázquez, hijo del dirigente de Izquierda Socialista y ahora diputado del PSOE Manuel de la Rocha Rubí. Pero no pertenece a la corriente crítica.
No obstante, tanto Madina como Pérez Tapias apelaron a la necesidad de salir de este Congreso “unidos” para remontar el bache que atraviesa el PSOE y para afrontar “fuertes” las próximas citas electorales, autonómicas, municipales y, sobre todo, las generales.
Precisamente, ese llamamiento a la “unidad” fue la tónica general de todas las intervenciones, especialmente la de Susana Díaz – la más ovacionada de todos los dirigentes que desfilaron por el estrado, por cierto- . La líder de los socialistas andaluces, que presidió en Congreso Extraordinario, arengó a los delegados: “No os quedéis callados cuando digan que somos iguales. No somos iguales. No somos ni parecidos. La derecha siempre se ha opuesto a todos los avances, siempre ha estado en contra”.
El broche final de la mañana lo pusieron los propios delegados del Congreso al brindar una larguísima ovación a Rubalcaba en su última aparición pública como líder del PSOE.
El discurso de despedida de Rubalcaba by eldiario.es
