El Gobierno carece de criterios para el rescate de españoles accidentados en el extranjero
El Gobierno rescata a españoles en el extranjero de manera arbitraria: sin un protocolo estandarizado y sin explicar los criterios que aplica para decidir qué nacionales merecen la movilización y pago de recursos y cuáles no. Con seis meses de diferencia, han sido precisos dos rescates de alto riesgo, uno en Perú y el otro en Marruecos. El primero necesitó una campaña de donaciones particulares para financiarse. El segundo ha contado con toda la maquinaria del Estado.
El encargado de poner el marcha los dispositivos públicos más allá de las fronteras es el Ministerio de Asuntos Exteriores, que asegura haber tomado la misma postura en los dos casos: trabajo diplomático. Sin embargo, el Ministerio del Interior ha desplegado un avión policial con expertos en rescate de la Guardia Civil acompañados de policías del Grupo Especial de Operaciones (GEO). El Gobierno no ha podido explicar a eldiario.es qué circunstancias han diferenciado el caso de los tres espeleólogos recién accidentados en Marruecos frente al del también experto en cuevas Cecilio López, que cayó en una gruta de Perú en septiembre.
López apenas contó con ayuda oficial para salir del fondo de un yacimiento arqueológico a 400 metros de profundidad. Tenía varias vértebras rotas. En Marruecos, el Ejecutivo ha enviado una aeronave con cuatro guardias del Grupo de Montaña y tres agentes GEO de la policía.
Con todo, un portavoz del Ministerio del Interior contestaba a este medio que “todo lo relacionado con esa operación lo está centralizando Exteriores”. La Oficina de Información Diplomática no ha especificado si a partir de ahora esta será la manera habitual de proceder o ni siquiera cuánto dinero cuesta el operativo desplazado a África en busca de estos tres españoles: dos miembros del Cuerpo Nacional de Policía y un abogado. “No ha culminado el proceso de repatriación, cuando acabe se sabrá”, ha alcanzado a contar un portavoz ministerial. Tampoco tienen conocimiento sobre si el Gobierno reclamará de alguna manera cantidad alguna. Dos de los accidentados han fallecido y uno fue dado de alta este martes.
En septiembre de 2014, el Ministerio de Exteriores no disponía de fondos para colaborar en el rescate del espeleólogo español Cecilio López, herido en América del Sur. Se trataba de una expedición arqueológica en busca de restos de la cultura precolombina Chachapoya. Exteriores carecía de partida para afrontar la operación, que se sufragó con un crowdfunding. El montante rondó los 150.000 euros. “El Gobierno peruano absorbió toda la parte de sus recursos: tropas, helicópteros”, recuerda ahora Ángel Piezo, compañero de Cecilio.
Agustín Rodríguez, miembro de la Federación Madrileña de Espeleología, coordinó aquel rescate desde Madrid y asegura que en el Ministerio le “llegaron a decir que no teníamos ni idea de esto”. El resultado fue que 57 personas entre espeleosocorristas y otros compañeros se desplazaron a Perú en un goteo de vuelos comerciales para rescatar a López de la gruta. Al llegar a España reconoció que “el Gobierno español ha hecho muy poco. Si no es por Perú, seguiría en el fondo de la cueva”. Ese 'poco' fue “la dispensación de raciones de comida y tratar de gestionar billetes de vuelta a España por medio del servicio consular”, precisa Rodríguez. Una “deferencia” de las compañías aéreas permitió a Cecilio volar en posición horizontal, recuerda.
Rodríguez manifiesta a eldiario.es que se alegra “de que se haya hecho más por los compañeros de Marruecos, aunque si se han cambiado los criterios respecto a lo que se hizo entonces, a nosotros no nos lo han dicho a pesar de que preguntamos”.
En ese cambio está incluido que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, haya expresado este martes que su departamento “ha hecho todo lo posible para que este desenlace” [la muerte de dos de los montañeros] no se diese. También ha incluido la acción diplomática para que Marruecos permitiera la entrada de un equipo de rescate español en su territorio. El 5 de abril, una aeronave del Cuerpo Nacional de Policía desplazó a un comando de los Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil acompañados por tres GEO de la policía.
“En principio, los GEO no tienen competencias para rescates en montaña”, indica el espeleólogo Rodríguez. Los expertos en esas labores, “además de nosotros”, son los guardias civiles, puntualiza. Si bien luego apunta que “como dos de los accidentados eran policías, desde una perspectiva de apoyo y empatía, me parece que puede ser positivo”. Además, “seguro que tienen alta capacitación”, analiza.
Más allá de esas consideraciones, oficialmente los GREIM de la Guardia Civil tienen como su primera misión “el rescate de personas” y, desde 1990, extendieron sus actividades a “cavidades subterráneas y el espeleosocorro”. El Grupo Especial de Operaciones de la Policía está diseñado, entre otras funciones, para “la liberación de personas secuestradas y la reducción de bandas terroristas”. La unidad se regula por una Resolución Ministerial de 27 de diciembre de 1989, que le atribuye “la protección de personas y bienes que se les encomienden y precisen una especial cualificación”. Y se apostilla que “cualquier servicio cuya ejecución precise una especial cualificación”, eso sí, atendiendo a que se “justifican por el efecto disuasorio, intimidatorio y resolutivo de los integrantes de la unidad”.