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Rajoy se pelea con la realidad al defender las expulsiones de refugiados a Turquía

Mariano Rajoy.

Gabriela Sánchez

Mariano Rajoy ha defendido con orgullo en el Parlamento el resultado final del acuerdo UE-Turquía que pretende expulsar a todos los migrantes y refugiados que lleguen a las islas griegas. “Yo no soy consciente de haber incumplido el mandato del Congreso. Hice lo que tenía que hacer”, ha enfatizado. Para argumentarlo, ha asegurado que Turquía es un país seguro y cumple todas las condiciones en materia de asilo. Se ha felicitado por “lograr” la retirada de las devoluciones sumarias y por dar “un mayor peso a los derechos humanos” en Bruselas. También ha admitido la “dificultad” para reubicar a refugiados en España y ha negado las devoluciones en calientes en Ceuta y Melilla. ¿Qué hay de cierto en estas afirmaciones?

“Turquía es un país seguro”

Para Rajoy, Turquía es un país seguro. Lo ha dicho claro, sin matices. Para argumentar su defensa, ha detallado los tres requisitos que en base a la legislación europea todo país debe cumplir para ser declarado como tal. Es decir, para que la Unión Europea pueda expulsar a solicitantes de asilo sin incumplir su normativa: que la vida o la libertad de las personas devueltas no esté amenazada, que se respete el principio de no devolución y la prohibición de la expulsión en caso de poder ser objeto de tratos crueles o degradantes. El presidente del Gobierno en funciones enumeró cada una de las condiciones para concluir: “Turquía cumple todos estos requisitos”.

Según decenas de investigaciones de Amnistía Internacional y Human Rights Watch, no es cierto. AI ha documentado recientemente la expulsión a “zonas de guerra” de “cientos de sirios”, incluidos niños y mujeres embarazadas, desde enero, aunque Turquía lo ha negado de forma tajante. También ha denunciado la devolución de decenas de afganos que manifestaron su deseo de pedir asilo a su país “a pesar de temer ataques talibanes”, según afirma la ONG y confirmó posteriormente el Gobierno de Erdogan, aunque matizó que se trataba de “expulsiones voluntarias”.

A través de testimonios y partes médicos, Amnistía Internacional también ha documentado desde 2014 “disparos con munición real” a sirios mientras intentaban huir del país en guerra a través de la frontera turca. La última cifra la aportó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que denunció el asesinato a tiros de 16 sirios, entre ellos niños.

Rajoy desoye estas denuncias. No ha hecho mención a los últimos informes ni a los últimos ataques a la libertad de prensa o hacia la población kurda.

“Según Acnur, Turquía da la protección a todos los refugiados”

Sobre qué tipo de protección reciben los refugiados en Turquía, Rajoy ha admitido que Turquía es parte de la Convención de Ginebra, pero mantiene la limitación geográfica y solo considera refugiados a las personas europeas. No obstante, utiliza como fuente al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados para matizar esa supuesta debilidad en la acogida turca: “Acnur dice que su legislación establece protección y asistencia para solicitantes de asilo y refugiados con independencia de su país de origen”. Y recuerda que, además, Turquía otorga la protección temporal a las personas sirias.

¿Qué dice verdaderamente Acnur? La agencia de la ONU explica a eldiario.es que “aunque Turquía ha hecho un progreso importante en materia de asilo, aún no hay un sistema consolidado que pueda asegurar que todas las personas que pidan protección puedan tener acceso a un sistema de determinación de refugiados justo y eficaz. Tampoco que a aquellos a los que se le reconozca puedan disfrutar del asilo con independencia de su nacionalidad”.

Desde el Alto Comisionado añaden que “la nueva ley de asilo requiere un tiempo de implementación, reglamentos y procedimientos que todavía no existen”.

En cuanto al propio acuerdo europeo afirman que “Turquía aún no ha aprobado la enmienda por la que podrá acoger a un refugiado sirio que había obtenido anteriormente la protección temporal” en ese país, es decir, buena parte de los que serán deportados. Desde Acnur, concluyen: “No hay salvaguardas ni en Grecia ni en Turquía para llevar a cabo este pacto”.

“Los refugiados sirios pueden acceder al mercado laboral y a la educación”

En su defensa del acuerdo, Rajoy ha señalado que “Turquía otorga la protección temporal de los sirios y pueden acceder al mercado laboral y servicios públicos, como la educación”.

