Los obispos alertan de un “resurgir artificial de las dos Españas”
“Los enfrentamientos crecen y pareciera que asistimos a un resurgir artificial de 'las dos Españas' de tan dramático recuerdo”. Los obispos españoles analizan la realidad española. Y lo hacen de forma catastrofista, ante “una situación sociopolítica convulsa”, que ha llevado a nuestro país a “una profunda crisis institucional”, que comparan con los momentos previos a la Guerra Civil. En una declaración llamada a ser el 'programa' de la Conferencia Episcopal (CEE) para los próximos cinco años, y que la Oficina de Prensa del Episcopado 'hizo pública' a través de la web (los responsables de la Iglesia española, sabedores del conflicto que podría acarrear con el Gobierno, han preferido un perfil bajo, muy en la línea de la falta de transparencia de la CEE), los obispos denuncian “la irrupción de estrategias mediáticas y políticas basadas en la posverdad” que llevan a una sociedad marcada por “la desvinculación, la desconfianza y el enfrentamiento”.
Las 'Orientaciones pastorales para el quinquenio 2021-25' de la Conferencia Episcopal muestran una sociedad cada vez más alejada de la religiosidad y los valores y, tal vez por ello, más crispada. Por primera vez en décadas, los obispos admiten que “la cultura ambiental que los españoles vivimos ya no es una cultura inspirada en la fe cristiana”.
“La defensa de las múltiples identidades desvinculadas, sin un relato compartido, genera el enfrentamiento para afirmar la propia posición. Queda poco espacio para la deliberación democrática, los relatos compartidos e incluso, simplemente, la palabra. Entre las instituciones afectadas por la desvinculación está la familia y la pertenencia activa a instituciones como la Iglesia”, sostiene el documento, que traza “una situación sociopolítica convulsa” con “una profunda crisis institucional, en la que algunos grupos políticos quisieran abrir una segunda fase constituyente”.
Educación, eutanasia, aborto, memoria democrática...
“La puesta en cuestión de la Constitución, la monarquía, el poder judicial, junto a las fuertes tensiones independentistas en medio de una inédita crisis económica, llenan de preocupación e incertidumbre a la sociedad española”, insiste el documento, que apunta cómo “los enfrentamientos crecen y pareciera que asistimos a un resurgir artificial de 'las dos Españas' de tan dramático recuerdo”.
“Abonan esta situación las iniciativas legislativas del Gobierno de coalición sobre la educación, la eutanasia, el aborto, la memoria democrática, el Consejo General del Poder Judicial, que van en la línea del proyecto de deconstrucción antes citado a escala global”, denuncian los obispos españoles, que advierten de que estas iniciativas “ponen en riesgo la libertad y dificultan la imprescindible unidad, tan necesaria en plena crisis sanitaria y en los albores de una crisis económica de consecuencias sociales impredecibles”.
En cuanto a la situación eclesial, los obispos admiten que “la Iglesia española experimenta las consecuencias de la gran transformación”, con distintos grupos de creyentes: los que “se manifiestan católicos” pero cuya participación en la vida eclesial “es muy débil y esporádica”; los “bautizados que se declaran católicos pero organizan su vida 'como si Dios no existiera'”; un “emergente grupo postsecular, insatisfecho con la propuesta de vida del progreso permanente y que no ha acogido ni la fe ni los prejuicios antirreligiosos”; y el grupo de “los inmigrantes católicos”, en quienes depositan su confianza de cara al futuro.
Y es que el análisis episcopal resalta “el descenso en el número de personas que participan en la vida sacramental”. “Especialmente llamativo es el descenso de matrimonios, y como lógica consecuencia disminuyen los bautismos y comienza a descender de manera apreciable la participación en las primeras comuniones”, analiza el documento, que también admite el “evidente” descenso de vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa.
La propuesta cristiana, “incomprensible”
Además, la constatación de que, “para muchas personas, las verdades cristianas son ahora incomprensibles y las normas morales que brotan del Evangelio se han vuelto inaceptables”, recalcan los obispos, que inciden en que “las verdades que intentamos transmitir son de difícil comprensión y la propuesta moral muy difícil de aceptar”.
“Esto conlleva un profundo desafío cultural; la Iglesia, que a lo largo de los siglos ha generado tantísima cultura, hoy observa cómo el cine, el teatro, la música, las series de TV realizan propuestas culturales indiferentes o antitéticas a la cultura cristiana”, denuncia la Iglesia española, que cuenta con sus propios canales de radio y televisión, así como con presencia en los medios de titularidad pública, en función de los Acuerdos Iglesia-Estado.
Finalmente los obispos también se detienen en “algunas dificultades” que “han aparecido de manera recurrente en los medios”. ¿Cuáles? “Los graves casos de abusos u otros comportamientos inadecuados, así como con la insistencia en asuntos patrimoniales como inmatriculaciones, IBI, etc., contribuyen a la pérdida de confianza en muchas personas”. ¿Qué hacer? “Si no logramos superar esa desconfianza ambiental que, en amplios sectores de nuestra sociedad, se ha instalado respecto de la Iglesia, la evangelización se nos hace más difícil”, y más contando que “no estamos ya en un régimen de cristianismo porque la fe –especialmente en Europa, pero incluso en gran parte de Occidente– ya no constituye un supuesto obvio de la vida en común; de hecho, frecuentemente es incluso negada, burlada, marginada, ridiculizada”.
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