El colectivo LGTBI reivindica a las mujeres lesbianas, trans y bisexuales en el primer Orgullo online
La pandemia del coronavirus ha obligado a cambiar el escenario del Orgullo 2020, pero no ha callado las voces de quienes luchan por los derechos del colectivo LGTBIQ+. En una edición centrada en la visibilidad de las siglas LBT y bajo el lema “Sororidad y feminismo para TRANSformar. ¡Mujeres lesbianas, trans y bisexuales en acción! Por las más vulnerables”, los manifestantes han recorrido virtualmente las principales calles del centro de Madrid.
La “marcha”, organizada la por FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) y COGAM (Colectivo LGTB+ de Madrid), arrancaba algo más tarde de las 19.00 horas y en esta ocasión se cambiaban los gritos, proclamas y bailes en las calles por documentales, mensajes y música desde casa.
“Feliz orgullo”, se saludaban los asistentes unos a otros. Han podido hablar a través de un chat que se ha habilitado para tratar de hacer esta convocatoria lo más parecida posible a las anteriores a la pandemia. En la plataforma, también podían leerse mensajes como “Orgullosas LGTB”, “Love is love”, “Qué bonita es la diversidad”, “Los derechos trans son derechos humanos”o “Arriba esos orgullosos”.
“Os doy la bienvenida a este Orgullo 2020, donde vamos a celebrar la diversidad del colectivo LGTBIQ+ y reivindicar nuestros derechos”. Así saludaba Elsa Ruiz, la encargada de conducir el acto. La cómica e ilustradora trans ha explicado que en esta ocasión han querido centrarse en las mujeres del colectivo, porque “la sororidad es muy importante” y “debemos apoyarnos en nuestras reivindicaciones y en nuestra lucha”.
El punto de partida de la tarde: un viaje a la Nueva York de un 28 de junio de 1969, para recordar, a través de un pequeño documental, cómo surgió el Orgullo. Al terminar, comenzaba la música.
“Somewhere over the rainbow, way up high / And the dreams that you dream of once in a lullaby, oh / Somewhere over the rainbow blue birds fly /And the dreams that you dream of, dreams really do come true, ooh”. En el campo y con un ukelele, Lolita Watson era la primera en actuar. Comenzaba con “Over the rainbow”, la canción que sonaba el día de la redada en Stonewall.
Con su música de fondo, empezaban a moverse los manifestantes virtuales –aunque sin cambiar de escenario– y a desfilar las pancartas. En cada una podía verse el nombre del grupo que la portaba, pero no los mensajes. Para leerlos, había que ir a la izquierda de la pantalla, donde aparecen los organizadores de la sesión, y pinchar sobre ellas.
No tenemos derecho a rendirnos
En el acto han participado mujeres visibles del colectivo. Entre ellas, Bastet, la primera rapera española abiertamente lesbiana, que ha cantado ‘Eso que llaman igualdad’.
“Es importante visibilizar a estas mujeres: es algo primordial, algo que hay que trabajar día tras día. No solo en esas fechas que señalan en el calendario”, ha dicho en conversación con la presentadora.
Entre las historias emitidas, la de Brenda Howard, activista estadounidense por los derechos bisexuales; la de Ellen DeGeneres, que se convirtió en la primera protagonista abiertamente homosexual de una serie de éxito y ganó múltiples Emmy; o la de Laverne Gox, actriz estadounidense que ha triunfado en Hollywood y en 2014 fue la primera mujer trans en salir en portada de la revista Time. Además, ha sido la primera mujer trans en ser nominada a un Emmy por su papel en 'Orange is the new black'.
“Luchar, mayores, pequeños, medianos, para acabar con esta oleada de fachas que nos quieren mandar a las catacumbas; es lo primero que tenemos que hacer”, ha dicho Boti García Rodrigo. La actual directora general de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI ha recalcado la importancia de “dotarnos de instrumentos legales que potencien la protección del colectivo”.
También han mandado mensajes caras conocidas como Itziar Castro, actriz lesbiana, o Alicia Ramos, cantautora trans: “No tenemos derecho a rendirnos, eso pienso”, ha dicho esta última antes de coger su guitarra para interpretar ‘No podrán conmigo’.
Es fundamental seguir abriendo todas las puertas del armario de las aulas y de los centros, para que entre el oxígeno y los centros educativos dejen de ser burbujas al margen de la realidad
Otro de los puntos importantes que han querido destacar –y que incluyen en el manifiesto– ha sido la necesidad de cambiar las cosas desde las aulas. Para ello, han hablado diferentes miembros del sector educativo, como Noemí Díaz o Ana Ojea. Ambas son lesbianas visibles y profesoras de secundaria.
“Creo que es casi mi deber visibilizar, para crear referentes para el alumnado”. Para Díaz es importante que las adolescentes tengan esos espejos en los que mirarse que ella no tuvo a su edad. “Es imprescindible que los centros educativos sean espacios seguros frente a la violencia de género y la LGTBIfobia”, insiste.
Sobre esto último, Ojea ha expresado que “es fundamental seguir abriendo todas las puertas del armario de las aulas y de los centros, para que entre el oxígeno y los centros educativos dejen de ser burbujas al margen de la realidad”.
“La existencia de las personas trans no es un debate”. Al finalizar el acto, Elsa Ruiz ha condenado la transfobia que se está viendo también últimamente en diferentes sectores de la sociedad. “Yo no soy menos mujer por ser una mujer trans. Al igual que un hombre trans no es menos hombre por ser trans. Además, hay que reivindicar la existencia de las personas trans no binarias”.
La conductora ha insistido en que “la transfobia es odio, venga de donde venga y hay que acabar con ella”. Por eso, recordando que los derechos de las personas trans son humanos, ha hecho hincapié en la necesidad de una Ley Trans estatal. Así, ha puesto fin al acto y ha dado paso al manifiesto.
En él, además de esa ley, reivindican medidas como el derecho de autodeterminación de las personas trans para garantizar su acceso a recursos institucionales y prevenir discriminaciones; que se garantice una atención especializada para las personas LGTBI víctimas de violencia en el ámbito familia; una educación en diversidad LGTBI obligatoria y transversal o la modificación del Código Penal, para prohibir y sancionar las supuestas terapias de reconversión.
1