Aunque sí es una obligación establecida en la legislación internacional de asilo y está incluida en la normativa nacional, en Turquía solo un tercio de estos menores está escolarizado, según los datos de Acnur. Sobre el acceso al mercado laboral, la agencia de la ONU asegura que todavía queda mucho trabajo por hacer. “Está recogido en la normativa de 2014 que permite la protección temporal a los sirios, pero hasta hace unos meses no se ha desarrollado y todavía el acceso es reducido”, señalan.

“Es el Gobierno griego el que tenía que determinar si es o no país seguro”

El presidente del Gobierno en funciones ha destacado que, “de todas maneras, es Grecia quien tiene que determinar si es o no país seguro, y ha dicho que sí. Ha votado a favor, con el voto de Syriza y junto a un partido como el mío. Qué cosas tiene la vida”, ha ironizado Rajoy.

Para hacer posible el acuerdo era fundamental que el Gobierno griego calificase a Turquía como “país seguro”, y lo hizo tres días antes del inicio de las deportaciones de migrantes y refugiados. A pesar de las críticas internas, el pasado viernes el Parlamento heleno aprobó la ley que reforma el proceso de demanda de asilo y regula la devolución de migrantes a los llamados 'países seguros', entre ellos la propia Turquía.

Aunque el texto de la ley griega no califica explícitamente de país seguro a Turquía, remite a una lista de países seguros del Consejo de la UE, aún no elaborada.

“El modelo español de control de la inmigración es un referente, sin expulsiones colectivas”

Muchos han sido los diputados que han recordado al Gobierno en funciones su política fronteriza en Ceuta y Melilla, recordándoles las devoluciones en caliente practicadas de forma sistemática en las vallas.

Tanto Rajoy como el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, han negado la realización de estas prácticas de sobra documentadas. “El modelo español de control de la inmigración es un referente, España evita devoluciones masivas e indiscriminadas”, ha afirmado Hernando.

El Estado español lleva expulsando de forma inmediata y colectiva a migrantes en las ciudades autónomas desde hace más de una década, durante los Gobiernos socialistas y del PP.

“Somos un país serio en el asilo y para eso tenemos las leyes”

“Somos un país serio en el asilo y para eso tenemos las leyes y reformas que hemos hecho”. La frase es de Hernando y choca con una tarea pendiente en la legislación de asilo española. La Ley de Asilo de 2009 carece del desarrollo reglamentario que debía haber sido aprobado en 2010. A pesar de las muchas promesas sobre su “inminente aprobación”, ni el PSOE ni el PP las cumplieron. Este hecho provoca que algunas de las garantías estipuladas en la normativa, como la petición de asilo desde embajadas, quede en un limbo.

La “cooperación” defendida por Rajoy

Mariano Rajoy ha presumido ante el hemiciclo de los acuerdos de “cooperación” con países firmados por España con diferentes países africanos, destacando sus relaciones con Marruecos.

Lo cierto es que la política de cooperación con Marruecos en materia migratoria puede considerarse la antesala del acuerdo UE-Turquía. España ha ensayado durante años con el país africano el modelo de frontera que la UE acaba de cerrar con Ankara. España y Europa ofrecen a Marruecos beneficios y apoyo político a cambio de que Marruecos evite, aunque sea violando sus derechos, que los inmigrantes crucen las fronteras de Ceuta, Melilla y el Estrecho.

“El acuerdo UE-Turquía tiene el objetivo de evitar las muertes”

Rajoy ha dicho esta frase basándose en la meta europea de frenar las llegadas a través de un aumento del control fronterizo de Turquía, unido a una posible desincentivación de los migrantes y refugiados de viajar a las islas griegas si van a acabar siendo expulsados. El objetivo de la UE es que no lleguen, no evitar las muertes. De momento, esto no se ha conseguido: centenares de personas continúan arribando cada día a las costas helenas.

Por otro lado, el pacto no incluye ningún tipo de vigilancia por parte de la Unión Europea sobre la garantía del respeto de los derechos humanos de las personas expulsadas, ni sobre qué métodos puede emplear Turquía para frenar las llegadas. Varios vídeos muestran agresiones de guardacostas turcos a refugiados en su intento de llegar a Grecia en embarcaciones.

Por otro lado, los expertos recuerdan que, cuando una ruta se cierra, otra se abre. Y, generalmente, es más peligrosa, según Amnistía Internacional y Médicos Sin Fronteras. Se teme la apertura de un nuevo camino desde Turquía hasta Italia por la vía marítima. El trayecto es mucho más largo que el cruce de la estrecha franja del Egeo, lo que puede traducirse en un aumento de naufragios.

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