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El incentivo de 1.000 euros elimina jóvenes del paro registrado, pero logra pocos titulados

Foto: EFE

Luis Enrique Espinoza Guerra

La Consejería de Educación de la Junta de Castilla-La Mancha, que dirige Marcial Marín, publicó el 5 de julio de 2013 una convocatoria de formación para jóvenes desempleados de entre 18 y 25 años, inscritos como demandantes de empleo, que preveía la concesión de ayudas directas en forma de subvención de 1.000 euros para todos aquellos que concluyesen sus estudios y obtuviesen los títulos académicos de los que carecían en los cursos 2013-2014 y 2014-2015.

Se trata de una de las medidas previstas en el denominado Plan de Acción para el Empleo Juvenil aprobado a principios de 2013 y cuyo presupuesto, cofinanciado con fondos europeos y estatales, asciende a 26 millones de euros.

Esta acción educativa preveía impartir formación en los centros oficiales, con profesorado específico, para que los jóvenes desempleados obtuvieran las titulaciones académicas de ESO, Bachillerato y Formación Profesional para “mejorar su empleabilidad”. Se previeron en total 6.164 plazas vacantes en el curso 2013-2014 y otras 1.836 en 2014-2015 hasta llegar a las 8.000.

La convocatoria establecía que el alumnado “al finalizar el programa y tras su evaluación, haya obtenido el título correspondiente tendrá derecho a una compensación económica” de 1.000 euros por título obtenido.

Con ese fin se disponía de dos partidas presupuestarias, una de 3.412.000 euros en el primer curso y otra de 918.000 euros el segundo, que totalizan 4.330.000 euros, por lo que parece que la Consejería ya preveía a priori un fracaso del 46% entre los 8.000 participantes que se admitirían como máximo.

A principios de octubre de 2013 el consejero Marcial Marín declaraba a los medios de comunicación que se habían recibido 3.248 solicitudes para participar en el programa formativo, lo cual, según sus palabras, era “un balance muy positivo que, sin duda, avala el futuro éxito de nuestro Plan de Acción para el Empleo Juvenil”. Sorprende la autocomplacencia cuando apenas se cubrían la mitad de las plazas ofertadas ese curso.

El Diario Oficial de Castilla-La Mancha acaba de publicar la relación del alumnado beneficiario de la ayuda del Plan. Sólo 936 alumnos percibirán 1.000 euros cada uno por finalizar sus estudios con la obtención de un título. Son 381 titulados en ESO, 494 en FP y 74 en Bachillerato. Dado que la partida prevista para este curso era de 3,4 millones para este fin, la Consejería se “ahorra” un 72,6%.

La cuestión es saber si el resto de alumnos, hasta los 3.248 de los que habló el consejero, han abandonado el programa, han suspendido y no han obtenido el título o bien siguen estudiando.

El consejero, habitualmente locuaz, no ha ofrecido información al respecto, tampoco sobre los matriculados este nuevo curso, y justamente su “discreción” nos invita a sospechar que el programa no ha alcanzado el “éxito” que pronosticaba Marín.

Lo que sí parece claro es que los matriculados, aunque no hayan conseguido los 1.000 euros, han aliviado las listas del paro juvenil registrado, ya que, como es sabido, por norma se excluye a quienes, pese a constar como demandantes de empleo, estén cursando estudios de enseñanza oficial reglada, siempre que sean menores de veinticinco años.

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