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El medio ambiente no puede esperar más Sr. Sánchez

Pedro Sánchez y el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos

José Luis Gallego

La transcendencia e intensidad del debate político que estamos viviendo estos días coincide con la llegada de la fecha más importante del calendario medioambiental: el 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente.

Una fecha convocada por la ONU para promover una reflexión de la sociedad en torno al grave deterioro ecológico que sufre el planeta que lleve a la acción individual para evitarlo. Pero nuestro compromiso en el cuidado y la mejora del medio ambiente debe ir más allá de un día al año.

El destino de la humanidad va a depender de las decisiones que tomemos para recuperar la salud del medio ambiente y conservar la naturaleza, y de las acciones que llevemos a cabo en los próximos años para mitigar los efectos del cambio climático.

Unos efectos que están alterando gravemente, y en algunos casos de manera irreversible, las condiciones de vida que hacen posible la existencia de nuestra especie y la del resto de seres vivos que poblamos el planeta.

Todos los estudios demoscópicos señalan el claro avance de la sensibilización social al respecto, pero la conciencia debe dar paso a la acción, porque el medio ambiente no puede esperar más.

No hay duda de que a medida que avancen los próximos años y los síntomas de degradación medioambiental se aceleren, las cuestiones relacionadas con el cuidado y la protección del entorno van a elevar su rango de importancia.

Y lo harán a todos los niveles: político, legislativo, económico y social. Porque las consecuencias negativas del calentamiento global tienen un efecto transversal, afectando a todos los ámbitos y todas las escalas de nuestro modelo de desarrollo. La cuestión es si vamos a ser capaces de recuperar el tiempo perdido y el que seguimos perdiendo, muy especialmente en el ámbito de la política.

Durante su discurso de arranque a la moción de censura que ha acabado ganando, y pese a que el debate se centró en buena parte en la denuncia de la corrupción, Pedro Sánchez aludió en repetidas ocasiones al compromiso de su futuro gobierno con el medio ambiente, uno de los ámbitos más denostados por todos los ejecutivos del Partido Popular a todos los niveles.

El candidato del Partido Socialista llegó a anunciar medidas urgentes al respecto, como el impulso a las energías renovables y la derogación inmediata del llamado impuesto al sol. Sin embargo, la experiencia respecto a las declaraciones de intenciones de nuestros políticos nos obliga a ser cautelosos.

Son muchas las urgencias a las que va a tener que hacer frente el nuevo ejecutivo socialista, muchos los terrenos abandonados por la acción de gobierno y afectados por la desidia institucional. Pero uno de los mayores barbechos que se va a encontrar es el del medio ambiente.

Y lo primero que debería hacer Pedro Sánchez para empezar a cultivarlo es conocer el estado de degradación del terreno. Para ello sería conveniente que convocara a consulta y escuchara la opinión más solvente en materia de medio ambiente, la de quienes han venido padeciendo el ninguneo y la desatención del gobierno a los largo de todos estos años de ecofobia gubernamental: nuestras organizaciones medioambientales.

La opinión de Ecologistas en Acción, SEO/Birdlife, Amigos de la Tierra, WWF, Greenpeace y el resto de grupos locales que trabajan a diario a favor del medio ambiente y contra el cambio climático debería ser vinculante para acometer cuanto antes la recuperación de nuestro entorno, porque el medio ambiente, Sr. Sánchez, no puede esperar más.

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