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Una guía de la fundación de mujeres del PP dice que ser promiscua aumenta el riesgo de sufrir maltrato

Una de las páginas del manual Las jóvenes como nuevas víctimas

Laura Galaup

La fundación del PP Mujeres en Igualdad considera que “la promiscuidad y el comienzo temprano de relaciones [sexuales]” son “factores de riesgo” que aumentan las posibilidades de que una chica joven sea víctima de violencia de género. Que “se muevan en entornos toxicómanos” o que tengan un “nivel bajo de escolarización y dificultades económicas” son otras de las variables que apuntan.

Además añaden que la vulnerabilidad de las jóvenes ante las agresiones machistas aumenta si son mujeres débiles emocionalmente –“baja autoestima, escasa asertividad, distanciamiento emocional, síntomas de ansiedad, dependencia emocional excesiva, trastornos de la conducta alimentaria, depresión crónica”– y si se mueven en un entorno conflictivo: “Pertenencia a pandillas violentas o grupos cerrados y clandestinos, exposición reiterada a la violencia en comunidad”.

“Un emparejamiento temprano” y “una maternidad prematura (15-20 años)” son otras de las causas a las que hacen referencia.

Mujeres en Igualdad, fundación del PP según la web del partido, recoge estas afirmaciones en un manual con el que pretenden “sensibilizar a las y los jóvenes contra el maltrato y dar las claves para detectarlo”. La guía titulada Las jóvenes como nuevas víctimasLas jóvenes como nuevas víctimas se publicó en 2011, sigue estando disponible en la página web de la organización, y fue elaborada gracias a una subvención de 11.005 euros otorgada por el Instituto de la Mujer (cuando estaba en el Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero) y el Fondo Social Europeo.

En la guía no hacen referencia a las fuentes en las que se han basado para elaborar esta argumentación. Según ha explicado una portavoz de la organización a eldiario.es, han extraído la información de dos estudios, uno realizado en la Universidad del País Vasco y otro en la de Maryland (Estados Unidos). Además, señalan que van a revisar esta información e intentarán renovarla ya que, según indican, su organización no defiende que la promiscuidad sea un factor de riesgo en la violencia de género.

Expertos en prevención de violencia de género apuntan que las conductas de las mujeres, como la promiscuidad a la que hace referencia el manual, nunca son causantes de agresiones. “La culpa de los malos tratos es de la sociedad machista y del maltratador, nunca de la víctima”, explica María del Carmen Cuadrado, experta en género y juventud. “La violencia no depende de ellas, sino de ellos. Con esta argumentación se está imponiendo un criterio moral. Se busca desviar la atención al cuestionar las agresiones que sufren las mujeres teniendo en cuenta su comportamiento”, responde Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno para la violencia de género con el gobierno socialista que la financió.

Lorente explica que el organismo que él dirigía no tenía control sobre las partidas económicas que gestionaba el Instituto de la Mujer. Considera que si esta guía no se ajusta a lo que se planteó al solicitar la subvención “es exigible que se pida el reembolso de la cantidad económica recibida”.

Estos profesionales coinciden al señalar que no existe un perfil de posible víctima de agresiones machistas. El único factor de riesgo es ser mujer. “En el año 88 se insistía mucho en el perfil de la persona maltratada. Se planteaba que era una mujer con baja autoestima, dependiente, depresiva. Al final se llegó a la conclusión de que estas características eran las consecuencias de la violencia de género, no las causas”, continúa Lorente.

En esta guía señalan que las variables educativas y económicas son factores de riesgo, indican que aumenta la vulnerabilidad en mujeres con “nivel bajo de escolarización y dificultades económicas”. Sin embargo Cuadrado explica que existen malos tratos en todas las clases sociales, “aunque dependiendo del nivel económico cambia el tipo de agresión”. “Mientras que en un perfil socioeconómico más bajo el tipo de maltratador es una personas autoritaria, ejerce una violencia física más violenta y más directa. Al subir en la escala socioeconómica es un agresor más encubierto, más psicológico, más perverso”, aclara.

La mejor prevención, la educación

La asociación que ha promovido este manual, Mujeres en Igualdad, se define como una “organización estrechamente vinculada a la lucha contra la violencia de género”. “El objetivo principal es promover la participación de la mujer en la sociedad, con especial incidencia en temas de carácter educativo, cultural, medio ambiental, asistencial y, en general, en aquellos campos en los que debe tener una participación más activa y relevante”, añaden en la web del PP. La mayor parte de la junta directiva está compuesta por diputadas y eurodiputadas del partido. La Secretaria General es María del Carmen Fúnez de Gregorio, senadora popular.

Según explican en el manual, el objetivo de este documento es prevenir la violencia de género en jóvenes. Los expertos consultados por eldiario.es consideran que la formación en clase, en los colegios e institutos, es la forma más correcta de evitar las agresiones machistas. “La educación debe de ser continuada, no vale con dar solo una serie de recomendaciones. La violencia está construida en una forma de entender que se es hombre siendo controlador y que se es mujer aceptando a esos varones. Así que hay que cambiar esa identidad masculina y femenina. Por un lado, construyendo nuevas referencias identitarias para que no se llegue a la normalización de la violencia. Por otro, deconstruyendo muchos de esos elementos que están interiorizados como parte de la normalidad”, finaliza Lorente.

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