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Extremadura pierde jóvenes a un ritmo de 2.200 emigrantes al año

Informe de la UE alerta de la creciente brecha entre jóvenes que estudian y los que no

José L. Aroca

La región pierde trimestre tras trimestre lo mejor de su población, la juventud, en un fenómeno que se ha acentuado en los años finales teóricos de la crisis, a partir de 2012, y que hace que en el último ejercicio el saldo migratorio con el extranjero, y con el resto de comunidades autónomas, haya sido de 2.209 personas de entre 16 y 34 años.

Un 83% de ese éxodo se produce hacia otras regiones del país, en un retrato de la juventud extremeña que se acompaña con una altísima tasa de paro (44,6% entre los menores de 30 años); un desánimo que ha hecho que en el último año estadístico cerrado, 2014, el número de inactivos (dejan el mercado laboral) aumente un 30% en la franja de edad más necesitada de trabajo; unos bajos salarios en quien consigue un contrato, y en definitiva una amenaza de pobreza y exclusión social que entre los que trabajan no baja del 28%.

Son datos de un estudio del Consejo de la Juventud de España con participación del Consejo de la Juventud de Extremadura, que abarca el resumen de 2014 y el avance del primer trimestre de 2015.

La región continúa perdiendo población joven, que ha disminuido en 1.000 personas el último trimestre analizado por el Observatorio Joven (ObJoven), el primero de 2015. Las personas de entre 16 y 34 años continúan marchándose y su destino favorito no es el extranjero sino otras comunidades autónomas: la movilidad juvenil a otras regiones de España aumentó un 60% con respecto al año anterior, alcanzando la pérdida más pronunciada de las registradas desde 2009.

El Consejo de la Juventud de Extremadura propone investigar y conocer la realidad para generar planes de retorno.

Saldo negativo con el extranjero, y resto de España

Si en el primer trimestre de 2015 fueron 1.000 jóvenes la pérdida, ya está disponible el balance migratorio detallado del 2014, que arroja una disminución de 2.209 personas en el censo entre 16 y 34 años de edad.

El saldo oficial migratorio con el extranjero es negativo en 367 personas, y con el resto de comunidades autónomas igualmente negativo en 1.842. En el primer caso, con otros países, se fueron con destino a ellos y desde Extremadura 382 jóvenes de nacionalidad española y 884 extranjeros, que no fue compensado con las entradas y acabó con ese saldo negativo de 367.

En cuanto a la emigración interior, a otras comunidades, es mayor el número de mujeres que de hombres.

En la región hay censadas 246.536 personas de 16 a 34 años de edad, de los que casi 80.000 viven emancipados fuera de la casa familiar, conformando 44.409 hogares jóvenes (una media de 1,76 personas.

De ese total de casi 250.000 jóvenes, 158.000 en números redondos son laboralmente activos, tienen o buscan trabajo, y de ellos 100.000 lo tienen pero 58.000 no; la tasa de paro, de un 44,6%, acosa especialmente a los activos menores de 30 años (y además la mitad de esos parados son de larga duración, llevan más de un año buscando), aunque desciende al 24,9% en la franja 16-29 de edad.

A los 158.000 activos, metidos con mayor o menor suerte en el mercado laboral, se suman algo más de 88.000 que figuran como inactivos, entre ellos 66.400 con la calificación al menos oficial de estudiantes.

Desánimo laboral

En el último año estudiado se aprecia un desánimo laboral entre los que tienen de 30 a 34 años ya que en ellos la tasa de inactividad ha crecido un 30%, mientras que ha disminuido un 3,2% entre los menores.

Los activos y además ocupados (con trabajo) perciben un sueldo neto mensual (14 pagas) de 682 euros los de 16-29 años (485 euros los menores de 25), y 941 euros los de 30-35 según el estudio del Observatorio Joven recogido por el Consejo de la Juventud de Extremadura; eso hace que un 32%, pese a tener trabajo, estén en la franja de pobreza o exclusión social, con carencia material severa, una tasa que asciende al 65% entre los que se encuentran parados.

Los que se emancipan, que apenas superan el 18% del total de la población juvenil, hacen frente a un alquiler medio de 382 euros mensuales.

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