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España ejerce de anfitrión del programa de aviación humanitaria en el que apenas participa

Unos niños de un campo de refugiados observan el aterrizaje de un avión de carga del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en el aeropuerto de Mpoko, en Bangui. / Efe

Antonio Ruiz del Árbol

Toledo se ha convertido por dos jornadas en la capital mundial de la aviación humanitaria. Durante la pasada semana se dieron cita un centenar de profesionales de la aviación, pilotos y responsables de unas 25 compañías aéreas, con el objetivo de analizar “los retos de seguridad y de eficacia en las operaciones de emergencia” del que es el mayor dispositivo permanente de aviación humanitaria que existe en el planeta.

El encuentro ha sido organizado por el Programa Mundial de Alimentos. Se trata de una agencia especializada de la ONU que, desde el año 1962, tiene como misión la distribución por vía aérea de alimentos y de equipos humanos y técnicos hacia zonas de conflicto y emergencia en todo el mundo. De forma excepcional, también actúa en lugares donde la población civil se ha visto golpeada por catástrofes naturales o conflictos armados.

Como anfitrión español de la reunión, ha actuado el Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Comercial (COPAC), cuya aportación al operativo se ha visto reforzada con un acuerdo con la agencia de la ONU para la formación específica en este tipo de operaciones de las tripulaciones.

César Arroyo, director de Aviación del Programa Mundial de Alimentos, ha explicado a eldiario.es que “la seguridad de las operaciones solidarias es una prioridad, por lo que hemos desarrollado y tenemos que mantener un robusto sistema de gestión de los riesgos”. Con este objetivo, en el encuentro de Toledo se ha analizado la normativa de aplicación a los vuelos humanitarios, las actuaciones realizadas, el despliegue ante situaciones de emergencia o los requisitos de cualificación y experiencia de las tripulaciones que desarrollan estas operaciones. “Se trata por tanto de un encuentro cuya principal finalidad es compartir experiencias para garantizar al máximo la seguridad y eficacia de este tipo de vuelos”.

Arroyo recuerda que “la mayor parte de estas operaciones se realizan en zonas donde no existe ningún tipo de asistencia a la navegación, y por tanto hay que fiar la seguridad a la pericia del piloto y al buen mantenimiento de las aeronaves”.

En concreto en Toledo se han avanzado consensos sobre tres aspectos. El primero, la depuración de requisitos para la operación de la flota y la habilitación especial de los pilotos. El segundo, la evaluación permanente sobre aerolíneas, aeronaves y pilotos. Tercero, la nueva metodología para los procesos de licitación y oferta y la conformación del precio por hora de vuelo.

Dispositivo permanente

Dispositivo permanenteArroyo explica que el Programa Mundial de Alimentos mantiene la mayor red aérea permanente de vuelos humanitarios que existe en el planeta. La agencia ha evaluado a unas 100 compañías aéreas de todo el mundo, pero en su operativo utiliza a unos 25 operadores a los que someten a un control trimestral.

Cada día una flota de 70 aviones realiza unos 200 vuelos en el marco de las 13 operaciones estables (algunas se mantienen desde hace una década) abiertas a zonas de emergencia endémicas. Los cargamentos más habituales son alimentos, medicinas, sistemas de depuración de aguas, equipos humanos de médicos y otro tipo de especialistas y de voluntarios de organizaciones no gubernamentales.

Los destinos de este gran dispositivo logístico humanitario son unas 350 poblaciones diseminadas en países como Afganistán, República Centroafricana, Sudán del Sur, Somalia, Etiopía, Malí, Chad o Níger. Unas cuentan con aeropuertos más o menos acondicionados y otras, con simples pistas de tierra.

Las grandes inundaciones en Filipinas en agosto de 2013 fue una de las últimas catástrofes naturales sobre la que actuó la potencia aérea humanitaria del Programa Mundial de Alimentos.

Participación española

Participación españolaLa flota de 70 aviones que utiliza el dispositivo logístico humanitario está compuesta por algunos grandes aparatos que transportan grandes cargas entre destinos estratégicos cerca de las zonas de emergencia, que se denominan hub. La mayoría de las aeronaves, sin embargo, son de menor tamaño y operan en el traslado de hombres y de ayuda material desde estos hub hasta los puntos directos de intervención.

Las aerolíneas que en este momento están actuando para el Programa Mundial de Alimentos son de Kenia, Canadá, Holanda, Malta, Rusia, Ucrania, Bangladesh y Nepal.

La única aerolínea española integrada en programas solidarios de la ONU es Swiftair, que trabaja para otra agencia de la organización especializada en misiones de paz. España es uno de los 15 países que donan dinero necesario para el mantenimiento del dispositivo logístico humanitario. Sobre un presupuesto de 200 millones de dólares (147 millones de euros) anuales, aporta el 0,5%, esto es, 740.000 euros.

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